6∆ A 🏵️ inside

95 18 5
                                    

Me apetecía subirles un nuevo cap💚 Espero que le cojan cariño a Naima y al señor Schratter.

—Naima. 

Los ojos de Naima se abren muy despacio como si les costara hacer frente a la luz del sol que entra por las ventanas de la habitación. Así que, no tengo más remedio que acercarme a ellas y correr las cortinas. Han pasado un par de horas desde que regresamos de la clínica, y, desde entonces, ella se ha entregado a los brazos de Morfeo. Al igual que un bebé. Parecía que era la primera vez en mucho tiempo que ponía la cabeza sobre la almohada, por eso, decidí dejarle toda la cama y dormir un par de horas en el sofá de la habitación que alquilé a 25$ por noche a una pareja de ancianos. Al parecer, regentan este motel desde hace siete años, y, dada la escasa clientela durante esta temporada del año, omitieron pedirnos ciertos requisitos obligatorios por ley. Aunque, eso se lo debemos más a Mike que a un golpe de suerte, porque fue el chico quién se encargó de hablar con la pareja, de asegurarles que nos conocía y también de que respondía por nosotros. Porque a Mike no sólo le bastó con guiarnos hasta la clínica en la que su novia ejercía de enfermera, sino salir en nuestra defensa cuando ésta exigió saber si yo era responsable de los golpes en el rostro de la escritora, y si no era la primera vez que se daba. El motero le aseguró lo contrario con una firmeza que lo volvió todo aún más extraño, ya que, incluso se atrevió a mentir diciendo que nosotros éramos viejos amigos, que me debía un favor y que Naima y yo éramos los tórtolos más enamorados de esta historia. Lo que, de alguna forma, llevaba a una verdad a medias y es que sí que hay alguien enamorado hasta los huesos, y no es precisamente ella. Naima, en ningún momento, ha aceptado sentir lo mismo por mí, o sentir algo semejante al amor. Tal vez se fugó conmigo porque no tenía otra salida, y al ser de esas mujeres que fluye como las olas del mar, adaptarse a este amor que le profeso no le ha resultado difícil. Al contrario, si supiera que mi amor es el que aúlla como los lobos a la luna cuando la siento cerca, aprendería a nunca soltarme de sus brazos. Y es que, a pesar de saber que no tengo ninguna posibilidad de convertirme en su compañero, aquí sigo, al pie del cañón, esperanzado en la idea de oír de su boca que me ama, tanto como la amo yo.

—¿Qué he hecho? —pregunta, restregándose los ojos con el dorso de la mano. —¿He hecho algo malo, bebé?

—No, ¿por qué dices eso?

Ella me analiza en silencio con ese par de ojos oscuros como si pudiera escuchar lo que se me cruza por la cabeza.

 —Estoy bien. —miento.

—Tienes esa expresión…—insinúa, un tanto confundida. Así que, no tengo más remedio que acariciar su rostro endurecido por el sueño, e intentar calmar sus temores. —Como si estuvieras preparándote para decirme adiós. ¿Es eso? —insiste. Yo niego con la cabeza, pensando en lo disparatado de la idea, aún cuando me he planteado la posibilidad de regresar a Portland antes de que sea ella quién me eche de su vida. —¿Quieres volver a casa, Schratter? 

—No.

—No te creo. —replica. E intenta incorporarse en la cama haciendo de lado cualquier ayuda de mi parte. —¡No me toques! —exclama a la defensiva. Ni siquiera entiendo cómo pudo rechazar esos calmantes para alejar el dolor de su cama, pero, ella aseguró a la enfermera que si se las tomaba, la cura sería más cara que la enfermedad. —Si quieres irte, puedes hacerlo.

—¿Y eso es todo?

Qué fácil le resulta deshacerse de mí.

✨Naima✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora