8∆ Ser tuya, y de nadie más

117 11 1
                                    

Espero que disfruten la lectura🏵️

-Señora, ¿ha visto al señor Schratter?

Nada más verme, la señora Lindsay deja los ovillos de lana sobre el cesto que hay a sus pies, se levanta de la mecedora y se acerca a saludarme con las manos extendidas. Correspondo a su saludo, dándole mi mejor sonrisa, aunque sus pálidos ojos azules se fijan en las heridas en mi rostro, lo que me hace sentir vulnerable. No quiero tener que explicar qué me sucedió, o quién se atrevió a lastimar mi cuerpo, sólo quiero saber dónde está Schratter antes de que entre en pánico, y sienta en mis propias carnes lo mismo que él siente cuando piensa que voy a irme de su lado.

-Su marido estuvo aquí hace una hora, ¿cierto?

El señor Lindsay asiente con la cabeza sin despegar sus ojos del periódico que está leyendo.

-Creí que estaría con usted.

-Y yo con usted, señora Schratter. -responde el anciano, en un tono demasiado neutro para mi gusto. -Me ayudó a detener la fuga de agua de la 312, eso es todo.

¿Señora Schratter?

Me ha llamado señora Schratter.

-¿Se encuentra bien?

-Aún me estoy recuperando. -respondo, apoyándome en el mostrador a causa de la fuerte impresión. -Lo siento mucho. No tiene de qué preocuparse.

-¿Él le hizo esto?

-¡June, por favor! -exclama el señor Lindsay a causa de su indiscreción. El hombre cierra su periódico, se pone en pie y se acerca a la máquina de agua. -Beba un poco, vamos. Ha estado haciendo calor todo el día.

-Gracias.

Ingiero un poco de líquido frío, refrescando mi garganta, y me dirijo a la señora Lindsay.

-Schratter no me hizo esto. -le hago saber. Aunque también se lo hago saber al señor Lindsay, porque siento que debe estar midiendo al oficial con vara de hierro. -Se los prometo. No tienen por qué desconfiar de él, ni tampoco de mí. Seremos unos buenos huéspedes hasta que nos marchemos. Créanme.

-¿Se van a ir pronto?

-June...-le advierte el señor Lindsay.

-Necesito recuperarme un poco, descansar y alimentarme bien antes de emprender camino. -le explico. Schratter se aseguró de comprar provisiones en la tienda, también me consintió con unos cuántos donuts rellenos de dulce de leche, aunque nuestra discusión anterior me impidió recompensarlo por ello. -Tal vez una semana. Sólo entonces cogeremos la carretera otra vez, así que, mientras tanto espero que nuestra estancia no les suponga a ustedes un problema.

-Querida, claro que no.

Además, no podemos marcharnos hasta que Mike contacte con Wells, le haga saber dónde estoy y nos reunamos para hablar acerca de Michael Larsson.

-Si aseguras que él no te hizo esto, te creeremos. -me hace saber el señor Lindsay, lo que me lleva a confirmar que era cierto que estaba midiendo a Schratter secretamente. -Pero si me entero que lo hace, su trasero saldrá volando de una patada de aquí.

-No sucederá, se lo aseguro.

-Bueno, quizás ese muchacho dijo que necesitaba tomarse algo fuerte, así que le di la dirección del pub de Dog a un par de kilómetros de aquí. -confiesa la señora Lindsay, de repente.

Así que, ha preferido irse a algún bar a ahogar sus penas, en lugar de solucionar las cosas conmigo.

-Iré a buscarlo.

✨Naima✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora