Naruto - Una gota de veneno ✔️

33 - Contratiempos

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto

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Capítulo 33

Broma Día 223

Naruto bloqueó el primer golpe y esquivó el segundo. Un simple paso atrás le sacó del alcance del tercero, y le dio una apertura perfecta.

Que no dudó en aprovechar.

"¡Punto!" Gritó el clon que hacía de árbitro. Los dos luchadores dieron un paso atrás.

"Ni siquiera he conseguido darte un golpe de refilón, Naruto", dijo Gaara con un suspiro. "¿Estás seguro de que esto ayuda?"

"Sí", dijo el clon. "Estás mejorando".

Lo peor era que eso era cierto. Desde que habían empezado a trabajar juntos en su Taijutsu, había avanzado mucho. Sus defensas eran mucho más firmes, sus ataques fluían mejor e incluso su velocidad había mejorado.

También ayudó que Gaara se sacara otro truco de la manga. Un día había llegado con unos grandes guanteletes hechos de arena, copiados de otro jōnin de la Arena. Normalmente, algo así perjudicaba al practicante y requería bastante entrenamiento, pero el control de la arena de Gaara hacía que eso no fuera un problema.

No, el principal problema era que Gaara era demasiado... mecánico en su lucha.

Seguía al pie de la letra las katas de la academia que le habían enseñado, sin desviarse lo más mínimo del patrón. Aunque esto no causaba muchos problemas en el aspecto defensivo, sus ataques eran poco inspirados y fáciles de anticipar.

Y luego esquivados.

"Sólo necesitas ser más creativo en tus ataques. Ahora mismo, eres demasiado fácil de predecir, y eso es un gran defecto", continuó el clon de Naruto. "Te recomendaría que buscaras otros estilos e incorporaras lo que te funciona a tu estilo personal".

Gaara asintió, dejando que sus guanteletes se desmenuzaran en la arena del desierto. Ni siquiera estaba sin aliento, a pesar de que ambos llevaban una hora entrenando.

"Aparte de eso, ejercicio, ejercicio, ejercicio", señaló el Kage Bunshin. "Sigues siendo más lento de lo que deberías, y por desgracia no hay dos maneras de solucionarlo".

Gaara volvió a suspirar. "¿No hay algo que dé... resultados más rápidos?".

El clon de Naruto enarcó una ceja. Eso no era propio de Gaara en absoluto; el Ichibi Jinchuuriki sólo había estado entrenando su arena antes de que Naruto llegara a Suna, y eso era más porque encontraba esos ejercicios relajantes que otra cosa.

Estaba claro que algo pasaba.

"Así no es como sueles pensar", señaló Naruto. "¿A qué se debe este cambio tan repentino?"

Gaara bajó la cabeza. "Estaba seguro de que te darías cuenta", suspiró.

Luego se sentó. "Desde que el ninja de arena capturado regresó de Konoha, el Consejo de Suna ha estado planeando y preparándose para elegir a un nuevo Kazekage. Ayer me enteré por Baki de que estoy en la lista corta de los que podrían obtener el puesto, y varios de los otros de la lista claramente no están interesados en este rango."

Los ojos del clon de Naruto se abrieron de par en par. "¡De verdad! Enhorabuena!" Dijo, dándole una palmada en el hombro a Gaara.

"¿No... te importa?", preguntó el genin de la arena.

"¿Por qué iba a importarme?"

"Ser líder de tu propia aldea ha sido tu sueño, por lo que has dicho en repetidas ocasiones", explicó Gaara. "Temía que te tomaras a mal que alguien tan joven como tú lo consiguiera antes que tú".