15- Nosotras.

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AppleJack apenas podía abrir sus ojos, había perdido la cuenta de las horas, pero a juzgar por la luz ya debía ser de mañana. Revisó su celular al lado del sofá y eran más de las siete de la mañana, además de que tenía tres llamadas perdidas de su hermanita.

Suspiró profundamente, tratando de recordar a detalle lo sucedido y así lo hizo, al recordarlo se sonrojó y recordó a su acompañante, la cual no se encontraba ahí.

Se cubrió con la manta y se dejó guiar por el rico olor que enmendia de la cocina.

—Cariño, despertaste.—Dijo colocando un plato con un apetitoso desayuno. —Espero que te guste. Siéntate.

AppleJack no estaba acostumbrada a que una persona ajena a su familia le preparara el desayuno, o incluso ella misma. Pero con aquella mujer fue distinto, incluso pudo sentir que tenía...

—Canela y manzanas. —Dijo terminando de saborear aquel pastel.

La peliazul incluso se preocupó por hacer el sabor familiar a lo que seguro la pecosa ya acostumbraba.

—¿Desde cuándo cocinas?

—No lo hacía, pero desde que probé las delicias de tu familia no dejé de pensarlas. No es la misma receta, su sabor no se compara, pero espero que te guste. —La rubia le sonrió.

—¿Bromeas? Eres buena. Aunque claro que no es igual a la de la abuela. —Ríe. —Pero si vienes un día de estos te podemos enseñar.

—¡OMG! Sería un placer. —Sonríe.

La rubia con una sonrisa se acerca más a ella, abrazándola por detrás y dejando un dulce beso en su mejilla.

—¡Basta! Me haces ver muy sumisa. —Dice totalmente sonrojada la peliazul.

—¿Ah, no lo eres? —Preguntó con sarcasmo.

Ambas se vieron Interrumpidas por el sonido de la puerta siendo tocada.

AppleJack rápidamente corrió a colocarse su camisa y su pantalón. Por suerte Rarity ya de encontraba vestida.

—¡Caray, ya voy! —Exclamó yendo a abrir la puerta. —¿AppleBloom? ¿Qué haces aquí? —Preguntó al ver a su hermana menor parada.

Aquella joven se veía deprimida.

—Sweetie Belle empezó a salir con Diamond Tiara. —Recordó entre lloriqueos. La rubia abrió sus ojos.

—¿Dijiste...Sweetie "belle"? —La más joven asintió.

—Es una de mis mejores amigas, nunca la invité de porque sus padres son un poco estrictos. —Suspiró. —Creo que me gustaba. —Volvió a lloriquear.

Esto fue escuchado por Rarity.

—¡Oh my god! —Exclamó.

Aquel lloriqueo se detuvo y con curiosidad AppleBloom abrió más la puerta, dejando ver a aquella peliazul con ambas manos en la boca.

—¡Hola, otra vez! —Saludó a la más pálida. —Un momento, ¿qué hace aquí? —Murmuró antes de volver a hablar. —¡Oh, no! ¿Escuchaste eso?

—Ay corazón, no te asustes. Escuché todo, pero no le diré nada a la pequeña Sweetie. —Dijo con una sonrisa.

AppleJack miró a AppleBloom y asintió.

—¿Están saliendo? —Ambas mujeres se ruborizaron.

—Bien pequeña, es hora de volver con la abuela. —Decía la rubia, acompañando a la más joven hasta la puerta nuevamente. —Te veo más tarde, caramelo. —Acarició su cabeza y cerró la puerta.

La más joven se fue.

La peliazul se acercó a la rubia, con la mirada baja.

—No sabía que a Sweetie Belle también le gustaban... cosas diferentes. —Decía cruzándose de brazos. —Si mi madre se entera, no sabría a dónde la mandaría con tal de que se "reforme".

AppleJack sintió su tristeza e impotencia.

—Tranquila, no creo que ella se deje pillar. —Le sonrió calidamente. —Esa inteligencia debe ser de familia. —Acarició su cabeza.

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Aquella castaña de tez cálida se encontraba en la biblioteca, estudiando para un examen que pronto tendría.

Pasaba de hoja al terminar de leer y se detenía para escribir en una hoja.

Estaba tan concentrada que no miraba a su alrededor.

—¡Wooah! —Se estiró, bostezando. —¡Oh, vaya! Que coincidencia, ¿también vienes a estudiar Twilight Sparkle? —Preguntó fingiendo sorpresa aquella peliroja.

La castaña maldijo interiormente al reconocer la voz, no fue necesario ni siquiera levantar la mirada de aquel libro.

—Ay no, ¿eso crees? Sólo estoy preparándome para una fiesta esta noche. —Respondió con sarcasmo.

—Escucha, Twilight, realmente lamento lo que pasó ese día. —La mencionada cerro su libro y la miró con molestia. —Bueno, no me arrepiento. El punto es que no debí aceptar ejecutar ese plan, realmente lo lamento. —Dijo, mostrándose arrepentida.

Twilight sonrió de lado, fingiendo pensar.

—A ver... —Miró su muñeca vacía. —Mira la hora, ya es tarde. Que mal. —Volvió a ser sarcástica.

Salió de la biblioteca, sabiendo que estaba siendo seguida por la peliroja.

De pronto dejó de escuchar sus pasos y se detuvo, miró atrás con confusión y en un movimiento rápido fue acorralada. Suspiró molesta al ver quién era.

—¿Siempre que quiera hablar contigo tendré que acorralarte? —Preguntó mirandola a los ojos.

Y mil veces más. [RariJack]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora