18- Aparición

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Hernán:

—... Maldita bestia.

Estoy en la orilla del lago, intentando limpiar la herida de mi cara.
Aún no comprendo por qué me atacó, pero recuerdo que los monstruos de ramas son los que nunca me atacaron, y el de ayer no lo era. No había de esas cosas antes, así que tendré que tener cuidado.

—Woohoo.
—¿Tú de nuevo? —hablo en un tono molesto y sorprendido.

Genial, es el búho. ¿Qué hace aquí? Desde hace un tiempo que lo conozco, pero no suelo verlo tan seguido. Es raro, porque entiende lo que le digo y yo también lo entiendo. Debe ser una especie de criatura mágica o algo así.

—¿Qué quieres?
—Woohoo.
—¿En serio? —molesto.
—Woohoo.
—¿No puede ser en otro momento?
—Woohoo.
—... —Frunzo el ceño.

Levito hacia el árbol en el que se encuentra. Desde que me lo encontré ha venido a buscarme de vez en cuando para charlar... ¿de mí? No sé por qué.

—Woohoo.
—Igual que siempre, supongo. —Sentado al lado del búho.
—Woohoo.
—¿Esto? —Señalo mi herida—. Me atacó un estúpido monstruo.
—Woohoo.
—¡No me confíe, sino que me tomó por sorpresa!
—Woohoo (Está bien). Woohoo (¿Viste más fragmentos de recuerdos?)
—... Ehh-
—Woohoo (¿Qué viste?)

Creo que supuso que no le quería decir y se adelantó al preguntar. A veces suelo decirle algunas cosas, porque por alguna razón confío más en animales que en personas. Bueno, a pesar de que es un animal parlante, pero no cambia mucho la cosa.

—... Creo que... me estaban dando latigazos. —Bajo mi cabeza—. Pude sentir el miedo y el enojo en ese momento.
—Woohoo (¿Algo más?)
—A mucha gente en lo que parecía ser un salón. No estoy del todo seguro.
—Woohoo (Bien). Woohoo (Hablemos de tu comportamiento).
—... No otra vez —murmuro algo molesto.
—Woohoo.
—¡Sí, lo sé! ¡Me comporto como un idiota! No hace falta que lo digas —rodeo mis ojos.
—Woohoo.
—¿Y qué quieres que haga?
—Woohoo.
—Ja, ¿amable? En algunos recuerdos pude sentir tristeza, enojo, miedo, ¡hasta me sentí traicionado de algún modo! De seguro recibí un pésimo trato en el pasado, y si eso fue por ser débil entonces no lo volveré a permitir.
—Woohoo.
—¡No puedo confiar en ellos! ¡Apenas los conozco!
—Woohoo (¿Y esa muchacha de la que me hablaste?)
—...

Ah, Amaris.

—Woohoo (Dijiste que estaba en una situación similar).
—Pff, no confío en ella. —Cruzo los brazos—. Tanta amabilidad se me hace sospechosa.
—Woohoo (A ti todo te parece sospechoso).
—¡No puedo evitarlo!
—Woohoo (Entiendo que debido a tu pasado optas por tener ese carácter). Woohoo (Debe ser difícil pasar por algo así, lo sé), woohoo (pero debes saber que así no lograrás nada).
—Dudo que aún siendo "bueno" logre algo.
—Woohoo (Es que tú tampoco diste una buena impresión al principio). Woohoo (Si lo intentas ahora, costará un poco que te vean de otra forma).
—... No entiendo cómo es posible que pueda entender cada cosa que me dices.
—Woohoo (Solo me dejo escuchar con quienes lo necesitan).

Búho se dirige a un hueco en el árbol y saca una manzana y me la ofrece.

—Woohoo.
—... —Miro la manzana.
—Woohoo (Necesitas comer algo distinto).
—... —La tomo.
—Woohoo (No confías en ellos pero sí en mí).
—Bueno, eres un búho. ¿Qué podrías hacerme?
—Woohoo (Tiene sentido).

Se da la vuelta y vuela lejos. He visto que sus luces son normales, por lo que solo es un "búho especial". Me voy del árbol mientras levito y como la manzana.

(...)

—Oscureció bastante.

Estuve merodeando por el bosque por un rato, básicamente no tengo mucho que hacer. Casi llegando al pueblo veo a dos personas hablando, y me escondo rápidamente en un árbol.

El Resplandor de la MagiaWhere stories live. Discover now