Capitulo 19: Más de ti.

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España. Barcelona.
12:30 pm. 1 de Junio del 2023.

Lando.

Hace media hora habíamos terminado una ronda de prensa donde se hablaron de diferentes temas, ya sean relacionados a la carrera del fin de semana como a nuestras vidas no tan privadas.

Esta carrera era algo emocionante ya que Carlos es de aquí y su felicidad también es mi felicidad.

Además de eso llevo todo el mes con un humor sorprendentemente alegre y positivo. Incluso volví a llevarme bien con Charles, por momentos chocamos pero siempre le pido perdón.

Y las cosas con Oscar no podrían estar mejor, claro que en frente de todo el mundo nos llevamos peor que perros y gatos, solo por eso a veces discuto con Charles.

En privado lo nuestro es muy diferente.

En la ronda de prensa hubieron preguntas relacionadas a Lily, la salamandra que tiene por novia el ciego de Oscar, quien al parecer tampoco quiere dejar de lado a la chica.

Siendo sincero, si seguí manteniendo contacto con la jóven solo para tenerla vigilada pero en realidad si me sabían dar ataques de celos. Por lo menos las veces que se aparecía en las carreras sin avisar a absolutamente nadie.

- ¿Por qué dijiste eso? - Oscar tomó mi ante brazo para detener mi caminar a mitad de mi camino a mi motorhome.

- ¿Qué cosa? ¿La verdad? - me solté de su agarre y me paré de frente al menor - Aprende a decir las cosas como son, mal educado.

No se alarmen, es solo otra pelea falsa, es divertido a veces porque me sale tan natural a mi odiarlo, o por lo menos parecer que así es.

- Tú serás mal educado, yo nunca hice un comentario así de ti. - me empujó del pecho haciendo que retrocediera un poco.

- Como eres el más santo, se me olvida que eres un cínico también.

Me di la vuelta para seguir mi camino y sentía los pasos enojados del australiano seguirme. Estaba a nada de explotar de la risa, necesitaba llegar a mi motorhome ya.

En un momento se cruzó Charles enfrente mío y supe en ese momento que lo detendría a Oscar, entonces porqué no ponerle más leña al fuego.

- Y ahí tienes a tú perro guardián, porque no te puedes defender solo. - me giré viendo como Charles, tal y como lo había pensado, detenía a Oscar.

- Lando vete, deja al pobre solo ya.

- No, deja que nosotros podemos hablar como personas civilizadas. - alejó la mano de Charles que lo estaba deteniendo y se acercó a mí - No te preocupes que puedo domar a este caniche chillón.

Me tomó del brazo para luego subir las pocas escaleras que habían antes de ingresar a mi motorhome, sin antes de cerrar la puerta sonar enojado.

- Ahora vamos a resolver ésto, idiota. - luego cerró la puerta con fuerza.

Luego de ello nos miramos y nuestros gestos faciales cambiaron completamente, nos encontrábamos con unas sonrisas que no podíamos más.

- Lo de caniche chillón fue gracioso, quería reírme. - se acercó para luego enredar sus brazos en mi cuello y yo colocar mis manos en su cintura.

- Fue lo mejor que se me ocurrió. - dejó un fugaz beso en mis labios para luego soltarme y sentarse en uno de los sillones.

- ¿Crees que todavía se crean el cuento de que nos llevamos mal? - me serví algo de agua y en otro vaso le serví a Oscar.

- No lo sé, yo creo que si porque Charles todavía me defiende de ti. - le entregué el vaso y me senté a su lado.

- Si, red flag metiche. - hice un gesto de enojo para luego dejar mi vaso de agua en la mesa y Oscar copió mi acción.

Te odio  ⎯   LandoscarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora