—Y dime, ma' Valka... Respecto a lo de la misión-

—Fue un desastre, pero sacamos a los dragones, no hubo heridos y esta vez no tuve que meterme yo a protegerlos, vamos progresando

—Técnicamente hablando, si hubo heridos

—Tienes razón, pero, no los conocíamos

—Pero-

—Por cierto, no tenía idea de esas habilidades tuyas con el arco

—Supongo que gracias... Hipo me consiguió ese arco hace un año, lástima que se haya roto

—Era bonito, pero es mejor que se rompa el arco a que te rompas algo tú

—Buen punto, por cierto-

Ambos fueron interrumpidos cuando uno de los pilares que sostenían algunas casas se cayeron dando vueltas y destruyendo todo a su al rededor, cuando volteaste a ver a Hipo para ver qué había pasado notaste que la mueca que había hecho era igual a la que hizo hace 6 años cuando por su culpa, una antorcha se cayó, rodó varios metros y quemó todo a su paso.

—Ay, Hipo...—murmuraste llevando tu mano izquierda a tu rostro sin saber si sentir pena ajena o si reírte de él.

—Muy bonito—regañó Bocón—¿De qué sirve tener al alfa en la aldea si no los va a controlar?

Tremendo regaño que se estaba llevando Hipo por parte de Bocón, así que te cubriste completamente la cara con la mano sin saber si reírte, preocuparte, sentir pena ajena o si aprovechar para regañar a Hipo tú también.

—Hipo, ¡¿en dónde esperas que pongamos a todos estos dragones?!

—Bocón, díselo tú porque yo no puedo...

—Vaya, al parecer alguien está teniendo un conflicto interno

—Oh, Astrid... 

—Dilema respecto a las decisiones de Hipo, ¿verdad?

—Si... Es decir, amo que Berk sea así, que estemos rodeados de dragones y que convivamos en paz con ellos, incluso me parece más divertida y bonita de lo que era cuando éramos niños... Yo siempre había soñado con esta Berk

—¿Una Berk con dragones? No me digas que ese era tu sueño

—¡Si, desde siempre!

—Que adorable sueño...

—Entonces, dime Astrid, ¿por qué aunque todos nuestros sueños se hagan realidad no conseguimos ser felices?

La rubia se quedó en silencio unos segundos, sin saber qué responder a esa pregunta.

—Estás muy agobiado por lo que acaba de pasar y por la desorganización del lugar, ¿por qué no vas a casa a quitarte la armadura y a descansar? 

—¿No íbamos a ir al gran salón?

—Si, pero me parece que va a estar igual o incluso más agitado que acá afuera

—Solo me quitaré la armadura, te veré allá

—Ah... Está bien, te veré al rato

Asentiste antes de marcharte sin dar explicaciones.

Unos minutos después, entraste al gran salón ya con tu ropa habitual y cargando ese bolso de cuero que tanto te gustaba porque ahí podías guardarte de todo.
Al entrar, el lugar era un caos total, así que te dispusiste a caminar ignorando a todos hasta que viste a Valka jugando fuercitas con Eret y ganándole sin problemas.

➴ Tenías que ser tú ➶Where stories live. Discover now