➴ Tenías que ser tú ➶

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—Hipo Horrendo Abadejo III... ¡BAJAME EN ESTE MISMO INSTANTE!

—¿Bajarte luego de que te busqué como loco estas dos casi tres semanas?, ¡obviamente no!

—¡NO TE LO ESTOY PIDIENDO, TE LO ESTOY EXIGIENDO!

Hipo no pudo responder ya que inmediatamente una bola de plasma dorada se dirigió a él, una bola que apenas y Chimuelo pudo esquivar.
Al prestar atención, pudiste ver a Bella que no esperó ni un segundo antes de atacar a tus secuestradores con tal de salvarte.

—¡ASTRID, TE VA!

—¿¡QUÉ!?

Chimuelo te lanzó hacia en frente donde fuiste atrapado por las garras de Tormenta.

—¡Lo tengo, Hipo!

—¡ESPERENSE ANIMALES, SI NO SOY OVEJA!

Forcejeabas para liberarte del agarre de Tormenta, Bella bajó un momento para tomar agua de ese río del que ambas se habían abastecido durante este tiempo para calentarla en su pecho y luego lanzarles el agua hirviendo a Chimuelo y a Tormenta.

Chimuelo logró esquivarlo, pero Tormenta no, por lo que en un acto reflejo ante el dolor de sentir el agua caliente en su piel te soltó dejandote caer.

—¡________!—Gritaron ambos jinetes al unísono.

Chimuelo fue directamente hacia ti, pero Bella se adelantó para atraparte entre sus patas y luego llevarte al suelo y dejarte ahí con cuidado.

Ambos jinetes descendieron y luego bajaron de sus dragones, Astrid llevaba un hacha e Hipo un martillo.
Al mismo tiempo que se acercaban, Chimuelo se preparaba para atacar y Tormenta se preparaba para lanzar sus púas, completamente enojada porque le lanzaron agua hirviendo.

Bella se hacía hacia atrás al tiempo que mostraba sus grandes colmillos y te cubría con su cola para protegerte y obligarte a retroceder también.
Sus patas estaban flexionadas para estar más cerca del suelo y quedar a tu altura para poder protegerte.

No fue hasta que Astrid levantó su hacha dispuesta a lanzarsela a Bella que tuviste el valor para salir de la protección de tu amiga y pararte en frente obligando a todos a retroceder y parar sus ataques.

—¡BASTA!

—________... Anda, quítate de ahí

—¡PREFIERO MORIRME!

—¡Deja de hacer chistes respecto a morirte—Exigió Hipo

—Descuida, dentro de poco los dejaré de hacer

—...

—...

Hipo miró a Bella que también lo miraba con enojo—¿Es tu amigo?

—No, es una vaca que me encontré en el monte, ¿no la estás viendo?

—....

—¡Claro que es mi AMIGA! imbécil de mierda

—¿¡POR QUÉ ME HABLAS ASÍ!?

—¿¡CÓMO SE SUPONE QUE TE HABLE DESPUÉS DE QUE ME HAYAS ABANDONADO DE ESA MANERA!?

—¡YO NO TE ABANDONÉ, TÚ TE FUISTE!

—¡AHORA RESULTA QUE EL DEL PROBLEMA SOY YO!

Hipo se quedó en silencio un momento: era verdad, él te había abandonado a ti

—________.... Lo lamento, no debí haberte hecho eso y tampoco debí hablarte así

—¡TÚ CÁLLATE!