36. Un zapato me aplasta

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Fin de semana en el internado.

—¿Segura? Aldana y Sam pueden venir a Holbrook, podemos salir, ir a comer helado, tal vez...

Meneo la cabeza, haciéndolo interrumpir.

—Descuida, papá, tú disfruta tu estancia en Ciudad Nevada, estaré bien aquí.

—No lo sé, Pau...

Le sonreí para tranquilizarlo, agradezco mucho sus intenciones, pero papá necesita vivir su propia vida, disfrutar de su nueva relación, necesita dejar de ser papá por un rato y empezar a ser Chris.

—Oye, en serio, estaré bien, mis amigos también están pasando el fin de semana aquí, así que no estaré sola.

Torció los labios, aún inseguro.

—Eh, papá —me mira—, ve y disfruta de tu fin de semana con tu novia, te lo mereces.

Forma una sonrisa de lado a la vez que suelta un suspiro por la nariz.

—Estoy a solo una llamada, ¿Lo sabes?

—Claro que sí, pásalo bien, dale mis saludos a Aldana y Sam.

—Lo haré, pásalo bien también con tus amigos.

Doy un beso a mi mano para después sacudirla en despedida.

—Hey —le llamo antes de colgar—, te amo, pa'.

—Yo también, Pau.

Colgamos al mismo tiempo.

Aprovecho el tiempo que voy a pasar sola ya que Phoebe salió hace un rato con Nyl, para hacer una tarea que se supone tuve que empezar a hacer el jueves, y con todo lo que pasó en esos dos días, se me había olvidado por completo.

En geometría no voy tan mal como creí que iría, es como matemática pero con formas y más cálculos, y tener que pensar más, y saber reslver ecuaciones mas difícil y conocer fórmulas... honestamente, me sorprende que no esté a punto de reprobar este semestre, tampoco sé cómo he sobrevivido a los últimos meses con geometría como una de mis materias principales.

Despido un resoplido al ver todo lo que tengo que hacer, calcular superficies de objetos dibujados a prisas con líneas chuecas. Rasco mi cabello, pensando en cómo demonios voy a resolver esto.

Estuve una media hora intentando calcular las malditas distancias que, ¿Para qué demonios me van a servir en la vida? Ni que cuando fuera a pagar impuesto me pregunten «¿Cuál es la distancia de una punta a otra en un triángulo?» o «Dígame la longitud de una curva» ¡No, no lo harán! Mi cabeza empezó a doler y estoy segura de que varias de mis neuronas murieron intentando comprender esta tarea horrible.

—Necesito ayuda —decreté en voz alta, harta de tanto pensar.

Salí de mi habitación con libreta en mano, hay una sola persona que puede ayudarme con esta tarea del infierno.

Phoebe.

A Phoebe se le da demasiado bien la cuestión de los números, ella alega que es algo de familia, que su padre también es bueno en cualquier cosa que incluyan números, incluso los más elevados. Sé que ella podría ayudarme fácilmente ahora, pero como está en su salida de amigos con Nyl, hay otra persona que puede proporcionarme la ayuda que necesito.

Percy.

Voy hacia la habitación del pelinegro, noto que la puerta está medio abierta y que de ella sale las melodías inconfundibles de una guitarra acústica. Percy estaba tocando.

Medio asomo la cabeza por el umbral, él parece tan concentrado tocando la guitarra que no quise interrumpirlo. Esa melodía que toca se me hace conocida, escarbo hasta en la esquina más recóndita de mi cerebro, tratando de dar con la canción.

A Través De Mis Ojos Where stories live. Discover now