Capítulo 30: Dudas y confesiones.

1.1K 129 31
                                    

Reino Unido. Silverstone.
10:30 pm. 9 de Julio del 2023.

Lando.

Después de la gran carrera del día de hoy tenía mucho cansancio al punto en que me negué a salir de fiesta para festejar mi podio en mi propio país.

Me sentía muy feliz de todas formas de haber tenido tal gran logro, pero en serio, el cansancio era algo que no lograba hacer que desapareciera con facilidad.

Luego del podio hubieron muchas entrevistas y felicitaciones por ver de nuevo a McLaren en acción después de mucho tiempo. Me felicitaban tanto a mi como a mi compañero de equipo, quien no dudó en abrazarme en cuanto se bajó del monoplaza en forma de felicitación.

En estos momentos me encontraba viendo una serie en la comodidad de mi cama mientras tomaba algo de tequila y veía una serie. Estaba tranquilo y sin sobrepensar absolutamente nada.

Esa tranquilidad pronto fue interrumpida por unos golpes en la puerta haciendo que rezongara, realmente no tenía muchas ganas de ver a nadie.

Me paré colocandome mis pantuflas para luego dirigirme a la puerta, al abrirla me encontré con un Oscar con una camisa negra algo desabotonada, un pantalón de jean un poco suelto y una zapatillas blancas.

— ¿Iras a la fiesta? — preguntó viendo como yo me encontraba con una bata, había tomado una ducha no hace mucho.

— ¿Te parece que voy? — hice referencia a la forma en que estaba vestido dando a entender mi respuesta.

— ¿Por qué no irás? Hiciste podio, hoy deberías celebrar más que nunca. — ambos nos adentramos a mi habitación y él cerró la puerta a sus espaldas.

— Si, pero estoy un poco cansado. — me quedé descalzo de nuevo para luego acostarme en la cama y poner play a la serie.

— Lando. — se acercó y se arrodilló a mi lado tomando una de mis manos para luego hacer cara de cachorro recién abandonado — Vamos, te divertirás y festejaremos mucho.

— Es que.... — dejé de mirar la televisión para centrar mi vista en el australiano.

— ¿Es que.....?

— Tú vas a querer....ya sabes. — quise hacer referencia a lo que habíamos hecho hace una semana.

— Si me lo pides, obvio que si. — rió sutilmente sin soltar mi mano.

Yo hice un gesto de tristeza, realmente comenzaba a tener dudas sobre si quería seguir con esto estando yo tan feliz con el encanto que es el australiano.

Al parecer no fui nada discreto con mis gestos porque pronto la risa cesó para luego hacer que lo mirara.

— ¿Qué pasa cariño? — acarició mi mejilla con dulzura.

— Siento que solo quieres que tengamos sexo. — agaché mi cabeza ante mi declaración.

El silencio se hizo presente en la habitación haciendo que más miedo tenga de lo que diría o como reaccionaría. Pensé que se alejaría entendiendo que yo no solo quería acostarme con él.

— Cariño. — se sentó a un lado mío e hizo que lo mirara de nuevo — Nada de eso que piensas es verdad.

Me sonrió de forma reconfortante mientras pasaba sus manos de mis mejillas a mis manos para comenzar a hacer caricias en el dorso de las mismas.

— Yo realmente disfruto estar contigo en cualquier sentido que podamos estarlo, ya sea simplemente hablando en la pista sobre el auto o el circuito hasta estar de esa forma tan íntima. — me reí por la forma tan sutil en la que lo dijo a lo último — Pero sin importar qué yo quiero volver a tu lado, no solo quiero acostarme contigo, quiero hacer hasta lo más mínimo contigo.

Te odio  ⎯   LandoscarWhere stories live. Discover now