27- Diferente

63 5 27
                                    

Búho (Altaír):

—Hace mucho que no pasas por aquí, Altaír —dice la joven de rizos rubios, con una delicada sonrisa en su rostro angelical, la cual forma parte de una de sus características más destacables—. ¿Qué te trae por aquí?
—Woohoo (Sentí que ya era hora de verte de nuevo). Woohoo (Tengo algunas cosas que decirte).
—¿En serio? ¿Y cuáles son?
—Woohoo (Bueno, el ambiente sigue normal. No he notado nada extraño aparte de las criaturas del bosque). Woohoo (También es sobre estos chicos, sobre la joven que permitiste que viniera y sobre el otro joven).
—Ah, sí, Víctor vino a hablarme de ella hace unos días. Me alegra que pudiera adaptarse después de todo lo que pasó.

Eileen desvía su mirada, la cual parecía preocupada.

—Woohoo (Eileen, no lo entiendo, tú sabes la verdad de ella, pero decidiste no decirle nada hasta ahora).
—Altaír, debes entender que las cosas no son así de simples. Por mucho que me hubiera gustado haberle dicho lo que le pasó, no puedo interferir en su proceso de recuerdos, eso solo provocaría que ella se pusiera en un peor estado. Prefiero que lo recuerde de a poco, a que se ponga aún peor por mi culpa. Ya le hice bastante daño trayéndola aquí.
—Woohoo (Sabes que no fue tu culpa).
—Sí lo fue. Desde hace siglos estoy debilitada de magia, y justo en el momento de abrir el portal tuvo que fallar por no saber manejarlo. Si hubiera medido bien las cosas no habría pasado. No puedo permitirme volver a cometer otro error así.

Eileen se sentía muy culpable por lo que le pasó a esa joven, y el hecho de que no pudiera ayudarla como quería la puso peor. Jamás creyó que las cosas terminarían así. Lo sé perfectamente, ella me lo ha platicado mucho.

—El haber mandado a Víctor fue para que ella supiera esa parte de la verdad. Noté que ya estaba en condiciones de saberlo.

Simplemente la observo, pensando en lo que Eileen acaba de decirme.

—¿Y qué pasó con aquel joven?
—Woohoo (Está recordando más cosas, pero temo que le pase algo).
—¿Por qué lo dices?
—Woohoo (Últimamente lo vi mal). Woohoo (Aún no recuerda de dónde proviene).
—Mmm... Su caso es bastante raro. Me dijiste que él tenía un trozo de cristal, pero no entiendo por qué. Ni siquiera puedo sentir su tipo de magia, debido a que está bloqueada.

Ni siquiera ella sabía de dónde salió ese chico. Él y la joven, Amaris, están en las mismas condiciones de perdida de memoria, por lo que tampoco puede interferir en su proceso de recuerdos, a menos que el nivel de riesgo baje.

—... Woohoo (Eileen, hay otra cosa que debo decirte).

Altaír desvía un poco la mirada, pero aún mantiene su mirada y postura firme.

—Woohoo (Él me mencionó algo de... una escarlata en el pueblo).

Eileen lo mira, estupefacta. La llegada de los escarlatas era una de las cosas de las que menos quería oír. Baja la mirada, todavía atónita.

—Woohoo (Fui a buscarla hace unos días para verla, y te puedo asegurar que no se parece a una). Woohoo (Parece ser inofensiva).
—...
—Woohoo (Eileen, ¿estás segura de que ellos volverán?).
—... Altaír, vengo sintiendo esto desde hace años, pero últimamente lo he sentido cada vez más fuerte. —Coloca sus manos en su pecho—. Cuando las cosas se calmen, iré a ver a los portadores.
—¡Woohoo! (¡Eileen, sabes que no puedes ir!) Woohoo (Puede ser peligroso).
—Debo dar la cara en algún momento. Sé perfectamente que puede ser peligroso para mí, pero descuida, mientras tanto seguiré estabilizando mi magia para que las cosas salgan bien, y para que Amaris pueda volver a su dimensión cuando sea necesario.

Eileen ve que un pequeño animal trata de bajar de un árbol, y lo ayuda haciendo crecer a una planta hasta él.

—Debemos estar preparados para cualquier cosa.

El Resplandor de la MagiaWhere stories live. Discover now