Capítulo 23| Centro de Entrenamiento

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Will Byers | Edificio de entrenamiento

Mi uniforme era muy similar al que usé en mis primeros juegos, era una combinación de negro y líneas rojas a los costados, se sentía cómodo y agradecí que con este traje no se marcaran ciertas partes privadas como con mi atuendo del desfile.

Camine hacia el centro de entrenamiento en el subterráneo, nada mas entrar pude ver ya a algunos tributos practicando, no perdían el tiempo. Rápidamente visualice la estación de cuchillos y comencé a practicar con ellos, de algún modo los cuchillos me hacían sentir cerca de Mike, entonces al regresar a mi distrito comencé a cazar con ellos en todo mi tiempo libre (que resulto ser bastante tiempo) ahora podía considerarme un experto con ellos.

Tome el set de cuchillos y pase un dedo por su filo, mire hacia los hologramas y suspire, comencé a lanzar uno a uno los cuchillos, en algunas ocasiones tenia que dar algunos giros cuando sentía que se acercaban de mas y tenia que evitarlo.

El set de cuchillos se acabó y solo llevaba uno en la mano, dos hologramas se abalanzaron contra mi, logre esquivar uno mientras que con el otro le corte el cuello, me volví y le lance el cuchillo dando justo en el pecho.

Mientras recuperaba el aliento sentí una mirada, y allí estaba Katniss Everdeen, mirándome con recelo, no sabia desde hace cuanto había estado allí, achique los ojos sin dejar de mirarla y entonces recordé mi misión, querían un buen show y seguro la traición seria suficiente para ellos; Debía aliarme con ella.

Y entonces le sonreí, fue una sonrisa sincera, no había nada oculto detrás de ella, porque de hecho la chica parecía ser una buena persona, pero no era nada personal; Iba a matarla.

Ella pareció sorprenderse por mi gesto, hizo un ademan de querer acercarse y entonces me di la vuelta para pasar por la estación de camuflaje, por su puesto que quería aliarme los mas pronto posible con ella, pero aun quedaban días antes de las entrevistas y no quería que sospechara nada de mi, debía ser lo que todo el capitolio creía que era, un completo manipulador.

Llegue a la estación, a lo lejos visualicé al chico del distrito 12, parecía (al igual que katniss) fijarse demasiado en los demás tributos, como aprendiéndose sus movimientos. Sonreí y me acerqué.

— El año pasado lograste camuflarte muy bien — Capté su atención. — Fue increíble.

El chico me sonrió y me extendió su mano para que pudiera estrecharla — Will ¿Cierto? — Tomé su mano firmemente y le mire alzando una ceja, no era tan invisible como creía si sabía mi nombre — Soy Peeta, Peeta Mellark.

— Un gusto — Le asentí acercándome a la mesa — Si soy sincero no me gustaría arriesgarme en un combate cuerpo a cuerpo en la arena, al menos no al principio, esta vez me enfocaré un poco en la supervivencia ¿Podrías ayudarme?

Peeta se sorprendió por la información que le acababa de soltar, prácticamente le había dicho toda mi estrategia (o al menos eso le haría creer).

Peeta asintió contento y se acercó a mi, estaba apunto de hablar cuando alguien más detrás de nosotros le interrumpió.

— Si Peeta ¿Por qué no nos das un curso de supervivencia? Espera ¿Que acaso eso no es lo escencial para sobrevivir a tus primeros juegos?

— Finnick — Salude con una sonrisa fingida, en realidad el chico nunca me había agradado del todo y la tensión parecía ser mutua.

— Byers — Me dice, no pude evitar sonreír sarcásticamente, a mi lado Peeta nos ve un poco confundido, creo que piensa que pelearemos allí mismo, aunque puede no estar equivocado del todo.

— En fin, si necesitas ayuda estaré en la estación del fuego — Me giré hacia el tributo del 12 — Puedo enseñarte a usar los cuchillos si quieres.

Peeta me agradeció diciendo que tomaría mi oferta y me despedí de Finnick con un asentimiento de cabeza.

Mientras caminaba sentí una mirada pesada en mi nuca, giré sobre mis talones pero no vi a nadie mirando a mi dirección, extrañamente seguía sintiéndome vigilado.

Fue entonces cuando levante la vista y Plutarch Heavensbee estaba allí sin quitarme los ojos de encima, aproveché para comenzar a practicar con los cuchillos, así tal vez al menos lo impresionaría un poco.

|...|

Otro día de entrenamiento había comenzado, el día anterior me había concentrado solo en la parte física, ahora estaba aprendiendo un poco de la naturaleza, leía un libro de las plantas mientras trataba de hacer un ungüento que me pudiera servir en la arena.

— Para curar el veneno de las Rastrevíspulas —Levante la vista y la mismísima chica en llamas estaba allí frente a mi hablándome, eso había sido más rápido de lo que creí que sería, tal vez estar solo hizo que me tuviera lastima — Usa estas.

Katniss me pasó un recipiente con hojas puntiagudas — Colocas el ungüento en ellas y luego lo pones en la picadura — Explicó.

— ¿Como sabes eso? — Pregunté.

Sus ojos parecieron apagarse levemente antes de contestar — Rue... ella me ayudó cuando me atacaron.

— Era tu aliada — le dije. Asintió. — Eso es algo muy valioso dentro de la arena.

Ella me miró fijamente, podía verla por el rabillo del ojo, pero yo seguía mezclando los ingredientes en el recipiente.

— ¿Y tu compañera? — Me pregunto por fin luego de unos minutos en silencio.

Me encogí de hombros — No quiere estar cerca mío en la arena.

— Tal vez la intimidas — Trató de bromear.

— Claro, con esta cara seguro ahuyento a cualquiera — Le seguí el chiste.

Ella me sonrió de forma sincera, me contagió su acción y volví mi vista a mi recipiente.

— Katniss, allí estás.

De nuevo la estresante voz de Finnick se acercaba a nosotros, de no ser por su gran popularidad en el Capitolio podía jurar que estaba enamorado de mi. No me dejaba ni un segundo en paz.

— Estaba pensando, puedo darte algunas de lecciones de tridente, a cambio de algunas lecciones de tiro con arco.

La verdad sobraba en esa conversación y no quería seguir revolviendo ingredientes, deje el recipiente a un lado y caminé para alejarme hacia la estación de cuchillos.

— Will

Me sorprendí cuando me llamaron, pero me sorprendí más que lo haya hecho la tributo del 12.

Ella se acercó y yo no fui capaz de moverme — Mantente cerca en la arena — Me dijo solo para que los dos lo escucháramos.

Ella se alejó mientras Finnick me miraba receloso, reprimí una sonrisa triunfante y me encamine hacia la estación de las lanzas, bajo la terrible sensación de estar siendo observado y no tenía que girar para saber qué se trataba del jefe de los vigilantes.

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⏰ Última actualización: Jan 07 ⏰

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