69 // it was my choice

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Era más que claro. Horner quería hacer todo un espectáculo alrededor de mi identidad, quería sacarle el mayor provecho a eso y hacer mucho dinero. De eso se trato todo el tiempo. Lo que me pagaban por ser parte del equipo ni siquiera era una fracción de lo que ganarían vendiendo entradas y promocionando ése evento.

Entonces una vez más, algo que debía ser mío por completo les pertenecía a ellos, a todos ellos.

Se suponía que yo iba a tomarme mi tiempo para primero poder explicarselo a Max y que él lo comprenda y luego decírselo al mundo durante la temporada para que las cosas no sucedan todas al mismo tiempo. Se suponía que era yo quien decidiera cuándo, cómo y donde eso suceda. Se suponía que ese era un momento mío y solo para mi. Pero ahora es suyo y harán millones con ello. Y yo no podía hacer nada porque claramente había aceptado ser suya completamente con tal de no quedarme sin un asiento el próximo año.

John me ayudó a conseguir un vuelo por la madrugada y le dije que caminaría un poco por el hotel cuando en realidad solo salí a buscar hielo para el dolor de muñeca que me molestaba constantemente llevando un par de píldoras en el bolsillo. Ya ni siquiera estaba irritada o angustiada. Estaba cansada. Las Vegas parecia ser el lugar más agotador del mundo con todas sus luces molestas y su fingida constante celebración de la misma nada. Pedí una cubeta de hielo y pregunte si la piscina del hotel estaba abierta, como todos festejaban o asistieron al gran premio, el hotel estaba completamente vacío, así que visitar la piscina con la vista completa de la ciudad del pecado mientras pensaba en lo sucedido era exactamente lo que necesitaba.

Con la cubeta de hielo aferrada a mi cuerpo sintiendo las gotas tocar y mojar mi camiseta, salí a la azotea del hotel con piscina y me senté en una de las tumbonas dejando la cubeta en el piso y metiendo mi mano completa en el hielo dejando mi brazo colgar del costado de la tumbona.

El cielo de Las Vegas jamás era oscuro, nunca. Toda la contaminación lumínica le impedía volverse nato y oscuro con sus estrellas en total naturalidad de su figura. Presentía que la vida pública era como el cielo de Las Vegas, y eso me aterro por completo. Una vez que colocaran un gran reflector sobre mi, jamás volveré a ser yo misma otra vez. 

Había cientos de personas en el mundo que hablaban sobre su experiencia siendo una figura pública y el porque nunca había sido una buena idea desde sus inicios. Yo ahora no podía elegir eso, ahora era su decisión.

Las palabras de Horner parecían perseguirme constantemente en el silencio y era muy difícil mantenerlas alejadas de mi cabeza cuando no había nadie alrededor para sacarme de ese bucle de pensamientos con los que no quería compartir la noche. Con la mirada fija en el cielo saque dos de las píldoras para el dolor que había traido conmigo y las trague sin siquiera acompañarlas con agua. Atravesaron mi garganta rasgando las paredes con la intención de no irse, jurandome que no pasarían pero al final lo hicieron. 

Deseé que la noche se hubiera terminado con esa victoria en ese podio, pero era como si deseara que nada hubiera sucedido después de mi victoria en Silverstone. No podía evitar estas cosas y mucho menos las palabras de Christian volviendo a mi una y otra vez.

Les prometió a todos la cabeza de la bruja más buscada que creían haber exterminado en la quema de Abu Dhabi hacía un año y yo no podía dejar de pensar en eso. 

Eso y el hecho de que los había dejado hacerlo. 

Al volver a la habitación del hotel, John ya tenía todo listo habiendo ayudado a hacer mi equipaje lo cual le agradecí muchísimo porque incluso sin ser su trabajo, él me acompañaría de vuelta a Faenza cuando podría haberse quedado festejando el triunfo del equipo toda la noche.

―Jean va a estar ocupada después de eso, Daniel está celebrando y no creo que tu chico sea la opción correcta para volver a casa esta noche―repaso en el auto mientras subíamos nuestras cosas para ir al aeropuerto en la madrugada. 

Capri Persson ⸻ F1Where stories live. Discover now