By chance | Gavi

3. Encontronazos

Capítulo 3

Encontronazos

ARA

—Bueno, pues eso es todo. ¿Tienes alguna pregunta?— Jorge, el jefe del departamento de comunicación me ha dado la bienvenida. Toda la mañana ha estado enseñándome la oficina y presentándome a todo el mundo. He conocido a tanta gente que no me acuerdo de ningún nombre.

Un buen comienzo, desde luego. Hay tanta gente en esta oficina que ni con un mapa conceptual acabaría de saber quién es quién.

—De momento creo que no.— me ha explicado también mis funciones.

Por el momento voy a estar encargada de la redacción de contenidos y de cubrir los partidos. Bueno, voy a ayudar a la gente que trabaja haciendo eso. Aunque me ha dicho que voy a ir rotando por todos los puestos para que pueda aprender un poco de todo. No podría estar más contenta con las prácticas. Son todo lo que siempre he soñado.

—Genial, te veré entonces por aquí y ya sabes que para cualquier cosa que necesites puedes contar tanto conmigo como con el resto del equipo. Bienvenida oficialmente al Barça.— me estrecha la mano y me ofrece una última sonrisa antes de acompañarme a la puerta.

Sigo flipando de que esto sea real y sea mi vida.

—Muchas gracias, aquí estaré mañana.—me despido de la chica de secretaría y salgo hacia el calor horrible de la ciudad.

Es la hora de comer y tengo aun media hora en transporte público hasta el apartamento. Inés tiene clase hasta tarde hoy y para cuando llegue a casa Lucía habrá devorado ya toda la comida de la nevera. Menos mal que la ilusión de estar aquí puede con todo lo malo. Si no, ahora estaría siendo el monstruo de las galletas. Yo con hambre soy inaguantable.

—Perdona, ¿podemos hacerte unas preguntas?—cuando me quiero dar cuenta una mujer y un hombre están delante mío, cámara y micrófono en mano. —¿Guarda relación con el Barça?¿Algún jugador?¿Tiene usted alguna información que quiera compartir con los medios?

¿Perdón? ¿Esto viene acaso de qué? Estoy a punto de preguntar que quien carajos son ellos y porque me están acribillando a preguntas raras cuando caigo en la cuenta de algo.

Mi acreditación como empleada esta en mi bolso.

Y yo soy una chica joven saliendo de las oficinas y vestida de forma casual. Nadie se espera que yo sea trabajadora aquí. Estos periodistas han entendido mal la situación. La realidad es que no sé qué puedo decir y que no, así que prefiero no decir nada. Llevo un día en la empresa, no quiero meterme en problemas.

Imagínate que digo que soy becaria y resulta que eso es información confidencial. Pues ya la estaría liando y no es plan.

—Lo siento, pero no puedo contestar a sus preguntas. —digo pasando de largo. Eso no les contenta, el hombre y la mujer comienzan a seguirme mientras me dirijo a la parada del autobús. Estos señores son capaces de seguirme hasta casa por una exclusiva.

Una pena que exclusiva lo que es exclusiva, no hay. Que se dediquen a perseguir jugadores no a gente normal.

—¿Estas relacionada con alguno de los jugadores?— me entran ganas de gritar: "Señora estoy saliendo de las oficinas de comunicación, ¿cómo voy a estar relacionada con los jugadores?"

Pero de nuevo, optó por guardar silencio y evitar meterme en líos. Aunque pensandolo bien esto solo les está dando pie a pensar que en realidad si tengo algo que decir. Que complicadas son estas cosas.

Espero que no sean así todos mis días en la empresa.

No se dan por vencidos, siguen bombardeándome a preguntas. No quiero correr porque eso solo va a conseguir que me vea mucho más sospechosa pero estos señores me están empezando a agobiar.