Los Juegos Del Hambre | Byler

Capítulo 20| Cambiar las Reglas

Will Byers | 6 años después

La conversación con Snow había sido relativamente corta: " Lo sabrás cuando llegue el momento" me había dicho.

No había podido dejar de pensar en la posibilidad de que Mike estuviese vivo y de pronto me vi a mi mismo siendo el fan número uno de los avisos del Capitolio, siempre que se encendía la tele era el primero en sentarme para ver lo que se tenía que decir, trataba de hayar una pista, algo que me permitiera estar un paso más cerca de Mike.

Ese día no fue la excepción, me senté frente al televisor para ver que había de nuevo en el Capitolio, al parecer un nuevo toque de queda en el distrito 12, nada de que sorprenderse en mi distrito lo habían establecido hace un mes y había visto que el 11 había puesto el suyo apenas unas semanas atrás.

Al parecer habían cambiado los agentes de La Paz por personas menos amistosas y aún más agresivas, podía escuchar los disparos en la noche, las revueltas en el día y aveces alguna ejecución pública, pero no me había atrevido a intervenir ni a salir de la villa.

Estaba por irme de nuevo a mi habitación, en el televisor estaban castigando a un chico en medio de la plaza del 12, no me gustaba ver aquello.

Y entonces todo sucedió demasiado rápido, una chica corrió de entre la multitud, se paró frente al chico y lo protegió del agente de La Paz, la transmisión se cortó, algo sumamente raro.

Me levante tratando de recordar donde es que la había visto antes, fui hacia mi correo, pase las cartas aburridas y entonces la vi, la chica en llamas: Katniss Everdeen.

La vencedora del distrito 12.

Pase mi mano por mi cabello, suspire. Un vapor blanco salió de entre mis labios y me deje caer en la nieve.

Sabia a lo que se refería Snow ahora, estábamos jodidos.

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Miré por la pantalla como aparecía el presidente Snow para contar sobre los siguientes juegos.

Mi corazón se aceleraba mientras mi mente no dejaba de repetir "sabes lo que tienes que hacer".

— Damas y caballeros, este es el septuagésimo quinto año de los juegos del hambre — El público celebró y yo solo pude hacer una mueca agradeciendo por escuchar la transmisión en casa y no en el Capitolio donde los gritos seguramente me dejarían sordo — Cuando se escribieron las reglas se dijo que cada 25 años se haría el vasallaje de los 25 para mantener fresca en cada nueva generación la memoria de los que murieron en el levantamiento contra el Capitolio.

— Cada vasallaje se distingue con juegos de un significado especial, y ahora, como recordatorio de que ni aún los más fuertes pueden superar el poder del Capitolio. Los tributos serán elegidos del grupo existente de vencedores de cada distrito.

Lo había dicho, era real. No era idiota, sabía que había hecho esto por los vencedores del distrito 12 que lo desafiaron con su "amor".

"Sabes lo que tienes que hacer" claro que lo sabia, Snow quería que regresara, que estuviera de su lado, si mi nombre no fuera nombrado en esa urna debía ofrecerme como voluntario.

Si Snow quería someter a los vencedores del 12 entonces yo iba a ayudarle. Era la única manera de volver a ver a Mike.

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Para cuando salí de mi casa la villa de los vencedores era un caos, algunos eran demasiado viejos como para competir y tenían miedo, aun así no se dejaban de mirar con esa vibra sombría.

Parecía un día normal y extrañamente se sentía la tensión, algunas mujeres vencedoras habían organizado un picnic en el enorme jardín de la villa, otros hombres solo bebían cerveza mientras yo tomé asiento, mirando en dirección de esas rejas que nos separaba del distrito y por ende del toque de queda, aunque Snow ya había dejado claro que no éramos intocables.

— Es la primera vez que agradezco que Mirtle no esté con nosotros — Escuche a mi lado, me sobresalte al ver a Greir, un hombre viejo que había ganado los juegos hacía ya tanto tiempo que me era imposible recordar cuando — No lo hubiera soportado, el hecho de tener la posibilidad de volver, atemoriza a cualquiera.

— Ojalá ella estuviera aquí — Le contradije mirándole brevemente — Ella sabría que hacer, ella habría ganado.

— Nadie gana los juegos — Dijo con voz firme, mis vellos se erizaron, nunca había escuchado ese tono en su voz. — No hay vencedores, solo supervivientes.

Trague saliva, no siendo capaz de decir otra cosa.

— En fin, no te preocupes chico, algo me dice que tú nombre no saldrá en esa urna.

El viejo se apoyó en sus rodillas para poder levantarse, pero perdió el equilibrio y volvió a caer sentado.

Me apresuré para ayudarle — Usted tampoco debería, nadie dejaría que fuera en su estado.

Greir hecho una carcajada, como si lo que acababa de decir fuera un grandioso chiste — ¿Ves a todos aquellos vencedores? Están asustados, tienen familia, hijos, nadie apostaría su pellejo por alguien como yo, incluso tú eres demasiado joven, tienes una vida por delante, por eso debes vivir ¿o que? ¿Te ofrecerías por alguien como yo?

Suspire hondo, no porque no lo haría, sino porque su pregunta me tomo por sorpresa, no creía que Greir fuera tan directo, no habíamos hablado más allá de un par de partidas de ajedrez y él tomó mi silencio como una negativa, aunque no fuera así.

—Descuida, nadie te culpa, hijo.

Palmeó suavemente mi espalda y se alejó hacia su casa con pasos cortos.

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2 Capítulos en un día porque soy una desesperada y quiero publicar todo de unaa y llegar ya a lo bueno jaja