Es-- ma--im--io -- un- -ro-- Completa

Capítulo 42

—¿Cómo se llama la persona que estás buscando...?

Ha-jun miró alrededor de la oficina. El lugar donde llegó por la tarde era un lugar donde hacía todos los recados en secreto. Sin embargo, el interior es un desastre pero a él no le importa en absoluto el interior. Sus ojos inmediatamente se volvieron hacia un hombre llamado jefe sentado frente a él. Estaba sacando su cuaderno y anotando el pedido de Ha-jun.

—Kang Hae-chan.

Lo único que recuerda exactamente es el nombre, la edad y el hecho de que se graduó de la misma escuela secundaria.

Al principio pensó que Ryu Jeong-in había engañado a todos. Más tarde especuló que el presidente Kim también lo sabía todo. Aunque se trata de un matrimonio contractual, su padre es una persona codiciosa. La razón por la que su padre le pidió que se casara con Ryu Jeong-in, quien ni siquiera se nota, puede ser porque su padre es un pastor venerado, pero Ryu Jeong-in era Beta, por lo que no estaba mal como carta para usar.

Si es un Beta, no llamará la atención de Kim Ha-jun en primer lugar y no tendrá un hijo ni lo usará como arma.

—¿Cuánto tiempo se tardará?

El jefe del centro de recados mastica la punta del cigarrillo y calcula la fecha. '¿Diez días?' Ha-jun tomó el dinero de su bolsillo y se lo entregó. Cuando sale un gran fajo de dinero en efectivo, la tez del jefe cambia.

—Pago inicial. Te daré el resto inmediatamente cuando termines.

—Está bien. Lo encontraré lo antes posible. Soy el mejor en encontrar personas en Corea.

Kim Ha-jun se rió por su confianza. Después de hablar con el jefe del centro de recados, Ha-jun tuvo muchas ideas. Sintió curiosidad cuando descubrió que era un Beta. Quizás por eso Ryu Jeong-in cambió repentinamente hace 11 años.

Para encontrar la respuesta, primero debes encontrar a Kang Hae-chan. En este punto, no podrá escuchar nada incluso si le pregunta a Ryu Jeong-in. Más bien, intentará negar sus acusaciones.

Ha-jun, que fue a trabajar, llego a la oficina y se dirigió al ascensor, la secretaria del mostrador le dijo que alguien vino y dejó su información de contacto. Los ojos de Kim Ha-jun se entrecerraron mientras leía el memo. ¿Ryu Dong-chan? El tío de Ryu Jeong-in. ¿Cómo llegó aquí? Miró con expresión perpleja y la secretaria añadió.

—Le dije que no estaba, pero dijo que quería que lo llamara porque tenía algo importante que decirle.

—¿Cuándo vino?

—Ha pasado aproximadamente media hora.

Ha-jun asintió, dijo que lo había entendido y entró a la oficina con el memorándum. Llamó a la información de contacto que figura en la nota y alguien contestó el teléfono tan pronto como toma señal.

⌜¡Oye! ¡Sobrino político!⌟

La voz feliz le recordó una escena en la que Ryu Jeong-in lo pateó en el fondo de los arrozales. Ha-jun intentó ocultar sus emociones y lo trató con la mayor cortesía y respeto.

—Hola. Escuché que viniste a mi trabajo.

⌜Sí, pasé a ver tu cara después de venir a tomar un poco de aire fresco⌟

—Ya veo...

⌜Me gustó la compañía. Pensé que era como una oficina pequeña porque era una agencia de entretenimiento. No sabía que sería tan grande. Tu padre es una persona increíble. Apuesto a que impulsó el negocio de no hijo, ¿no?⌟

Ha-jun sonrió. Escuchó a Ryu Jeong-in advertirle a su tío que no saliera del orfanato, pero ¿por qué vino hasta Seúl y pasó por su empresa? Tenía una suposición, pero miró por la ventana fingiendo no saberlo.