Capítulo II

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Las hermanas optaron por irse en el auto de Soji, así que la menor se encargó de dejar a DoHee en el lugar de la cita. Normalmente, ambas solían intercambiar, es decir, una asistía a la cita de la otra, pero esta vez simplemente cada una asistió a su cita correspondiente. Dejando a DoHee en el lugar de la cita, Soji emprendió camino al lugar de su cita, uno de los restaurantes más prestigiosos y costosos de Seúl.

Al entrar al restaurante, un mesero se acercó a ella inmediatamente —. Lo siento, estamos al completo. Un cliente reservó todo el restaurante.

-Increíble. ¿Le ha dicho que es mi cumpleaños? — Soji suspiró, ya presentía que la cita no iba a ser nada normal —. Es un hombre, ¿no? Soy su invitada.

-La acompañaré a su mesa — el hombre la guió hasta cierto punto, señalado con la mano donde estaba el hombre —. Por allí, señora.

Ella asintió, continuando con sus pasos seguros y firmes, mirada en alto y segura. ¿Era necesario hacer tanto para una cita? ¿Qué tipo de hombre había conseguido la señora Ju? Incluso podría decir que ese era el estilo de la mujer, pensaba Soji.

-No sabía que la gente aún tiene la costumbre de leer periódicos impresos — comentó Soji, sentándose frente al hombre que cubría su rostro con el periódico —. ¿Ahora lo hacen para aparentar?  Te lo advierto, estoy comprometida con mi trabajo. Sinceramente los hombres no me interesan en lo absoluto.

El hombre alejó el periódico de su rostro, dejándolo a un lado y observando la mujer frente a él, encontrándola ciertamente hermosa —. Por mí, como si te casas con tu trabajo o tu almohada, ¿acaso me interesa? Si vas a contarme tu vida, dime el número de tu cuenta bancaria.

Soji volteó sus ojos, colocando un expresión de amabilidad mezclada con alegría en su rostro —. ¿Fuimos al colegio juntos?

-Lo dudo.

-¿Hemos sido pareja? — miró al hombre, aún manteniendo esa expresión.

-Te acordarías de mi.

-Así que no eres ni un amigo del colegio ni un ex — su expresión cambió a una de total seriedad —. Entonces, ¿por qué me tuteas?

-Para mi, todos los seres humanos son insignificantes — respondió con firmeza.

-Bueno, no eres el único que piensa de esa manera — esta dijo, observando su teléfono al sentirlo vibrar en su mano, era la señora Ju.

Todopoderosa Ju ♡
Cumplo con mi parte del trato. Espero que tú también, pequeña Do.

Sintiendo que la mayor se había encargado de ganar una discusión que ni siquiera había comenzado, acomodó una alarma en su teléfono de treinta minutos exactos, lo dejó sobre la mesa con algo de fuerza, llamando nuevamente la atención del hombre que había centrado su atención en el periódico.

-He reservado todo el restaurante para comer tranquilamente — comentó el hombre.

-Me parece bien. Será agradable e incómodo.

-Si quieres comer, hay otros restaurantes — oh, Soji detestaba ese tipo de tono al hablar que utilizaban algunos.

-Pues vete, la puerta está allí — la chica señaló en aquella dirección con fingida inocencia —. Me queda demasiado claro que conoces muchos sitios.

¿Por qué es hermosa pero su actitud es completamente diferente? ¿Qué tipo de mujer es ella?

Luego de unos minutos, la comida llegó, Soji empezó a comer en completo silencio, mirando de vez en cuando al hombre frente a ella, le resultaba un poco curioso y diferente al resto.

METANOIA [My Demon] | ᴊ. ɢᴜᴡᴏɴWhere stories live. Discover now