39- Inquietud

32 3 26
                                    

Víctor:

Toda esta situación hace que me ponga nervioso, y sé que a los demás también, a pesar de que tratan de mantener la calma. Aunque admito que tienen razón: ¿qué se suponía que hiciéramos? Solo somos almas y Eileen no puede hacer mucho, pero lo que hizo hace un momento... ¿no fue algo riesgoso? Volteo a verla, y veo que libera un suspiro que parece ser de alivio, y su pantalla desaparece.

—¡Eileen! —gritan los chicos.

Ellos van directo a ella, exaltados.

—¿¡Estás bien!? —le pregunta Bianca.
—¿De verdad hiciste eso? —también le pregunta Hugo.
—¿¡Desde cuándo puedes hacer eso!? —y Leila hace lo mismo.
—¿En serio no te pasó nada por hacerlo? —vuelve a preguntar Hugo.
—¡Chicos, cálmense! —les dice Eileen—. Estoy bien, de verdad. Eso que vieron es lo mismo que hice cuando ustedes se ocultaban de los escarlatas. No podía permitir que se llevaran a Amaris, y no tuve otra alternativa más que interferir.

Ahora que lo pienso, Eileen siempre nos ha ayudado como pudo desde la distancia, y lo de hace un momento fue igual a algunas de las cosas que hacía para ayudarnos.

—Pero, Eileen, ¿no fue riesgoso hacer eso? —pregunto.
—Al parecer, ellos no saben exactamente de donde salió la fuerza mágica, pero Amaris reveló sus poderes frente a la líder, y eso probablemente hará que ella investigue sobre eso —dice Eileen.

Así que iba a suceder de todas formas.

—Iba a reaccionar cuando la líder hirió a Amaris, pero esa otra chica la distrajo. Jamás creí que se la quisiera llevar a la fuerza —habla Eileen.
—Son escarlatas, así que no me sorprende en absoluto —dice Leila.
—Por lo menos ellos ya no volverán a entrar al pueblo. Después de expulsarlos, sus acciones cometidas harán que el campo de fuerza les prohíba la entrada. No tendrán forma de ingresar, pero es posible que decidan vagar por el bosque —dice Eileen.
—¿Crees que vuelvan a intentar algo en contra? —le pregunto.
—Lo dudo, al menos por ahora. No sabemos exactamente qué vino a buscar la líder, así que es casi seguro que vuelva. Por ahora, hay que mantener la calma y avisarle a sus elegidos para que estén atentos.

Creo que ahora las cosas se volvieron más serias. De verdad quería creer que la sensación que Eileen sentía no llegaría a esto. Todos queríamos creer eso.

Amaris:

El camino fue algo intenso. Todas las personas están alteradas, provocando peleas y rompiendo todo a su paso, y ni siquiera miran si alguien puede salir herido. Tuvimos que tener cuidado para que no nos lanzaran algo, y pasar por lugares donde no hubiera tantas personas amontonadas. Durante todo el camino, tuve miedo de que alguien me reconociera y me culpara por todo lo que estaba pasando, pero parece que nadie vio nada, porque todos estaban mirando al suelo sin poder moverse cuando quisieron llevarme.

Busco mis llaves lo más rápido posible y abro la puerta para que todos entremos, y la vuelvo a cerrar con llave. Ni siquiera quiero encender la luz por miedo a que los escarlatas sigan allá afuera, pero de todas formas la enciendo.

—¿Están todos bien? —pregunto.
—Eso creo. No sé si puedo decir lo mismo de los demás —dice Luciana.
—Yo aún no proceso bien lo que pasó —habla Sebastián.
—Ni yo. Aún estoy confundido por esto. No creí que algo así pasaría ahora —también dice Benjamín.
—¡Ya nos habían advertido, pero quiero creer que esto es solo un sueño! Un sueño del que... voy a despertar —dice Sebastián.
—Yo también quisiera creer eso. Lo último que me imaginé fue ver a la señora Adelaida en el mundo humano —comenta Ariadna.

Ari quiso venir con nosotros, a pesar de que su casa no queda muy lejos de aquí. Dijo que por todo el lío del pueblo, se siente más segura si estamos todos juntos.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: May 13 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

El Resplandor de la MagiaWhere stories live. Discover now