27. ¡Mapache!

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—Lo siento —dijo Phoebe con cara de arrepentimiento—, no quería ponerte otras preocupaciones, Polet.

—Lo entiendo, pero al menos me hubieras comentado la situación, Phoebe.

—Sí, sé que debí hacerlo —ella suspira, se quita un mechón rizado de en medio—, igual no deberías preocuparte, las cosas aquí no están tan malas.

—¿Están mejor tu papá y hermana?

—Van en ello —desvía la mirada un segundo de la pantalla, frunce el ceño y espía en busca de alguien—. Eh, Tyler, ¿Qué haces?

—¡Nada! —responde una voz infantil al fondo, Phoebe me comentó que está cuidando a su hermanito, un dulce niño de siete años idéntico a ella, bien podría ser una versión masculina y bajita de mi amiga.

—Claro... —responde ella, desconfiada, luego vuelve a verme—. Perdón, Polet, es que ese niño es una cosa difícil de cuidar.

—Descuida.

—Como te decía, las cosas están mejores, no perfectas, pero mejores. Mi papá está en recuperación y Mellie salió bien de su cirugía de rodilla, en unas semanas empezará la fisioterapia.

Según me informó Phoebe, el accidente que tuvieron su papá y hermana fue la semana antes de que ella saliera del país, un viernes, cuando venía de recoger a sus hermanitos de la escuela y estaba un canguro a mitad de la carretera. El papá de Phoebe tuvo que maniobrar al volante para no atropellar al animal, consiguió esquivarlo, pero perdió el control del auto y terminó chocando contra un árbol.

Los más heridos fueron su padre y hermana, que iban en los asientos de alante, mientras que Tyler solo recibió algunos rasguños en los brazos por los cristales rotos. Mellie, su hermana, tuvo una rotura grave en la rodilla más un par de costillas rotas, su padre tuvo una leve contusión en la cabeza que no pasó a mayores, también unas cuantas costillas rotas y un esguince en ambos tobillos.

No era bueno, pero al menos no hubo peligros mayores.

—¿Y tú mamá cómo está? —pregunté, acomodandome en mi cama. Casi iba a ser media noche y yo no podía pegar un ojo, Phoebe por su lado tiene un resplandeciente sol.

—Agotada, consigo ayudarla con las cosas de la casa, en la escuela con Tyler, pero en asuntos del hospital ella se niega a que vaya a ayudarla con papá y Mellie.

—Así que de ahí lo sacaste tú.

Ella se rió.

—Yo puedo con muchas cosas.

—Pero no con todo —refuté—, como tú estás para tus amigos, tus amigos quieren estar para ti.

—Hablando de amigos —esboza una sonrisa muy dulce—, he estado recibiendo muchas llamadas de Nyl y Percy, también me preguntan cómo está todo por aquí, hablan con Tyler, lo entretienen unos minutos en que necesito ir a hacer del uno.

Sí, ella es de usar esas palabras de «el uno» y «el dos»

—¿Lo conocen?

—Lo hicieron cuando mi familia fue de vacaciones a Holbrook, eran como unas sabandijas esos tres juntos.

Conseguí hacerme una idea de cómo pudo haber sido ese verano, divertido para los chicos, una tortura soportable para los demás integrantes de la familia Roberts.

—Nyl siempre me está escribiendo para saber cómo va todo y Percy me llama para hacerme compañía cuando preparo la cena aún con la diferencia horaria.

—Eso es muy tierno de ellos.

Phoebe asintió, sonriendo.

—Me comentó Percy que fue a visitarte el día del funeral de tu mamá.

A Través De Mis Ojos Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang