Proteger a la gente es el principal objetivo de un héroe. Para Katsuki, cuando sale a la calle para enfrentarse a los posibles villanos, su cabeza le dice que ese también es su principal prioridad como estudiante de la U.A. y futuro héroe. Pero, su...
— Sabes que yo siempre estoy encantado de darte una paliza, Deku. No tienes que darme las gracias. — nos separamos y la grandiosa sonrisa de Izuku había vuelto. — Ahora, deja de manchar mi cama con tus estúpidas lágrimas y vete a dormir. — Izuku se deslizó por la cama hasta quedar sentado en el borde de esta, dándome la espalda. — Ya he tenido suficiente con una semana teniendo que aguantar tus patadas. Ahora déjame disfrutar de mi propia cama en condiciones. — Decir eso me ha costado más de lo que pensaba. Aunque es cierto que Izuku sí que da algunas patadas, nada puede compararse con levantarse por la mañana y encontrarlo acurrucado en mi pecho, como un gatito mimado. Tener que compartir cama con Izuku ha sido como tocar el cielo y el infierno al mismo tiempo. Aunque es cierto que, esta noche, la cama me pareciera más fría, preferiría no dormir con él. Principalmente por los problemas que conlleva su cercanía por las mañanas. Aún sigue sorprendiéndome que no se haya dado cuenta del problemilla mañanero con el que he despertado durante toda esta mañana.
— Kacchan. — Salí de mis recuerdos y miré a Izuku; el cual seguía en el borde de mi cama en vez de haber subido a la litera de arriba. — ¿Puedo dormir contigo? — mi corazón literalmente se detuvo durante un segundo entero tras escucharlo preguntarme eso. ¿En serio Izuku no sabes lo que provocas en mí? Porque estoy empezando a pensar que sí lo haces y haces cosas como esta pregunta solo para verme explotar por dentro. — No quiero dormir solo esta noche. — Vale, Katsuki. Tú puedes hacer esto. Solo tienes que decir una palabra: No. Es sencillo, muy sencillo. Tú has podido hacer cosas mucho más complicadas. Por All Might, le diste una paliza a All for One, esto es pan comido.
— Tsk, solo evita no darme patadas. Y apaga la lámpara antes de ocupar mi espacio.
Katsuki, ¡NO!, esto no es lo que tenías que decir, inútil. Sé que, tras ver su rostro sonrojado, ligeramente brillante por los restos de sus lágrimas y esos ojitos de corderito, puede ser muy, pero que muy complicado negarle algo; pero eres fuerte, Katsuki.
— Gracias Kacchan. — susurró Izuku sobre la piel desnuda de mi cuello tras meterse conmigo a la cama y abrazarme como un koala. — Buenas noches, Kacchan.
¡A la mierda todo! Katsuki, querías evitar esto precisamente. Sentir el agradable calor de Izuku sobre ti, sus manos rodeando tu torso y apretando fuerte, su cálido aliento en tu cuello y el sonido de sus ligeros y adorables ronquidos en tu oreja... ¿Por qué narices no quería sentir esto? Esto es el paraíso.
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P.O.V. Narrador
— ¡Atención! ¡Atención, familia! Tengo un anuncio para todos. — Loki gritaba mientras todos sus hijos seguían a lo suyo disfrutando de su desayuno.
— Por favor, tengo algo que anunciar. — A pesar de que el pallum no había gritado, todos se callaron y se giraron atentos hacia su capitán. La diosa se apretó el pecho y fingió desmayarse; aunque al igual que antes, todos la ignoraron. — Solo quería dar la bienvenida a nuestros dos nuevos miembros. Izuku Midoriya y Katsuki Bakugo. Espero que les deis un cálido recibimiento. — Hubo unos ligeros aplausos, pero todo el mundo volvió a centrarse en su desayuno poco después.
