Reencarné en la historia que odio (Fanfic Emperatriz Abandonada)

La petición de Aristia.

No recordaba en qué momento del día me había dormido, sin embargo, sé que luego de un periodo de inconsciencia había vuelto a abrir los ojos, aunque recordando lo sucedido el día anterior, tenía algunas dudas sobre si desperté  de esa misma noche o nuevamente habían pasado algunos días más.

Con un poco de temor, me levanté un tanto insegura, recorrí todo el cuarto, que aún yacía un poco oscuro esperando que los rayos del sol le dieran vida. Con cuidado caminé por el rededor de la habitación, no quería causar mucho ruido si es que Lien continuaba dormida.
Para mi tranquilidad, luego de llegar hasta la mesa de la habitación, encontré los retazos de tela que contenían mi ejercicio de bordado, así que al menos todo parecía estar en orden y sólo dormí normalmente.

"¿Señorita?, ¿qué hace en pie tan temprano?, aún es demasiado temprano hasta para mí, ¿se siente bien?, ¿necesita que llame al médico?"

"Oh espera, no. Tranquila, disculpa Lien si te desperté, es que hace poco desperté y temía volver a pasar lo mismo nuevamente, por lo que quería ver si sólo dormí una noche o caí nuevamente en inconsciente unos días.."

"Oh, comprendo señorita. Debe de estar traumada por lo sucedido. Hmm aún es muy temprano, ¿por qué no regresa a la cama y en unas horas más nos preparamos para que pueda levantarse?"

"Esta bien...gracias Lien"

Tal como Lien lo sugirió, regresé a la cama, en unas dos horas más o menos sería mi hora habitual de levantarme, así que aún podría alcanzar a dormir un buen resto.

Finalmente la mañana para mí había comenzado. Podía ver la habitación con un poco más de luz, esta vez me sentía con más ánimos y energía para levantarme y caminar, en tanto Lien continuó insistiendo en que debía ser cuidadosa conmigo misma, pero seguí ignorando sus sugerencias, estaba ansiosa por salir de la habitación e informarme de todo lo que había sucedido en este tiempo.

Como era de costumbre, tomé un baño, Lien me ayudó en los ejercicios más riesgosos como salir de la bañera o acomodarme la ropa. Como de costumbre, escogió mis atuendos y acomodó mi cabello, al final de cuentas, luego de todo el trabajo básico, pude manejarme bien, por lo que solo quedaba salir de la habitación y avanzar directamente hacia el emperador para informarle que ya estaba mejor.

"¿Y Señorita, cuál es su plan para hoy?"

"Lo primero que tengo en mente es visitar al emperador, necesito cuanto antes reintegrarme a mis actividades."

"No es mala idea visitar personalmente a su majestad, sin embargo, insisto que no es buena idea que de inmediato se involucre en sus deberes, recuerde la recomendación del médico. Puede que se sienta bien, pero no sabe si su cuerpo pueda fatigarse nuevamente.."

"Lo sé Lien, incluso una pequeña parte de mí piensa en lo mismo, sin embargo, si es como Carsein ayer lo dijo, él necesita ir a la frontera para ayudar y no podrá prepararse si sigue ocupando mi lugar, él es un caballero importante, no debería estar en mi puesto."

"Puede que Sir Carsein sea un prodigio, pero imagino que por su ímpetu es que el emperador lo dejó a cargo de reemplazarla, podría actuar imprudentemente, después de todo sigue siendo su sobrino, no querrá que un talento como él se pierda tan rápido"

"Puede ser, pero aún así, me gustaría saber sobre el curso de este conflicto, es algo nuevo para mí, por lo mismo me involucro y quiero estar segura que todo estará en paz"

Después de una charla, me dirigí hacia la oficina del emperador, acompañada por Lien, quien quería evitar que pudiese colapsar en medio del camino. 
Aún cuando sólo pasó unos días, se sentía diferente estar en el palacio, al menos para mí, sentía como si fuese la primera vez que caminaba por los alrededores, por otro lado, me estaba arriesgando al visitar al emperador, puesto que aún cuándo él ha demostrado ser comprensivo conmigo, debía de seguir los protocolos y haber preparado una visita oficial, no era bueno para estas personas que llegara de imprevisto a interrumpir su trabajo, pero el lado caprichoso y despreocupado mío ganó la decisión.