5. Partido

3.6K 133 4
                                    

Capítulo 5. Partido

—Es une buena forma de empezar la semana.— se suponía que no tenia que volver a ver a Jorge en un futuro cercano, pero tras el incidente con los periodistas el lunes hoy me ha mandado a su despacho.
Ayer fui el centro de atención en la oficina, recibí un par de miradas indiscretas hasta que Clara, la agente de Pablo Gavi, decidió acercarse a mi y preguntarme por lo que había pasado.

Le conté lo sucedido y me devolvió una sonrisa amable acompañada de un: "error de principiante" y luego grito por la oficina: "os lo dije, simplemente la acoso la prensa", con lo que consiguió que las miradas pasaron de curiosidad a comprensión.

Supongo que la noticia la he llegado hoy a Jorge. No he visto a Gavi desde entonces, pero me imagino que su posición tiene que ser infinitamente peor. Yo de momento no he recibido ningún tipo de acoso más allá del que me ofrecieron Lucia e Inés, que me preguntaron hasta que perfume utiliza el futbolista. Creo que empezaron a desvariar de más.

—Lo siento.—respondo tratando de no sonar como una inepta. Lo que más miedo me da es no demostrar lo que valgo y lo preparada que estoy para este puesto. —No se me ha vuelto a olvidar la tarjeta.—le digo señalando al pequeño cartelito que me acredita como empleada de la empresa.

—No pasa nada, como ya te dijo Clara son errores de principiante.—me dice restándole importancia. Aún así no puedo evitar sentirme frustrada. No quiero ser una principiante. —De todas formas quería verte para preguntarte otra cosa.— Espero de corazón que no me vaya a preguntar algo de Gavi, el chiquillo es majo pero no le conozco de absolutamente nada más que un paseo en coche y de que me salvara de ser acosada por una periodista que no aceptaba un no por respuesta.

—Dime.— respondo tratando de ocultar mis nervios y sonar lo más profesional posible.

—Esta tarde hay un partido importante en el campo. ¿Te ves capacitada para ir y cubrir la noticia? Se que está fuera de tu horario, pero creo que puede ser una oportunidad buena de aprendizaje. Simplemente tendrías que cubrir la noticia, Lara, que es la que suele narrarlas estará contigo en todo momento para que puedas preguntarla y no te agobies. Puedes decir que no, sobre todo después de, incidente entiendo que no quieras aparecer mucho delante de la prensa, pero como te he comentado creo que es una oportunidad única.

Me acabo de quedar sin palabras. La verdad es que es una oportunidad increíble y no puedo decir que no. Es literalmente meter un pie dentro del campo para contar el partido. Que mas puedo pedir.

—La verdad es que no puedo negarme, es una oportunidad única.—respondo sinceramente.—Muchas gracias por la oportunidad.

—En ese caso, puedes acercarte al despacho de Lara y ponerte con ello ahora mismo.—asiento con la cabeza y salgo del despacho hacia la oficina de Lara.

Un rato mas tarde tenemos una batería de preguntas y respuestas. Nuestra función es doble, por lo que acabo de aprender, por un lado tenemos que gestionar a los medios que vengan de otras empresas y por otro tenemos que generar contenido para nuestra comunidad. Las dos vamos a estar dedicándonos a ello desde antes de que empiece el partido.

Mis padres están flipando aún, están muy orgullosos de mi. Inés y Lucia están intentando que les consiga entradas para el partido pero la realidad es que no soy tan importante. Aún así me han dicho que luego lo vamos a ir a celebrar. Me encanta que sean de ese tipo de personas que se alegra de tus éxitos, necesito gente así en mi vida.

Nos vestimos con el uniforme, que no sabía que existía, pero lo hace. Y menos mal, no me apetece tener que lidiar con más prensa rosa, aunque lo más probable es que lo tenga que hacer. El lado positivo es que hoy me verán con la acreditación y que tengo a Lara y mas miembros del equipo conmigo, por lo que no tendré que enfrentarme a ellos.

—¿Estas nerviosa?—pregunta Lara mientras marca los botones del ascensor. Llevo mi carpeta comprimida contra el pecho y la acreditación colgando del cuello. Estoy teniendo un ataque de síndrome del impostor y me late el corazón a mil por hora dentro del pecho.

—Si. La verdad es que si. Creo que me voy a morir de los nervios.—respondo con una sonrisa nerviosa.

El estadio está a cinco minutos andando de la oficina, así que caminamos hasta allí cruzándonos con un par de aficionados que a penas nos miran cuando pasamos por su lado.

—A los hinchas les damos igual, literalmente tu mayor enemigo aquí es la prensa. Bastante irónico ¿a que si?.— me explica Lara una vez enteramos en el campo. Cogemos otro ascensor hasta la sala de prensa donde son las ruedas de prensa y hay áreas de descanso para periodistas. —Bueno, hemos llegado. Esa zona del fondo está reservada para nosotras. Tenemos cinco minutos antes de bajar abajo y ponernos a ello.

—Genial.— dejó mi carpeta en la mesa que ha señalado y observó todo lo que me rodea. Hay cámaras, micrófonos, mas periodistas cargados con sus equipos, una mesa con comida y carteles con noticias del Barça por todos lados. Se siente como un sueño hecho realidad.

—Nos vamos para abajo, Joan está ya allí probando ángulos para el contenido en redes sociales. Los jugadores están a punto de llegar así que vamos a intentar controlar a los medios que hayan venido y si ves que alguno de los chicos tiene tiempo podemos hacerle alguna pregunta. La clave es que no te acerques más a Gavi de lo necesario para evitar más noticias.

—Perfecto, todo comprendido. Estoy lista.—la digo respirando hondo.

Cierro los ojos un segundo y cuando los vuelvo a abrir estamos en la marabunta de periodistas histéricos mientras bajan los jugadores del autobús. No se muy bien porque no han venido cada uno en su coche, supongo que porque el partido de hoy es importante.

Van pasando y algún periodista les hace alguna pregunta, Lara me indica con la cabeza que no es buen momento, parece que los chicos van con prisa.

—Tendremos suficiente tiempo para preguntarles después.— añade cuando nadie nos está escuchando.—Mira ahí está tu amorcito.—comenta con una sonrisa burlona, sabe perfectamente que Gavi y yo no nos conocemos más que del encontronazo, pero supongo que le gusta picarme.

—Por dios, nada mas lejos de la realidad.—le respondo negando con la cabeza.

—Parece que él no piensa lo mismo.—dice. Cuando me giro para ver a los jugadores pasar, Gavi me mira y me sonríe.—Te lo dije.—me susurra de nuevo.

Honestamente, creo que estoy soñando.

By chance | GaviWhere stories live. Discover now