Capítulo 11: Voluntad de Héroe

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— Kacchan. — Izuku apareció a mi lado y me roció una poción por encima, lo que alivió el dolor en mi cuerpo. — Ya estoy aquí. — El maldito había aparecido en el momento justo. Lo cual me sacó una pequeña carcajada.

— Ya era hora, maldito. — gruñí y me erguí. — Es el momento de enseñarle a esta lagartija sobrealimentada el poder del Wonder Dúo. — le di una sonrisa ladeada a Izuku y este me respondió con una sonrisa desafiante.

— Entonces, no la hagamos esperar, Kacchan. — Izuku desenfundó la espada que tenía en la espalda y, tras activar el OFA, salió disparado contra la lagartija. Yo, mientras tanto, me concentré para poder usar mi magia, teniendo la seguridad de que Izuku sería una distracción lo suficiente molesta para que el dragón no se fijara en mí.

Despertad, llamas del apocalipsis. Desencadenar el caos y la destrucción. — Izuku esquivaba con elegancia las garras del dragón mientras corría como un rayo con la intención de ponerse debajo de su cuerpo. — Fuego del purgatorio. Llamas de la extinción, acudid furiosas ante mi llamada. — Vi como Izuku conseguía cortar el talón de Aquiles de la pata izquierda del monstruo, pero, al estar en la parte trasera, el dragón dejó de prestarle atención para mirarme a mí. — Luz solar ardiente. El maldito estaba preparando una llamarada para calcinarme y convertirme en cenizas, pero aun así no dejé de cantar; porque sabía que Izuku lograría hacer una de las suyas y distraerlo. O, al menos, confiaba en ello. — Hálito de los mismísimos dragones. — Como decía, Izuku había corrido y cortado el talón de una pata delantera y, antes de que soltara sus llamas, el dragón se cayó al fallar sus extremidades izquierdas y su aliento de fuego se desvió, pasando a varios metros a mi derecha . — Drakinea Surtur Las tres espadas de fuego aparecieron a mi alrededor y, a diferencia de la primera vez que las invoqué, estas tenían una forma más definida y las llamas brillaban con mayor intensidad. Todo gracias a mi entrenamiento con la elfa diabólica. Sonreí y apunté hacia el ojo derecho del dragón, el cual estaba gritando de dolor derribado en el suelo. — Ignis. — y, con solo una palabra, la espada que se encontraba encima de mi cabeza salió volando a gran velocidad en dirección de la lagartija. Esta estaba tan distraída que no vio el ataque hasta que fue demasiado tarde; y, cuando la espada logró clavarse en su ojo, no tardó ni unos segundos en explotar, logrando que el monstruo gritara más de dolor.

— ¡Kacchan! — Izuku estaba otra vez a mi lado con una sonrisa, pero, sin que le dijera nada, cogió otra de las espadas de fuego que tenía a mi alrededor para él mismo. En cambio, yo estaba tomado una poción de mente. Esto no había acabado, por el contrario, solo acababa de empezar. Y, las llamas que volaron en nuestra dirección fueron el aviso de que tenía razón.

El Infant Dragon, a pesar de que estaba parcialmente inmovilizado en el suelo, seguía intentando avanzar en nuestra dirección sin dejar de disparar sus brutales llamaradas. La frecuencia con las que las lanzaba aumentó, además de su temperatura. Incluso aunque las esquiváramos, nuestra piel ardía con solo notarlas a poca distancia.

Pero, lo peor es que el dragón ya leía nuestras intenciones y, cada vez que intentábamos atacar la parte vulnerable de su cuello, se lanzaba a gran velocidad contra la roca con la intención de aplastarnos. Estuvimos varios minutos en un intercambio agotador de ataques, pero ninguno de los bandos lograba alcanzar al otro. Si esto se alargaba, solo favorecía a la lagartija.

Mi piel ya tenía varias ampollas y estaba enrojecida por el calor de las llamas. Izuku estaba ligeramente mejor, pero solo porque se movía a más velocidad que yo. Mi cuerpo tampoco estaba mucho mejor, aunque no se comparaba a los entrenamientos con la amazona obsesiva. La muy sádica era capaz de dejarme todos los músculos como gelatina y con el cuerpo tan adolorido que me recordaba a los entrenamientos de Aizawa-sensei; pero multiplicados por 10.

Is It Wrong to Try to Be a Hero in a Dungeon?Where stories live. Discover now