Capítulo 44: Salvación.

982 103 82
                                    

¡ADVERTENCIA!: Este capítulo contiene un tema sensible para algunos lectores como lo es el abuso sexual, por favor, leer bajo su responsabilidad. No busco promover este tipo de acciones, solo es parte de la trama.
 
 
 
 
 
 
 
 
 

          

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Italia. Monza.
6:30 pm. 3 de Septiembre del 2023.

Lando.

Luego de la carrera todo había sido muy tranquilo, estábamos acostumbrandonos nuevamente a la rutina de cada fin de semana de carrera, aunque últimamente me estaba costando un poco comer o conciliar el sueño, y no entendía porqué pasaba pero no quise prestarle mucha atención.

Tal vez en poco tiempo se me pase, después de todo mi vida va bien por el momento. Las cosas con Oscar iban excelentes e incluso con Charles, los tres nos volvimos más unidos y nos compartíamos todo tipo de anécdotas o conversaciones.

En cuanto al monegasco, él estaba alejado de Carlos, quien también se había alejado de todos nosotros, en su lugar Lance terminó siendo una buena compañía para nosotros junto a Logan.

Y sobre el estadounidense, había algo extraño en él porque parecía odiarme más de lo normal, cuando el australiano le contó sobre nuestra relación oficial, donde también estaba presente Charles, el menor pareció reaccionar de forma negativa en un principio, a comparación de Charles que en parte ya lo esperaba pero se alegraba de todas formas y nos lo hacía saber. No pensé mucho en eso por el momento pero si me hacía ruido.

En este momento había terminado las entrevistas las cuales fueron normales, nada más aclarar un par de puntos sobre que el monoplaza había comenzado a rendir de mejor forma a mi ver, a lo que varios me daban la razón.

Ahora me encontraba en camino hacia mi motorhome pero pronto sentí una presencia a mi lado.

Oscar golpeó mi brazo con el suyo sutilmente en forma de saludo, discreto pero lindo.

— No tienes idea de lo hermoso que te ves. — dijo cerca de mi oído para que fuera un comentario privado.

— Pero estoy todo sudado. — reí por el comentario pero con nervios.

— Ojalá no fuera por la carrera cariño.

Dejó ese comentario que hizo que mis mejillas se tiñeran de un rojo avergonzado que me hizo buscar su mirada para reprocharlo.

— ¡Oscah! Aquí no. — dije más tranquilo mientras el menor estalló en carcajadas.

— Está bien, más tarde si podré. — me guiñó el ojo y se retiró hacia su garaje donde debía hablar con otros ingenieros.

Solté una risa tonta mientras negaba, desde que somos novios lo único que hacemos es estar pegados como mugre y uña mientras que en frente del público solo nos tiramos un par de miradas y bueno, yo por querer, le tiro besos que se vean como si fueran solo de amigos que hacen chistes, cuando en realidad si quisiera abrojarme a sus labios carnosos y no soltarlos nunca.

Te odio  ⎯   LandoscarWhere stories live. Discover now