━ 34┊la entrada al inframundo

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Rhea y Grover se miraron como si de rivales olímpicos se tratase pero, la niña no aceptaba haber perdido tres veces consecutivas en piedra, era inaceptable porque nunca perdía... al menos, eso siempre pensaba ella.

—¡GG! Hiciste trampa, sacaste la tijera después que yo—Se quejó por completo la castaña viendo como el sátiro soltaba una carcajada—¡Vamos!

—No, debes cumplirlo, Rhea, cuando regresemos al campamento le dirás a Dionisio que me levante el castigo

—¿Y si me ignora? Sabes que no es fácil convencerlo de algo, GG

—Eres Rhea, Rhea—Declaró como si de algo obvio se tratase y para su suerte la susodicha lo entendió porque sonrió con egocentrismo—Nadie puede decirte que no

—¡Tienes razón! Lo haré... pero solo si le decimos a Annabeth y PJ que gané—Susurró con un puchero y mirando fijamente los ojos oscuros de su mejor amigo que negó para no ceder ante la tentación de la ternura de su amiga—¿Por fis?

—¡ah! De acuerdo... pero sabes que soy malo para mentir, si alguien pregunta golpéame primero—Pidió con miedo y luego asintió decidió para abrir la puerta de cristal frente a ellos después de escuchar un fuerte ruido adentro.

Rhea hizo una baile victorioso antes de seguir al sátiro en silencio.

Al menos hasta lo que pudo soportar.

—¡Oh! ¿PJ, ese anciano en esa cama es tu hermano?—cuestionó de manera desaprobatoria mirando al hombre que trataba de liberarse de las sabanas moradas—Si así luce Poseidon... definitivamente sacaste lo mejor de la Sra. Sally

Procusto soltó un suspiro ofendido ¿quién se creía esa niña para ofenderlo a él y a su padre? Sin embargo Percy solo sonrio con superioridad cuando comprendió que su mejor amiga lo había llamado guapo por segunda vez, y en esta ocasión estaba consciente al hacerlo.

Era un ganar ganar ¿no?

"No pasar" fue lo primero que leyeron, al menos lo que les dijo Grover  cuando entraron a la oficina del monstruo para visualizar una gran puerta negra con la advertencia del letrero de palabras confusas.

Gritos y más gritos se escucharon al momento que el mayor de ellos abrió la puerta.

—¡Huele horrible!—Se quejó la de ojos azules cubriéndose la nariz con asco, la última vez que recuerda algo así fue cuando el señor D y Q la mandaron a limpiar los establos... aunque no hizo mucho ese día, su nariz si lo recuerda.

Aunque este era peor.

La putrefacción junto al azufre acompañado de gritos lo hacía mucho peor.

—Si Grover, ¿seguro que este es el camino correcto?—Preguntó Percy cruzándose de brazos, si le decía que no lo primero que haría sería llevarse a su mejor amiga a que oliera las rosas que estaban afuera del local.

Irónico.

Quería ser solo su mejor amigo y sus pensamientos seguían pensando como si fuese su novio.

—Chicos, es el camino correcto—Respondió el pelinegro tocandose la cabeza preocupado, eso era real, habían llegado—Es el reino de los muertos o alguien dejó allí un cartón de leche por 90 años

—Suenan igual de feos... ¿Hay una tercera opción?—Preguntó tímidamente la de ojos azules deseando escuchar otra respuesta, había leído y visto Hercules más de diez veces pero jamás creyó que así fuese el inframundo.

¿Acaso no existían aromatizantes? ¿Lavanda? ¿Inciensos?

Oh, no.

¿Su madre y la sra. Jackson habían estado soportando ese olor todo ese tiempo? Definitivamente le gritaría a Hades por ser tan tacaño para no comprar alguna clase de pino.

𝐃𝐀𝐍𝐃𝐄𝐋𝚰𝐎𝐍𝐒 - pjoWhere stories live. Discover now