25

980 177 6
                                    

♡o。.(✿ฺ。✿ฺ)♡o。.(✿ฺ。✿ฺ)♡o。.(✿ฺ。✿ฺ)

Pasaron las horas y el sol por fin salió, no habías dormido nada por correr sin rumbo fijo tratando de escapar de un lugar donde nadie te hacía daño pero donde a la vez todos te apuñalaban cada que podían.

Si te iban a recordar, ojalá que fuera como "el inmaduro que abandonó a su tribu" en vez de que te recordaran como "el novio de Hipo"

Si es que alguien te recordaba, claro.

Suspiraste al notar como la nieve comenzaba a derretirse bajo tus pies y al escuchar el cantar matutino de las aves.

Miraste hacia atrás y jadeaste al ver que cumpliste tu objetivo; Berk ya estaba demasiado lejos.
Seguías en la misma isla, si, por ahora no tenías manera de irte. Pero la aldea estaba demasiado lejos.

Decidiste caminar en busca de algo de comida y por suerte encontraste bayas silvestres que no dudaste en tomar y comer. No eran demasiado dulces pero tampoco completamente insípidas, además de no ser venenosas, era un buen desayuno si lo pensabas.

Seguiste caminando hasta encontrar un riachuelo para beber agua, pero en cuanto te acercaste te llamó la atención ver una cosa extraña colgando de un árbol.

Al acercarte, distinguiste unas hermosas escamas azules y un plumaje bellísimo.
Aquellos ojos dorados te vieron e inmediatamente un rugido se hizo presente para advertirte que te alejaras.

Aquel dragón que alguna vez te salvó la vida, ahora estaba en aquel árbol colgado y atrapado en una red.

Probablemente algún vikingo descuidado dejó meses atrás esa trampa y nunca llegó a retirarla.
O también existía la posibilidad de que nuevos cazadores hayan llegado.

Ni siquiera pensaste mucho, eso era poco relevante en estos momentos así que tomaste la daga y te acercaste a la trampa, recibiendo como respuesta otro rugido por parte del dragón atrapado.

—Oye, cálmate, sé que tal vez no me recuerdas pero no voy a lastimarte—prometiste acercandote nuevamente y comenzando a cortar de poco en poco las cuerdas de la red para evitar cortar sin querer al dragón que al ver tus intenciones se quedó quieto.

Poco después el dragón cayó al suelo y quedó completamente libre, pero tenía algunos problemas para caminar.

Una de sus patas había sido cortada por la red.

Te acercaste a la pata del dragón mientras que de tu bolso sacabas una venda para colocarla en la herida, aquellos ojos dorados te miraban con confusión.

—¡Tada!, ¿ves? Te dije que no te haría daño

El dragón se sentó frente a ti ladeando la cabeza levemente, en ese momento pudiste observar bien sus facciones y la forma de su cuerpo y cola.

Era parecido a Chimuelo en cierto aspecto, pero era bastante más alto y esbelto, además de tener patas más alargadas y un cuerpo más agraciado y elegante. Además de contar con un par de líneas negras al rededor de sus ojos que simulaban un delineado con un par de lunares.

Probablemente ni siquiera estuvieras tratando con cualquier dragón, sino que con una hembra de esta especie nueva y desconocida.

Sonreiste sentandote frente a la dragona que ladeó completamente su cabeza con curiosidad y después se acercó para oler tu cabello.

—¡hey!

Sonreiste dejando que la dragona te esplorara así como tú la habías explorado levemente a ella.
Mostraba un comportamiento demasiado tranquilo y dócil, como si le gustaran los humanos o algo así.

Instintivamente levantaste un poco tu mano para intentar tocar a la dragona quien por un momento olisqueó tu mano y sus pupilas se dilataron un poco, pero después bufó y se hizo hacia atrás.

—Oh, bueno no te tocaré..

La dragona se dirigió al arrollo para beber agua, así que la seguiste para beber a su lado.

Cuando terminó, ella comenzó a caminar nuevamente así que instintivamente la seguiste sin dudarlo ni un segundo.
En el fondo esperabas que esto fuera el inicio de una bonita amistad, así como la de Hipo y Chimuelo.

Chimuelo e Hipo...

Suspiraste obligandote a alejarlos de tu mente, tenías cosas más importantes en las que pensar por ahora.

♡o。.(✿ฺ。✿ฺ)♡o。.(✿ฺ。✿ฺ)♡o。.(✿ฺ。✿ฺ)

➴ Tenías que ser tú ➶Where stories live. Discover now