Reencarné en la historia que odio (Fanfic Emperatriz Abandonada)

¿En el cielo o el infierno?

Estaba cayendo en el lago del palacio, aunque por un minuto sentí temor de haber reencarnado en algún personaje...mejor dicho, por un minuto se me pasó por la mente que tal vez Vita me envió como Jieun, pero rápidamente ese temor se disipó cuando alcancé a ver mi reflejo en el agua.

"¡Gracias Vita, no soy Jieun!"

Cuando estaba llegando al suelo no había ningún rostro familiar que pudiera reconocer de la historia, no vi a Ruvellis, ni a Aristia, ni siquiera algún noble, no había nadie, simplemente un caballero real que estaba haciendo guardia se dio cuenta de mi aparición y corrió para sujetarme. El impacto de la caída fue tan fuerte que hasta él cayó al suelo, pero agradecí que amortiguara mi caída. Cuando pude recuperarme un poco e intenté levantarme, llegó otro caballero de la nada y me tomó.

"¿Qué es esto?"

"¿Quién es usted?! ¿Qué hace en el palacio imperial!?"

"Es mejor que la llevemos con el emperador!"

"Pero en estos momentos están en una asamblea importante, no creo que se nos perdone interrumpir..."

"¿Y si esperamos a que entre en pausa la reunión?"

"Entonces de momento llevémosla hasta el gran salón del palacio central y avisemos a los guardias también."

¿Realmente había llegado a Castina?, pese a que Vita me había dejado las cosas claras y también yo quería pagar por mi error, una gran parte de mí quería que se tratara de un sueño, pero el golpe contra el caballero se sintió real e incluso dolió de verdad.

Me tomaron entre los dos, y me cargaron puesto que no podía moverme, de hecho sentía una extraña sensación de adormecimiento en el cuerpo, pero mi mente y conciencia estaban intactos. Me llevaron desde el gran jardín hasta el palacio, podía oírlos hablar, su acento era muy extraño y diferente, sin embargo, por alguna razón, podía entenderlos. Mientras ellos intercambiaban palabras yo me dediqué a observar mi entorno, realmente era muy diferente leer una historia e imaginar algo en la mente que conocer en carne propia todo. 
El entorno era digno de un palacio próspero, de hecho, que recordara en mi antigua vida, jamás supe de un lugar en el mundo que se viera tan magnífico. Si se supone que Castina es un imperio de casi mil años de existencia, las construcciones se veían casi intactas, todo muy limpio, demasiado diría para la época. Mientras era dirigida por los caballeros, veía muchas personas ir y venir dentro del palacio, habían muchos nobles, mujeres hermosamente vestidas, hombres de hermosa apariencia, incluso si fuese un anciano, un caballero, o un sirviente, igualmente lucían muy bien como si en este mundo todos fueran hermosos de verdad. 

Obviamente yo no combinaba con el lugar, una chica con una mini falda, con una blusa escotada que dejaba al descubierto su piel era demasiado para la época, de hecho todos se dieron cuenta de mi presencia, por lo que comenzaron a murmurar tanto que salieron más caballeros a mirar la situación.

"¿Qué es todo ese alboroto?, ¡acaso no se dan cuenta que hay una gran audiencia con el emperador!"

"Lo sentimos señor, pero sucedió algo increíble...."

"Así es señor, estábamos haciendo nuestra ronda, cuando repentinamente sobre el lago del palacio brilló una fuerte luz, fue ahí cuando vi caer a una chica muy diferente de lo que conocíamos..." 

Ambos se separaron para exponerme ante el guardia de la sala de reuniones, quién me miró asombrado e inspeccionó. Preguntó por mí, por mi nombre o quién era, pero aún no era capaz siquiera de mover mis labios, por lo que hubo silencio. Levantó mi vista con su mano, pero me fue difícil mantener mis párpados, porque los sentía pesados, iba a seguir interrogándome cuando otro caballero habló.