By chance | Gavi

51. La decision

Capítulo 51
Ara

Llevo todo el día de los nervios. Hoy Jorge, quién lleva siendo mi jefe todos estos meses, me ha convocado a una reunión en su despacho.

Que bueno es lo mismo que hace todas las semanas, pero hoy vamos a hablar de futuro. Concretamente del mío.

Me va a dar algo.

—Buenos días.—saludo cuando entro en su despacho. Por suerte, mi voz no delata los nervios que tengo.

—Siéntate.—me pide señalando una de las sillas. Hace apenas un par de semanas estábamos en esta misma situación pero porque se había filtrado toda mi información personal y mi relación con Gavi.

Ahora todo eso parece tan lejano e irrelevante.

—¿Se ha decidido algo?

—Paciencia Ara.—me pide el que ha sido mi jefe durante todo este tiempo. Me parece increíble que la temporada este apunto de acabar.

Han pasado tantas cosas.

Desde empezar en el club, ir al mundial, Gavi, la feria de Sevilla. Ha sido todo una completa locura.

Y encima me llevo a los mejores amigos del mundo. Barcelona y el Barsa me lo han dado todo.

—Tengo paciencia.—le respondo tamborileando los dedos sobre la mesa. El alza una de las cejas ante mi gesto, pero termina pasándolo por alto.

— El tema es el siguiente, aquí queremos que sigas con nosotros.—sonrío ante sus palabras.—El trabajo que has hecho todos estos meses ha sido increíble.

Cuando se lo diga a Gavi y Pedri van a arrepentirse de haberse estado metiendo conmigo.

—Muchas gracias.— a nadie le disgusta que le halaguen.

—El único problema es que ahora eres un personaje público, por tanto vas a encontrarte en situaciones como las que has estado viviendo las ultimas semanas. La prensa es así, ya lo sabes.

—He podido vivirlo de primera mano, si.

—Bueno, dicho esto, toma una decisión y cuanto antes nos la comunicas.—asiento y me despido de él para volver a las tareas que me tocan.

Les hablo a Pedri y Gavi, que acceden a venir conmigo esta tarde a intentar tomar una decisión. Tienen entrenamiento todo el día, pero como siempre son capaces de encontrar tiempo para mí.

Obviamente soy la favorita.

La situación es la siguiente, y es entre lo que tengo que intentar decidir. El Barsa quiere que me quede con ellos, en Barcelona.

Aquí están mis amigos, mi novio y un trabajo ideal que me encanta.

El problema viene porque el otro día tambien me llamaron para ofrecerme una oportunidad en el Atletico de Madrid. Ese es mi equipo, el club de mi vida y también estaría en Madrid, cerca de mi familia y amigos.

Es complicado.

—Haz una lista de pros y cons.—me propone Pedri, que está comiendo palomitas en el sofá de su casa. Como los últimos días ha sido él quien me ha hecho de chofer y no Gavi.

Benditos sean los cristales tintados del coche.

—Si eso ya lo he hecho.—me quejo.—Pero es imposible elegir entre esas dos cosas. Están empatadas.

—Algo tiene que inclinar la balanza.—suspira el futbolista, que está cansado ya de escucharme quejarme de lo mismo.

—No se el que.

—Me siento ofendido.—responde Gavi, que al lado de su amigo me observa dar vueltas por el salón.

—Me importas pero esto es muy importante.—mi novio se ríe antes de volver la atención a la lista que estamos analizando.

—Rubia, tiene que haber algún criterio que sea más importante que el otro.

Si, seguro que lo hay. El problema es que no se cual es.

—No es tan fácil, porque si lo fuera, pues no estaríamos teniendo esta conversación.—gruño. No tengo muy claro porque pero esta siendo la decisión más difícil de tomar de toda mi vida, y no es la primera complicada que tomo. El venirme a Barcelona desde tan lejos fue bastante dificil, sin embargo ha merecido la pena.

Eso es lo que me hace plantearme volver a casa. Además que tengo que pensar en lo que es mejor para mi futuro.

—¿Qué opinan las chicas?—pregunta Gavi, que sigue con su ritmo nervioso de golpes. No me lo ha dicho aun porque se que no quiere preocuparme, pero para él esta situación también es tensa. Al final es su novia tratando de decidir si van a seguir viviendo el uno al lado del otro o si van a meterse en una relación a distancia.

Y no es solo eso, sino que nosotros nos vamos todos los días.

—Evidentemente me han dicho que me quede en Barcelona.—pero ellas no son jueces imparciales, porque lo que no quieren es que me vaya. Al final nos hemos hecho demasiado amigas como para estar lejos las unas de las otras.

Joder, es que tantas cosas han pasado en este año. Barcelona ya es mi hogar.

—Ansu dice lo mismo.—me enseña Pedri la pantalla de su móvil, donde hay un mensaje del futbolista.—Así que no te molestes en preguntarle porque ya sabes lo que va a pasar.

Nos tiramos de los pelos un rato más sin conseguir llegar a ninguna conclusion. Por suerte, Gavi tiene pensado para nosotros nuestro plan favorito. Cuando llegamos a casa vamos directamente a la cama a ver una película y comer pizza. Sabe que es un mal día, porque sino me hubiera puesto mil excusas para mantener su dieta, pero hoy no se ha quejado en ningún momento.

—No quiero que te vayas.—murmura contra mi pelo cuando estamos acurrucados entre las sábanas.

—Yo también te quiero.—le respondo con un beso en los labios.

Cuando voy a alejarme, sus manos me agarran de las caderas y me acercan a él. Profundiza el beso, y nos dejamos llevar, pegando nuestros cuerpos como si fueran uno.

Por desgracia, el sonido de una llamada entrante rompe el momento.

—Más vale que sea importante.—grita cuando me levanto a cogerlo. Es un numero oculto, a saber.

—Hola, ¿Ara García?—pregunta una voz al otro lado.

—Si, la misma.

Cuando cuelgo la llamada, las cosas están claras. Parece que ya sabemos donde estaré al año que viene, ahora solo queda que al resto no les parezca mal mi plan.

Especialmente a Gavi.

Fin

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¡Nos leemos en el epílogo!