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La respiración de Julieta se volvió agitada. Sus ojos picaron y Paulo al oír el silencio fúnebre que se creo en aquella sala, se volteó de inmediato para levantarse de aquella silla.

Julieta tenía sus manos hacia abajo con la boca abierta, tratando de regularizar su propia respiración. Sus ojos estaban cristalizados y sus manos temblaban al igual que su cuerpo.

— Juli. Juli... Escúchame, Juli — Llamo, mientras rodeaba la silla para tomarla de las mejillas y conectar ambos pares de orbes verdes. — No importa. Mírame, no importa. No me importa — Hablo, en voz baja tranquilo, como si saboreara cada palabra, pero Julieta sabía que lo decía así de lento para que ella pudiera conectar dos neuronas.

— Fui tan... Fui tan pelotuda — Susurro consternada y Paulo arrugó la nariz con disgusto antes de alzar su mentón a lo más alto.

— Vos no sos pelotuda. ¿Por que sos pelotuda? Yo soy el pelotudo, fui cornudo y ni cuenta me di— Susurro, aún que no amara a Ori, la quería, la quería de verdad.

— Fui pelotuda por qué vi las señales Paulo, las vi... Pero estaba tan ciega... Creí que el había aprendido... Creí que Ori... Ana no era capaz de eso... ella sabía lo que sufrí Paulo, era la tía de mis hijos Paulo ... — Sollozo, mordiéndose su labio inferior para no volver a sollozar —Pero como dice Valu, yo y su hermana somos las únicas pelotudas que creen que el va a cambiar. —  susurró y una lágrima traicionará se escapó. Y Paulo la limpio antes de besar la área húmeda.

— No sos pelotuda Juli. — Susurro, mirándole fijamente con una sonrisa pequeña. — El es el pelotudo por no saber cuidarte. — Acaricio sus mejillas con cuidado antes de abrazarla.

— ¡Mami! — Se oyó la voz de Lotte desde la otra pieza y ambos se miraron en silencio.

Antes de sonreír y asentir, Paulo se soltó y se alejo un poco pero Julieta entrelazó sus dedos con los de Paulo, jalandolo hacia la puerta que llevaba al pasillo que llevaba a la otra habitación.

— Ellos... — Murmuró Paulo dudoso pero Julieta le sonrió aún con esos ojos adoloridos y esos labios temblorosos.

— Ellos te aman, Paulo. — Susurro y Paulo apretó sus labios.

— Pero vos no... — Murmuró , mientras cerraba los ojos en un suspiró resignado.

— No podía verte de esa manera mientras estuvieras con Oriana. No iba a caer tan bajo como antes... Yo si aprendí, Paulo. — Dijo, segura de si misma antes de salir para adentrarse al pasillo.

— Ya se... Pero ella y yo ya no estamos juntos, y como vos dijiste... Ahora que somos nosotros... Podemos intentar algo más para que ser los padres de Valu y Lotte nos salga más natural, ¿no? — Susurro y ella le miró divertida, negando mientras oían a Valentino decirle boluda a Lotte.

— ¡Vos sos el boludo! — Lotte le gritó, molesta.

— ¡eu! — Paulo llamo la atención de los dos nenes, Valentino dejo que su mirada recayera en las manos de su tío y de su mamá entrelazadas.

— ¡Tío Pau! — Lotte grito, tirándose encima de él con sus ojitos llorosos.

— ¿Que paso ahora para que se vuelvan a pelear? — Julieta rugió, cruzada de brazos y soltando la mano de Paulo para hacer esa acción. Su hijo, que tenía el celular de esta misma, apretó dicho aparato.

— Que la boluda esa te diga. — Rugió el. Mirándole con bronca, Julieta se sorprendió de que su bebé se revelará de dicha forma.

— ¡Valentino! — Paulo llamo la atención del de ojos verdes, que miro al jugador de la Roma.

— ¿que? No sos mí papá para que me reclames por cada cosa que haga. — Le dijo, serio y con una mirada aterradora, si claro, si fuera Erling Haaland. Por qué ahí parecía un Minion villano.

— ¡Valentino! ¿Que te pasa últimamente? — Julieta se sorprendió de como había hablado contra Paulo. Valentino con Paulo era paz y amor y ahora se había vuelto tan...

— ¡Ustedes me pasan! ¡Estoy cansado! — Grito el nene antes de salir corriendo de allí dejando a el jugador, a la joven influencer y a su hija allí, totalmente estáticos.

Papás por accidente一❝LEANDRO PAREDES ft. PAULO DYBALA❞Место, где живут истории. Откройте их для себя