Naruto - Una gota de veneno ✔️

11 - Bromas en abundancia

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto

-:/

-/:

Capítulo 11

Broma Día 17

Oficialmente, el Escuadrón Especial de Asesinato y Tácticas, también conocido como ANBU, ocupaba tres edificios diferentes. Se trataba, por supuesto, de simples señuelos.

La verdadera oficina de la ANBU se encontraba en un edificio completamente distinto, en la parte opuesta de la ciudad, oculto en las oficinas de una empresa comercial. Estaba vigilada día y noche por al menos una docena de shinobi diferentes.

Sin embargo, esto no cambiaba nada para Naruto.

Hacía tiempo que había aprendido a acercarse a dicha oficina sin ser visto a ciertas horas, cuando las sombras eran lo bastante profundas como para arrastrarse hasta allí sin ser visible. Conocía a cinco personas (fumadores) que solían dejar las ventanas abiertas, y la mejor hora para esquivar las líneas de visión de las patrullas de los tejados. Podría entrar en el edificio sin ser detectado cualquier día.

En realidad, el genjutsu de Nanabō-oh era excesivo.

Una vez dentro, siguió un camino preestablecido que recordaba de hacía mucho tiempo, cuando era más joven. Tras una serie de días bastante malos, lo habían puesto bajo custodia de la ANBU mientras dichos ninjas intentaban averiguar qué había ocurrido. Cosa que, por desgracia, nunca hicieron.

Sin embargo, eso significó que un joven Naruto Uzumaki vivió junto a la ANBU durante casi un mes, comiendo en su cafetería y durmiendo en sus sofás. Incluso tenía una taquilla con las pocas posesiones que poseía en aquel momento.

Y hacia allí se dirigía. Con gestos silenciosos, dirigió al conejo mayor por los sinuosos pasillos del edificio, mientras Ichibo hacía de vigía desde su posición habitual en la coronilla del pelo de Naruto. El estudiante fue guiando poco a poco a ambos invocados hacia el lugar donde los ANBU dejaban su máscara cuando no estaban de servicio.

Una vez dentro (la habitación nunca se cerraba con llave, por si se producían convocatorias urgentes), el trío apartó rápidamente toda la sección de taquillas de la pared, y accedió a su contenido retirando el panel trasero, burlando así la seguridad incluso del ninja ANBU más paranoico.

"Ahora, mira con atención". dijo Nanabō-oh en un susurro, y sus patas empezaron a moverse. Liebre, serpiente, rata, tigre invertido, liebre. Luego alargó la mano y tocó la máscara ANBU que había en la taquilla que tenía ante él. "Lo importante de esta técnica es el estado mental del usuario -continuó en su tono bajo-. "Debe tener firmemente presente el pensamiento de que todo es normal. Practícala mientras preparo el resto del material". Extendió la mano y cogió un pergamino que colgaba del lateral de la mochila de Naruto.

El primer intento de Naruto fracasó. Al igual que el segundo, el tercero y así hasta el decimoséptimo.

"Estás usando demasiado. Inténtalo lo mínimo que puedas", dijo Ichibo desde su posición.

Intentar era la palabra clave. El jutsu volvió a fallar.

"Sigue siendo demasiado", respondió el conejo negro.

"¡No puedo sacar menos! Ya es bastante difícil sacar tan poco". Susurró, acordándose de no gritar en el último segundo.

Nanabō-oh volvió de la taquilla en la que estaba trabajando en ese mismo instante. "Enséñamelo, compañero".

El alumno lo hizo. "Otra vez", dijo el líder de los conejos, y una vez más Naruto obedeció.

La invocación sacudió la cabeza. "Prueba con éste". Liebre, serpiente, rata, tigre invertido, serpiente, dragón, rata invertida, rata invertida, dragón, liebre. "Recuerda el estado mental".