Is It Wrong to Try to Be a Hero in a Dungeon?

Capítulo 12: Juego de Guerra

— Kami-sama, ya se acerca el medio día. — avisó Asfi, capitana de la familia Hermes, a su dios. Este sonrió sin dejar de mirar en dirección de los dioses principales del evento, para luego, girarse hacia el centro de la sala.

— Sí, empecemos. — respondió el dios.

Hermes, tras pedir permiso de Ouranos, creó un gran Espejo Divino en el centro de la sala. En él, se podía ver con claridad el castillo donde, días antes, la Familia Apollo se había establecido. A pesar de ello, varios de los dioses presentes crearon sus propios Espejos Divinos para poder ver el Juego de Guerra bajo sus propios intereses. Entre ellos, incluíamos a Hestia y a Loki, las cuales pusieron ambos espejos delante de ellas.

Entonces, gracias a la acción de los dioses, estos Espejos Divinos empezaron a aparecer en todos los lugares donde la gente se había congregado. Como era de esperar de un evento así, muchas personas empezaron a hacer apuestas para ganar con lo que consideraban una victoria segura. En la Anfitriona de la Fertilidad, solo uno pocos llegaron a apostar por una victoria de la Familia Hestia, incluso aunque era de dominio público que dos aventureros de la Familia Loki iban a apoyarlos.

— Vamos, Tione, hay que apoyar a nuestros compañeros. — suplicó una amazona mientras intentaba dejar una gran bolsa llena de valys en la mesa de las apuestas.

— No seas tonta, Tiona. No es que tengamos mucho dinero para desperdiciarlo de esta forma.

— ¿Es que no confías en el conejo y en el lobito?

— Pues claro que sí confío en ellos. Por quién no apostaría es por la Familia Hestia. — respondió la amazona con seguridad. — Así que, abandona esa idea estúpida tuya... — pero, al girar la vista hacia su hermana, ella ya había apostado todos sus ahorros por la victoria de la Familia Hestia. — Maldita tonta.

— Tampoco es para enfadarse, Tione-san. — Lefiya, la cual también había apostado parte de sus ahorros sin que nadie se diera cuenta, intentó calmar a su compañera. — ¿Tú también has apostado, Aiz? — la rubia negó con la cabeza sin despegar su mirada del Espejo Mágico que había aparecido en mitad del local.

— No tendríais que tirar a la basura vuestros valys con esos debiluchos. — dijo Bete tras tragarse su cerveza de un trago. — Hagan lo que hagan, no van a poder hacer nada contra un Nv. 3.

— Entonces, ¿por qué estás aquí?

— Por la cerveza, claramente. — gruñó Bete cogiendo otra cerveza de la bandeja de una de las camareras que corrían entre las mesas.

— Claro, lobito.

— ¡¿A quién llamas lobito, memazona?! — respondió el hombre lobo a Tiona.

— No empecéis a discutir. — calmó rápidamente Riveria. Los dos aventureros se callaron antes de empezar con una discusión. — Estamos aquí para apoyar a nuestros compañeros, por lo que, al menos espero que os portéis como personas civilizadas.

— No podría haberlo dicho mejor, Riveria. — Finn se había vuelto a sentar en la mesa tras apostar unos pocos de sus ahorros personales a favor de sus compañeros.

— ¡Jefe, tú también has apostado! — Tione, rápidamente, fue a la mesa de apuestas con la bolsa que contenía todos sus ahorros, todo por seguir el ejemplo de su amado.

Gran parte de la Familia Loki se encontraba en la Anfitriona de la Fertilidad viendo el Juego de Guerra; siendo este local el único sitio donde la mayoría apostó por la familia Hestia. Pero, todas las apuestas acabaron cuando sonó la campana que daba inicio al combate entre ambas familias. Todos dejaron lo que estaban haciendo para mirar sus respectivos Espejos Divinos. El Juego de Guerra había empezado y, no habían pasado ni dos segundos desde su inicio y, la Familia Hestia ya estaba haciendo su primer movimiento.