Capítulo 3; Free Falling! (Ale's versión)

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Al terminar la presentación de su hermana, Alejandra salió del salón de clases para acomodar sus cosas y esperarla,  hace unos meses cuando se supo de las presentaciones, Alejandra le prometió que asistiría y le daría ánimos para hacerla sentir en confianza.

Observó a Paulina salir caminando con velocidad hacía la salida del instituto, no miró a su hermana, simplemente se fue, soltó un leve suspiro y camino hacia la salida, había visto a su hermana triste y quiso darle su espacio.

En ese momento recordó su vida hace dos años, cuando Paulina y ella hacían todo juntas, salían a jugar, comprar ropa, cocinar, comer, cantar, veían películas, tenían una relación increíble como hermanas, se tenían una a la otra y nada más importaba. Aún después de todo este tiempo distanciada, la seguía amando con todo su corazón.

Retrocedió ligeramente cuando sintió el cuerpo de un chico muy cerca de ella, esto le hizo dar un pequeño salto—Alejandra, ¿cómo estás, bonita?.—Menciono aquel chico alto de cabello rubio y ondulado.

—Hola, estoy... —Observo con detalle a ese chico, bajo la mirada al sentir sus mejillas ruborizarse, tomo su rostro riendo ligeramente. —No sabía que estudiabas aquí.

—Sí, el mundo es muy pequeño, ¿No? ¿Hoy aceptarás tomar café conmigo?

Alejandra aceptó, hace mucho no salía a tomar algo, tener a aquel chico cerca, además de los sentimientos que tuvo en el pasado, tenerlo cerca le hizo sentir que tenía a Rocky de nuevo, su forma de hablar, su físico, eran muy parecidos.

—Sabes que mis sentimientos son sinceros, yo estoy enamorado de ti desde que te conozco, parece que fue ayer cuando fuimos a nuestras clases de bajo, estábamos todo el tiempo juntos solo hablando de nosotros, de lo bonita que eres. Sé que no es correcto decirlo después de lo que pasaste, pero quiero que sepas que me gustas.

después de aquellas palabras, el corazón de Alejandra comenzó a acelerarse, parecía sentir algo de amor después de todo este año de sufrimiento y soledad, aquel chico la besó, la hizo sentir una chica preciosa que si sonreía, iluminaba su vida.

Pasando unas horas, el chico se ofreció a llevarla a su casa, manejo siguiendo la ubicación de su casa, pasando unos minutos llegaron, Alejandre miraba la casa mientras soltaba un leve suspiro, no quería entrar, quería quedarse más tiempo con él.

—No quiero estar en mi casa... ¿podrías llevarme a un hotel? Lo siento  por hacerte conducir hasta acá, no quiero.

—¿Estas loca? No te dejare en un hotel, te llevaré a mi casa, mañana temprano te traigo de regreso.

Alejandra asintió, observó su casa quedarse a lo lejos mientras el auto avanzaba, manejo solo unas calles cuando llegaron, se sorprendió al observar lo cerca que estaba de su casa.

Entraron a la casa, el chico le dio una pijama y la acompañó a la habitación.—Dormirás aquí y yo en la sala, cualquier cosa estoy a fuera. Descansa, Aletita.

—Espera, no te vayas... no me dejes sola.—Mencionó la chica tomando el brazo del chico, ambos intercambiaron miradas, ella se miraba triste, con miedo, necesitaba compañía; él la miro extraño, el corazón se removió al mirar sus ojos. Así que se quedó con ella, cubrió sus cuerpos con mantas y cada uno se dispuso a dormir.

—Alejandra, Princesa... ven...— la chica abrió los ojos, observó aquella habitación vacía, sus ojos seguían adormilados. Observó el cuerpo del chico, se levantó con cuidado para acercarse, lo abrazo por la espalda.

—Te extraño... ¿Porque me dejaste? Dijiste que estarías conmigo siempre, no puedo vivir sin ti... Por favor, ayúdame a ir contigo.

—No, mi amor... tú debes ser feliz aquí. Aquí está tu vida, tu futuro es alado de tus hermanas, es tu destino. Solo se muy feliz, estaré cuidándote siempre.  Encuentra el amor de nuevo...Te amo. —Aquel chico se giró para abrazar a Alejandra, beso sus labios lentamente con mucho amor. 

Alejandra despertó de aquel sueño, al mirar al chico sonrió ligeramente, ¿Porqué soñó eso justamente hoy? ¿Debería buscar a sus hermanas? ¿Es una señal para dejarlo ir? Quizás su corazón ya estaba sanando y solo necesitaba analizar y reflexionar sobre lo que quería para su futuro.

Se sentó en la orilla de la cama cuando el chico despertó, volvió a recostarse soltando un leve suspiro, observó al chico ya que se había recostado sobre su abdomen, ¿tuvo ese sueño debido a que estaba en esa habitación con él? ¿Él era su futuro?

Ambos se observaron durante unos minutos, era un silencio muy cómodo, se sentía una conexión linda. —¿Puedes abrazarme? —Preguntó ella.

—Ven aquí, chiquita.—Alejandra se acomodo sobre él para abrazarlo, cerró los ojos intentando abrir su corazón. Aquel chico mantenía los ojos cerrados abrazándola, acariciaba su espalda ligeramente, ella se acercó para besar sus labios lentamente. Él correspondió al beso, el cual poco a poco fue aumentando de intensidad.—No, chiquita, espera...

El chico se levantó de la cama observándola, verla tan frágil y pequeña le hacían derretirse ante ella, realmente era una mujer hermosa.—¿Porque? Dijiste que eras enamorado, que te gustó... ¿estas mintiendo?— mencionó Alejandra acercándose a él, colocó ambas manos sobre su nuca, volvió a besarlo despacio, intentando que sus cuerpos crearan una conexión y de esta manera estuvieran juntos.

—No... Alejandra... no está bien. Me gustas, pero no es el momento. —Tomó las manos de la chica y se alejó de su cuerpo.

—Claro, lo siento... Yo... es mejor que me vaya.—Alejandra tomo sus cosas y salió de la casa, camino rápidamente hacia su casa, mantuvo la mirada baja cuando sin darse cuenta chocó con una chica. —Ah, lo siento... ¿Pau? ¿Qué pasó? ¿Porqué lloras?

—Es mamá... mamá murió.

Queen of the Murder Scene. Where stories live. Discover now