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- ¿Estás segura de lo que escuchaste, Hinata?

Pregunto Sakura, con un deje de esperanza, su amigo no era ese tipo de persona, esa persona que haría a un lado a su familia por una aventura.

- Quiero creer que no, Sakura-chan, pero está mañana Naruto-kun salió y me dijo que estaría en una junta casi toda la tarde - suspiro, viendo su taza de café como si fuera lo que la atormentaba en esos momentos.

- Nunca creí que Naruto hiciera algo como esto - mordió su labio inferior, sentía una presión en su cuerpo al ver a su amiga en ese estado, pero más al saber que tal vez si mejor amigo estaría cometiendo un error justo ahora. - Hinata, por ahora cree en lo que dijo Naruto, no te atormentes más hasta que hablen apropiadamente en la noche, ¿bien? - sonrió con una tranquilidad que ni ella misma se la creía.

Hinata sintió un poco de alivio ante sus palabras, tal vez era verdad, lo más seguro era que estuviera malentendiendo todo.

"Tu solo dame tu tiempo, yo me encargo de lo demás, descansa Konan"

Konan. Sabía que era la secretaria de su marido, pero no tenía pruebas que le estuviera siendo infiel, Naruto había sido un esposo excepcional hasta ese momento, no había por qué desconfiar sin pruebas.

- ¿Tu ya has pasado algo como esto con Sasuke-kun? - pregunto tratando de normalizar el porque su marido actuaba de modo distante.

- Umm - nego con una sonrisa suave - Aunque Sasuke-kun no es muy cariñoso con las palabras a veces, me muestra lo que siente por mi mediante sus acciones - vio el rostro de su amiga decaer - Lo lamento, Hina - rápidamente se disculpo con culpabilidad.

- Está bien Sakura-chan, tendré que hablar con mi marido después... - suspiro mirando en su dedo anular el hermoso anillo que poseía, símbolo de su matrimonio con Naruto y lo que sentía por el.

Su anillo que había sido de su bisabuela, era un legado, y así como se lo pasaron a ella, ella en algún punto lo pasaría a la esposa de Boruto, sonrió con el pensamiento de que tendría nietos.

Sin embargo su sonrisa fue borrada al ver por el ventanal de la cafetería a su marido, y a esa chica colgada de su brazo.

¿Que estaban haciendo?

Y ella... ¿Ella por qué se apegaba tanto a su esposo?

- ¿Que sucede? Hinata - hablo Sakura de forma preocupada, comenzando a mover su mano derecha justo enfrente de la vista de la Uzumaki. Sakura no podía ver lo que estaba pasando, estaba sucediendo justo en sus espaldas.

- Ah, no es nada, lo siento, me debo ir Sakura-chan - la miro por unos instantes tomando su bolso, tratando de ver a qué lado caminaban las dos personas que la tenian de los nervios.

- ¿Que? Aguarda. Oye espera Hina. ¡Hinata! - comenzó a decir aumentando su tono de voz, no importa que dijera, la ojiperla se empeñaba a ir a quien sabe dónde.

Suspiro, dejándose caer nuevamente en su silla, jugando con la cuchara de su café. Sintió como su celular vibraba y rápidamente contesto la videollamada al ver que era su esposo.

- ¿Sasuke-kun? - sonrió al ver el fondo de la camioneta de su esposo, un poco del asiento del copiloto y el costado del cuerpo del azabache, esto porque el celular estaba acomodado estratégicamente para que no lo detuvieran por hacer llamadas mientras conducía.

- Hola Sakura - por lo que se dejó ver, estaba contento de escuchar la voz de su esposa. La sonrisa de Sakura aumento. - ¿Ya no estás con Hinata? - pregunto en un momento que hubo semáforo rojo para visualizar bien a su esposa.

La vida no es tan mierda cuando estás aquí   (SasuSaku) Where stories live. Discover now