Capítulo 7: Héroes de Aventura

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El papeleo en el Gremio no les retrasó durante mucho tiempo, motivo por el cual, tras una hora después de que acabaran de desayunar, el grupo ya se encontrara delante de la torre de Babel, totalmente listos para adentrarse en el calabozo. Tanto Izuku como Katsuki también se habían preparado en el almacén de la Familia Loki.

Izuku había conseguido las partes de una armadura ligera que estaba acumulando polvo en el almacén y la llevaba encima de la ropa que había comprado con el dinero que había ganado en su primer día como camarero. Además, Aiz le había encontrado una espada corta que, según ella, le vendría bien para empezar a experimentar.

Mientras tanto, Katsuki solo había cogido unos brazaletes y unas rodilleras, considerando que una armadura le molestaría más que ayudarlo. Pero, en cambio, si que se había esmerado en elegir las armas. En su cintura llevaba colgando una funda con un cuchillo bastante largo, mientras que en su espalda llevaba envainada un sable dao que le había agradado bastante.

En el almacén, había equipo de mejor calidad, pero, las aventureras de primera clase les habían recomendado empezar con un equipo de peor clase; ya que, elegir uno de mejor podría entorpecer su crecimiento. Y, tras recibir unas pocas pociones y explicarles sus distintos usos, tanto Katsuki como Izuku estaban listos para su primera inmersión en el laberinto.

— Nosotras os seguiremos durante un rato y, cuando nos aseguremos de que no vais a morir y avergonzar al jefe, nos internaremos por nuestra cuenta. — Explicó Tione de forma desinteresada, aunque con cierto tono de amenaza. — Así que, andando.

— ¡Sí, Tione-sempai! — Izuku siguió a la amazona muy ilusionado, mientras que Katsuki solo corrió para alcanzar a Izuku y que no le dejara atrás.

Al alcanzar el primer piso, las aventureras lo guiaron a una de las estancias que no estaban tan llenas de aventureros y, cuando aparecieron los primeros goblins, se quedaron atrás. Para sorpresa de las chicas, tanto Izuku como Katsuki no desenfundaron sus armas, sino que se pusieron en guardia. Pero, las cuatro se sorprendieron cuando de la palma de Katsuki empezaron a aparecer lo que parecían pequeñas explosiones y cuando el cuerpo de Izuku empezó a brillar ligeramente, con pequeños rayos verdes circulando por su cuerpo.

— Full Cowl, 5%. — susurró para sí mismo Izuku mientras dejaba circular una pequeña cantidad de su poder por todo su cuerpo. Espero unos instantes y, al sentir que no se iba a desmayar, se lanzó rápidamente contra el goblin que se le echaba encima y lo estrelló contra la pared con una patada.

En cambio, Katsuki se había propulsado con sus explosiones hasta estar cerca de dos goblims y convertir sus cuerpos en ceniza tras dos explosiones en sus pechos.

— Vaya, no he podido ni calentar. — dijo decepcionado Katsuki.

— La verdad es que sí que ha sido un poco decepcionante. — susurró Izuku de igual forma tras aplastar el pecho de un goblin contra el suelo y hacer su cuerpo estallar en cenizas. — ¡Ah, Kacchan! ¡Se nos olvidaban las piedras mágicas! — Izuku se sobresaltó y empezó a buscar por el suelo las pocas piedras mágicas que habían sobrevivido al combate agresivo de los dos jóvenes.

— Creo que entiendo por qué se han unido a pesar de ser unos novatos. — susurró Tione desconcertada.

— ¿Sabes qué han hecho, señorita Tione? — preguntó Lefiya.

— ¿Una habilidad, tal vez? No estoy segura. — respondió la amazona.

— Aiz, ¿tú qué crees?

— No lo sé. — susurró la rubia. Aunque sus compañeras no fueron capaces de verlo, un ligero brillo de interés se podía notar en los ojos normalmente fríos de la Princesa de la Espada.

— Oye, ¿y si bajamos a otro piso? Estos extras no sirven ni como entretenimiento. — dijo Katsuki aburrido.

— Kacchan, igual deberíamos probar tu magia antes de bajar. Ya sabes, para saber cómo es. — dijo inocentemente Izuku, sin saber que sus palabras sorprenderían más a las aventureras de primera clase que tenían detrás de ellos.

— Cierto. A ver si recuerdo como era esta mierda... ¡Ya sé! — Katsuki se concentró y respiró hondo. Izuku se puso a su lado emocionado y para cubrirlo si algún monstruo dudaba en interrumpir sus pruebas.

Despertad, llamas del apocalipsis. Desencadenar el caos y la destrucción. Fuego del purgatorio. — Un grupo de tres goblims aparecieron por la entrada de la estancia y empezaron a correr hacia los dos novatos. Izuku se puso delante y los empezó a distraer mientras Katsuki acababa de cantar. — Llamas de la extinción, acudid furiosas ante mi llamada. Luz solar ardiente. Hálito de los mismísimos dragones. Drakinea Surtur. — Cuando el canto de Katsuki acabó, unas llamas rojas y anaranjadas salieron del cuerpo del hombre lobo para agruparse a ambos lados de su cabeza y formar dos pequeñas espadas de fuego. Como no había tenido entrenamiento con la magia y era su primera vez usándola, la forma de las espadas era bastante cutre y estas volaban un poco inestables cerca del cuerpo de Katsuki, el cual seguía centrado en mantenerlas. – Ignis. – Una de las espadas de fuego se enderezó y salió volando en dirección de uno de los goblims. El brazo del monstruo fue atravesado, provocando que la criatura soltara un grito de dolor. Pero, la cosa empeoró cuando la espada se iluminó y todas las llamas que creaban la espada se descontrolaron y explotaron en todas las direcciones, carbonizando al pobre goblim, junto a otro que se encontraba cerca. Solo quedaba uno, el cual estaba siendo distraído por un ágil Izuku que esquivaba los ataques de la criatura con velocidad y elegancia. — Deku. — eso fue suficiente para que el conejo de pelo verde se alejara de un salto y, con solo pronunciar otra vez la Spell Key, la última espada salió disparada y culminó con la vida del goblim de la misma forma que con los otros dos.

— ¿Estás bien, Kacchan? ¿Cómo es la sensación de usar magia? ¿Te sientes mareado o estás bien?

— Solo cállate y dame una de esas pociones de mente. — Izuku asintió e hizo lo que su amigo le pidió.

Este fue el inicio de la aventura de dos héroes en otro universo, y hubo tres chicas boquiabiertas y una con los ojos abiertos de la sorpresa como testigos de dicha hazaña. Pero, estos solo serán los primeros pasos de Izuku y Katsuki en el Calabozo de Orario.

Is It Wrong to Try to Be a Hero in a Dungeon?Where stories live. Discover now