By chance | Gavi

41. Colchonera

41. Colchonera
Ara

—Mucho ánimo colchonera.—Ansu me ha traído al campo, y se ha dedicado todo el trayecto a meterse conmigo.

Evidentemente no quiero que pierda el Barsa, pero tampoco quiero que gane. Además, como de desagradable va a ser pedirle una foto a De Paul o Griezman y salir con la equipación del equipo contrario.

Me estoy imaginando ya las risas de Pedri cuando se las enseñe.

A Gavi le he visto esta mañana, y está haciendo un muy buen intento por parecer el "amigo" al que le da pena mi situación; pero está claro que se está partiendo de risa también.

En fin, cosas que solo me pasan a mí.

Culpa mía por haberme liado con el enemigo.

Entro en el palco de prensa, donde ya nadie me mira con cara de "¿Quién es esta niña y qué hace aquí?". Desde que se corrió el rumor de que estuve con la selección, me he ganado bastante mas respeto entre mis compañeros.

—¿Y esa cara?—me pregunta Clara, la manager de Gavi, cuando me ve coger las doscientas acreditaciones y colgarme las al cuello.

—Soy del Atleti.—bufo. Ella se ríe a mi lado al igual que mi jefe, Jorge.—Tú no te rías mucho, que se que me has puesto hoy aposta.

—Es parte del aprendizaje, tienes que aprender a ser neutral en estas situaciones.—me dice. Claro, todo esto tiene ese propósito y no el de molestarme porque soy la nueva.—Es como confraternizar con el enemigo.

Bueno, eso técnicamente lo estoy haciendo muy bien. Pero claro, no creo que mi jefe se refiera a que me lie con los jugadores del equipo.

—Por cierto, hiciste un increíble trabajo en la selección.—un cumplido así por parte de la manager de Gavi me vale muchísimo. Ella también estuvo allí, pero no nos vimos mucho ya que estábamos trabajando en círculos relativamente distintos.

Ella busca lo mejor para Gavi y yo me dedicaba a crear contenido para redes. Lo de generar contactos es algo que no domino aún, pero igual no me viene mal hablar con ella y que me de algunos trucos. A fin de cuentas, cuando se cabe esta temporada no se donde estaré.

—¿Bajamos?—me dice Clara cuando tiene todo su material.

Me siento un poco ridícula, el mío es un teléfono móvil con la cuenta de instagram y una libreta con preguntas para hacerle a los jugadores en la televisión del club cuando acabe el partido. Pero bueno, mi trabajo es igual de válido que el del resto.

Hoy llevo la camiseta de Ansu, porque como me ha traído en coche tenia que devolverle el favor. Además Lucía no ha podido venir a este partido, así que voy a tener que hacer de apoyo moral por ella.

Los chicos estan terminando de calentar cuando llegamos al césped. Me acerco a ellos móvil en mano para grabarles mientras lo hacen. Pedri le guiña un ojo a la cámara cuando llega su turno.

—Normal que así ligues tanto.—le regaño.

—Uno tiene que conseguir novia como sea, no se pueden desaprovechar recursos.—me grita alejándose.

—¿Le creamos un perfil de Tinder?—ahora es Ansu quien esta pasando por delante del móvil.

—Ala, me va a tocar quitarle el audio al clip. Tú céntrate en el partido y no me des motivos por los que celebrar.—ahora tiene que estar enfocado en ganar, no en que le hagamos un Tinder a Pedri. Lo cual, por cierto, no me parece tan mala idea.

—Buenas tardes, rubia.—el que faltaba.

—No me vaciles, Gavira.— mi jugador favorito se aleja de la banda con una sonrisa. Este chico necesita ser un poco más disimulado, o antes de que cante el gallo, toda la prensa va a darse cuenta de lo que está pasando.

El partido comienza. Como siempre, el estilo de juego del Atleti es bastante más agresivo que el del Barsa. Es verdad que desde que Gavi está en el equipo, algunas jugadas se han vuelto más agresivas tambien, pero aun distan del nivel que tiene el Atleti. Juegan a matar a veces.

De Paul pasa al lado mío por la banda y me entran muchísimas ganas de gritarle algo, pero claro, me tengo que aguantar porque mientras este trabajando soy del equipo contrario. Que sufrimiento de partido me espera.

Al final el marcador acaba 1 a 1. No es el mejor caso para ninguno de los dos equipos, pero para mi sí. Estoy contenta, así no ha ganado ninguno.

—¿Estás contento con el resultado?—le pregunto a Pedri en la entrevista. Como siempre, llevo el pelo recogido e intento que no salga ni un solo centímetro de mi cuerpo en la pantalla. Otro día mas escondiéndome de la prensa rosa.

—Una victoria hubiera sido mejor.—pongo los ojos en blanco haciendo que sus labios se curven en una sonrisa.—Pero no estoy del todo descontento con el resultado, esperemos que el próximo partido salga mejor.—su acento canario es más notorio que nunca ahora que está jadeando por el esfuerzo.

—Genial, muchas gracias.—termino las preguntas con Pedri y paso a Lewandoseki, que responde de manera similar.

La parte de las entrevistas no me disgusta, pero como generación Z, las redes sociales me parecen mucho más entretenidas. Además que es una oportunidad ideal para que los jugadores se muestran tal y como son en pantalla. Cada vez que subo una historia de Pedri o Gavi les suben diez mil seguidores nuevos. Ese es el nivel de impacto.

Por fin acabo mi trabajo. Los jugadores del Atleti han empezado a marcharse al igual que los aficionados, aunque la mitad del estadio está aún lleno.

—Ara.—me llama Gavi disimuladamente. Lleva una toalla en la mano intentando quitarse el sudor de la frente.—Ven un segundo.

Me acerco a él y es cuando me doy cuenta de que me está llevando con De Paul.

—¿Qué dices?—estoy como en un sueño ahora mismo. —Soy Ara, encantada.

—Me ha dicho Gavi que eres del Atleti pero estás trabajando aquí.—Dios mío no me puedo creer que este hablando con él.

—Justo. ¿Nos podemos hacer una foto?

—Claro.

Gavi nos hace la foto y yo le doy las gracias.

—Eres el mejor Gavira.—le digo cuando los dos echamos a andar por el túnel de vestuarios.

—Para que luego te quejes de mi.—me susurra en el oido.

—Mantén las distancias.—siseo de vuelta. El sentir sus labios tan cerca de mi piel ha conseguido que se me ponga de gallina.

—¿Nerviosa?—me dice con tono de broma.

—¿Por tu culpa? Nunca.