Capitulo 5: MARTIRIO.

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Paulina estaba sentada frente a una mesa con una hoja y un lápiz, no tenía nada en mente, se sentía realmente frustrada ya que normalmente es muy buena expresando sus sentimientos, pero algo estaba pasando dentro de ella, se sentía muy triste y se estaba descuidando demasiado, aún cuando asistía al psicólogo, se maquillaba, dormía bien, trabajaba, una chispa de ella, se fue.

Daniela se sentía cómoda estando con sus hermanas, por fin después de tantos años podía hacer lo que siempre veía en las películas, cocinarles, tener pijamadas, platicar, tan solo la compañía de alguien le hacía sentir feliz. Además que no se sentía juzgada como lo había pensado o como estaba acostumbrada. Se dio cuenta de lo increíble que era ser hermana mayor, cuidar de las personas para evitar que les hicieran daño.

Alejandra poco a poco iba perdiendo la timidez de estar con sus hermanas, estaba tomando la independencia que nunca tuvo, lidiaba con la soledad y tomaba confianza en sí misma. Noto que podría ser feliz aún sin tener a las dos personas mas importantes de su vida

—Pau, Ale, es hora de cenar, vengan. —Mencionó Daniela mientras dejaba la comida sobre la mesa de centro, entre los platos había donas, chocolates, fruta, comida que haría que sus hermanas aumentaran su serotonina. —Hoy no cenaremos, será noche de hermanas, sé que todas tenemos privacidad y nunca nos obligamos a hablar algo que no queremos, pero me encantaría que hoy expresáramos nuestros sentimientos.

—Yo pienso lo mismo, Dany, sabes que te queremos muchísimo y eres como nuestra madre desde que vivimos juntas, aunque estemos en casa de Pau, toda esta semana ha sido muy grata, realmente me han hecho sentir muy feliz. Tenemos solamente eso días para pasarla juntas, después cada una regresará a su realidad... aunque, a veces siento que soy una carga para ustedes.—Alejandra bajo la mirada, ya que se había sentido desplaza desde que Paulina se sentía triste y entendía perfectamente que quisiera tener espacio, pero sentía que estaba siendo una carga para sus hermanas ya que siempre buscaba estar con ellas cuando ellas tienen una independencia. Soltó un suspiro al sentir los brazos de sus hermana

—No, no, corazón... no eres una carga. Soy muy feliz de tenerlas en mi casa, esta es su casa y estaremos aquí por mucho tiempo. —En ese momento Paulina sintió su corazón romperse, no había notado el daño que le había hecho a sus hermanas al sentirse triste. Un lindo abrazo de tres hermanas hizo que sintiera unas ganas de llorar impresionantes. Muchas veces, se sentía sola, incomprendida, no quería molestar a la gente con sus problemas ya que ella sola podía, sin embargo, hablar con las personas sobre lo que sientes, hacen que todo sea más fácil de sanar.

—Vamos a comer algo mientras hablamos ¿Vale? —Mencionó Daniela mientras terminaba de servir la comida, se sentaron en el suelo y cada una tomó un cojín en el cual colocaron sus alimentos. —Como saben, vivo del dinero de mis covers, a veces hago presentaciones, además en la fiscalía. No tengo novio, pareja, nada parecido, nunca me ha gustado eso.

—¿De verdad? Entonces nos puedes sacar de la cárcel si hacemos algo malo.—Mencionó Alejandra soltando una pequeña risita.— Yo no estoy haciendo mucho, estaba estudiando mientras me casaba, pero ahora, tengo que retomar mis estudios. Quiero estudiar criminología o forense como Pau... después de mi prometido, creí que nadie me gustaría, pero hace poco me reencontré con un amigo, me hablaba muy lindo y al final me rechazó de una manera muy cruel...

—¿De verdad? Oww... sería muy lindo que estudiaras criminología y después las tres seamos una agencia privada de investigación. —Paulina río ligeramente.— Y sobre ese chico... wow, es que parece que todos son iguales, él definitivamente no es para ti. Yo ya casi termino la carrera, solo me falta este semestre, también me gusta un chico... probablemente seamos novios en estos días, no lo sé.

Queen of the Murder Scene. Where stories live. Discover now