Reencarné en la historia que odio (Fanfic Emperatriz Abandonada)

¿De Emperatriz a Villana?

Para mi suerte, el emperador ya contaba con mejor ánimo, por lo que esa tarde las cosas volvieron a ser como de costumbre con él. No me dijo nada al respecto, sólo que esperaba que Jieun mejorara su carácter, principalmente por su bien personal tanto como el del imperio.

Sin duda, si no hubiese sido por las infusiones de Lien, no hubiera podido dormir esa noche, toda la situación me dejó tensa, aún cuando ya todo se veía más apacible; sin embargo me sentía muy inquieta, tenía una sensación como si todo fuera un cascarón vacío en esta dinámica que se estaba desarrollando...

¿Realmente es así el amor verdadero?. Aunque no me gusta hablar mucho de la relación de Aristia y Ruvellis de la segunda vida. ¿Por qué él si era tan débil con Aristia?. Siempre pensé que sin Aristia y compartiendo mejor los dos, Ruvellis le tomaría más aprecio a Jieun. Se supone que Vita vaticinó que sería ella quien estaría gobernando junto a Ruvellis. Entiendo que en la historia original su relación se acabó luego de cuatro años... ¿entonces cuál es la manera de evitar que eso suceda?

"Ah....así no puedo entenderlo...¿no se supone que que los dos deberían verse tan devotos el uno del otro así como lo fue la Aristia de la segunda vida con el príncipe de la segunda vida?..."

'No podía dar ni recibir amor adecuadamente, mientras que Jieun recibía amor y no podía devolverlo... los dos eran muy egoístas.'

Los dos eran muy egoístas...mmm...

¡Es cierto!, una vez la misma Aristia llegó a esa conclusión cuando Jieun en la segunda vida le reclamó y le contó lo que ocurrió después de su muerte. 
Eso es lo que sucede, por lo mismo el Ruvellis de ahora aún con Aristia no podría vivir feliz con ella. Además, si no hubiera intervenido, Aristia tampoco es que fuese mejor, su manera de actuar por como se forjó este destino no habría ayudado al príncipe.

Entonces, ¿qué es lo que realmente los a salvado a todos de vivir una vida de desgracia y amargura?...tengo que cambiar un poco mi perspectiva, de lo contrario seguiré cometiendo error tras error. 

Sigo viendo al príncipe de forma superficial, aunque tampoco soy psicóloga como para inmiscuirme en sus traumas e inseguridades...la persona más idónea para esto es Jieun, por otro lado, ella actualmente está en esa posición, sólo recibe, y da unas migajas a cambio. Aunque se ve mejor que en lo que debía ser el curso original, aún necesito que salga de esa casilla y comience a comprender más al príncipe...¿entonces, cómo lograrlo?. Actualmente Jieun es la única que puede llegar a él, es como el argumento de la Aristia de la segunda vida..."las cosas cambiaron porque ella cambió". Supongo que aplica para todos, si Jieun cambia las cosas también mejorarán, ella es el punto débil actualmente del príncipe, por tanto cualquier cambio para bien o mal influenciará el corazón de él.

Ya estaba comenzando a decepcionarme un poco, pero traté de calmarme considerando que es muy pronto para sacar conclusiones. Parece que los líos del corazón eran más complejos de lo que pensaba y no tenía las aptitudes necesarias como para ser una consejera matrimonial...

Los días nuevamente volvieron a ser tranquilos. Trabajando con el emperador, a veces con el príncipe;  visitando más seguido a Jieun con el fin de encontrar una forma de llegar más profundo en su mente.
Mi relación con el príncipe no era de mejores amigos, pero al menos eramos como un poco más que conocidos, como si él se hubiera acostumbrado a ver mis narices inmersas en su mundo.

También, para satisfacción de mis dudas, las cosas entre ellos estaban comenzando a marchar mejor, o al menos cuando se les veía dar paseos por el palacio todos los miraban encandilados, como si evocaran armonía. A veces Aristia los veía convivir a lo lejos y solo se limitaba a sonreír y pasar de largo... lo admito, es algo cruel ¡pero tiene que enfrentar la realidad de una vez por todas!. La libertad tiene un costo, y si estuviera en su lugar, yo estaría muy feliz de poder vivir a mis propias expectativas, después de todo, si su amor no era destinado, tampoco es que va a sufrir toda la vida por ello... simplemente a veces su actitud aferrada me sacaba de quicio, pero tampoco podía tomarla de los hombros y cachetearla para que entrara en razón...todo era un largo camino de paciencia, lo que nunca he tenido.