𝐃𝐀𝐍𝐃𝐄𝐋𝚰𝐎𝐍𝐒 - pjo

━ 28┊se que regresarás a mi

Incomoda.

Otra vez.

Annabeth estaba comenzando a sentir esa misma sensación desagradable de incomodidad ante la presencia del par de semidios, de hecho, que las luces estuviesen apagadas en ese absurdo tunel del amor no servía de nada para ella porque no podía engañar a su cerebro, este sabía que no verlos no cambiaba el hecho que Rhea y Percy estuviesen en el mismo espacio que ella.

La castaña soltó un grito emocionada y Percy solo jadeo sorprendido cuando reconocieron la melodía que comenzó a reproducirse de pronto.

—¿Qué está pasando?—Preguntó la niña de trenzas mientras la pequeña barca se movió bruscamente cuando Rhea giró hacia ella asombrada.

—¡Es Taylor Swift!—Respondió para escuchar un "¿Quién?"—¡¿No sabes quién es TayTay?! ¡Es una diosa! ¡PJ, anota intentar volverla Swiftie a la lista cuando regresemos al campamento.

La hija de Athena agradeció la falta de luz porque de lo contrario podrían ver lo avergonzada que estaba, admitía que decirles que nunca había visto una película fue raro pero ahora quería ahogarse allí mismo escuchó a ambos cantar la canción.

—Dedee, adoro esta canción—Susurró Percy moviéndose su cabeza lentamente al ritmo de Cardigan, y Rhea sonrió, lo sabía, Folklore era uno de los albums favoritos de su mejor amigo, gracias universo por complacerlo.

Sin embargo, la joven Chase se cruzó de brazos al tratar de escuchar la letra... si todo lo que Percy y Rhea le habían contando afuera y Afrodita le rompió el corazón a Hefesto por Ares... tenía sentido pero ¿acaso el dios de la metalurgia realmente estaba controlando eso?

Parecía más para un romance adolescente.

oh no.

Solo podía imaginarse lo vergonzoso que sería que los vieran desde el Olimpo con la música de fondo porque pensarían que era por ellos... lo cual era imposible ¿verdad?

—¡Me gusta el tunel! ¡Parece un concierto!—Declaró la de ojos azules cuando una luces violetas con destellos rosados formaron un corazón en las paredes haciendo que la oscuridad desapareciera por fin.

Percy volteó ligeramente su cabeza para mirar a su sonriente amiga que observaba las sombras de las animaciones que comenzaron a proyectarse... sabía que era la creación más perfecta que había visto en su corta vida pero ¿como podía pensar que Rhea era cada vez más perfecta en cualquier ocasión que la mirase?

Porque bajo las luces que iluminaron su perfil, el hijo de Poseidon sólo sonrió sin vergüenza alguna, no le importaba si Annabeth lo veía, solo le importaba si Rhea lo hacía.

Ella y nadie más.

—Bueno, ¿Ahora que es eso?—Soltó incomoda la morena para ganarse las miradas de los dos semidioses que regresaron su vista a las sombras en la pared.

—Espera, conozco esto... es la historia de Hefesto—Aseguró el rubio concentrándose en las imágenes donde ahora un hombre continuaba martillando un mesa—Rechazado por Hera... Rechazado por Afrodita

Annabeth levantó una ceja.

—Oh, tienes razón... tú mamá nos contó esto en las vacaciones. Ella decía...—susurró con nostalgia para mirar de reojo como Percy se tensaba ante la mención

Es increíble como alguien puede hacerte sentir como en casa, hacerte creer que si el mundo se derrumbaba no había nada de que preocuparse porque tú estabas con esa persona tan especial... para el rubio eso era exactamente lo que pasaba cuando Rhea estaba cerca, o cuando le hablaba... o cuando hacia cualquier cosa para apoyarlo; justo como ahora.