Proteger a la gente es el principal objetivo de un héroe. Para Katsuki, cuando sale a la calle para enfrentarse a los posibles villanos, su cabeza le dice que ese también es su principal prioridad como estudiante de la U.A. y futuro héroe. Pero, su...
— ¿Qué condición? — preguntó Katsuki sin despegar su mirada de la diosa y su sonrisa diabólica.
— Es muy simple. — La diosa sonrió aún más y los señaló. — Ambos, deberéis alcanzar el nv.2 si queréis poder participar en el Juego de Guerra.
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P.O.V. Narrador.
Una gran cantidad de los dioses de la ciudad se encontraban reunidos en una de las salas de la Torre de Babel. Todos ellos estaban ahí por un único motivo. Divertirse. Aunque, ese no fuera directamente el motivo de la reunión. El Denatus había sido convocado para decidir las reglas a del Juego de Guerra entre la Familia Apollo y la Familia Hestia. Todos los dioses estaban entusiasmados con la idea de un nuevo medio de entretenimiento. Entre ellos, encontramos a Loki, la cual miraba divertida cómo Hestia se revolcaba nerviosa ante la situación en la que se encontraba. La diosa del hogar estaba sentada enfrente de Apollo justo en la mitad de la sala.
— Quiero que quede claro desde el principio. — la voz de Apollo hizo que el resto de los dioses se callaran y se centraran en la discusión. Hestia tragó saliva nerviosa mientras que Apollo solo bebió un poco de vino para luego conectar sus miradas. — Si gano, me quedaré con Bell Cranel. Es lo único que quiero. — La diosa del hogar gritó espantada para luego mirar a Apollo con furia en los ojos. — Si pierdo, Hestia me puede pedir lo que quiera. Me da igual.
— ¿Estás seguro, Apollo? Es mejor que todo quede claro desde el principio. — intercedió Deméter cumpliendo su papel como secretaria de la reunión.
— Me da igual. — respondió sin separar casi sus labios de la copa de vino que tenía en las manos.
— Vale, pero luego no te quejes. — gruñó la diosa ligeramente molesta.
— Bueno, entonces solo queda decidir en qué va a consistir el Juego de Guerra. — comentó Hermes desde un lugar de la sala.
— ¿Por qué no elegimos cada uno a un representante para combatir? — propuso Hestia ligeramente esperanzada. Pero, su propuesta cayó en saco roto al ver a Apollo reír descaradamente.
— No puedo aceptarlo tan fácilmente, Hestia. Solo quieres un combate entre representantes porque tu familia solo tiene un miembro. Es culpa de tu pereza que no tengas más hijos, por lo que no vamos a elegir un combate uno contra uno solo para satisfacer tu flojera. — Hestia chasqueó la lengua, mientras que Apollo se levantó con una pequeña sonrisa. — Yo propongo que lo dejemos a votación. Que sea el resto de nuestros compañeros dioses los que decidan cómo ocurrirá el Juego de Guerra. — la propuesta del dios del sol llamó mucho la atención de los dioses presentes, por lo que Hestia, solo pudo aceptar su derrota y dejar su destino a la suerte.
Tras acumular todas las propuestas en una caja, Hermes fue seleccionado como el encargado para sacar una de las propuestas al azar. El dios viajero sonrió y, tras sacar un papel de la caja, lo leyó en voz alta.