Capítulo 16| Atrapados

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Centro Creativo| La jungla

— ¡Idiotas! — Se quejaba el jefe, Fjord mirando la pantalla — ¿Se rehúsan a matarse? ¿Enserio? ¡Son imbéciles!

Todo el lugar estaba tratando de juntar a los tributos, pero al parecer estos estaban más preocupados por sobrevivir en el hostil ambiente, los recursos comenzaban a escasear y estaban demasiado débiles como para atacarse.

— Ponganles más comida en la cornucopia y alguien por favor haga más emocionante estos juegos.

— Que le parece si guiamos a todos a la cornucopia al mismo tiempo y si en el camino mueren algunos tampoco sería una pena ¿no?

Fjord miró a aquella trabajadora con atención —Te escucho.

Ella sonrió mientras comenzaba a configurar los códigos sobre el campo de juego.

|...|

Mike Wheeler | Las orillas del río

El chico comenzó a tocar el terreno, parecía húmedo, pero no había rastros de agua, la laguna de los cocodrilos se había secado y después de caminar para llegar al río se encontró con que este tampoco tenía agua.

Resoplo frustrado mientras trataba de encontrar otra forma de conseguir agua, entonces unos pasos atrás suya le interrumpieron, se giró rápidamente con una navaja en mano y entonces se encontró con unos ojos verdes mirándole fijamente.

Will estaba de pie frente a él,  apuntándole con un arco y una flecha. Mike podía decir que se miraba hermoso, casi tanto como la última vez que lo había visto ¿hace cuánto había pasado de eso? ¿Una semana? No lo recordaba, las horas eran eternas en ese lugar.

— Will... — Su voz salió más emocionada de lo que le hubiese gustado mostrar, pero no le importaba, lo tenía frente a él y eso le ponía feliz, cada minuto rezaba por no escuchar el cañón para no pensar que Will hubiese muerto — Yo... creí que no te volvería a ver...

— Cierra la boca —Espetó —No soy tu amigo.

Mike sintió un nudo en la garganta y bajo la guardia un momento, Will aprovechó para lanzarle la flecha y entonces el ruloso se hizo a un lado a penas para evitar ser impactado por la flecha.

— ¿De verdad estabas a punto de dispararme?

Will ignoraba lo que le decía Mike, miró como la flecha que lanzó se quedó atorada en lo que parecía ser un campo de fuerza, se agachó para tomar una piedra y lanzarla, ocurrió lo mismo, parecía electrificado.

— ¡Oye, Will! ¿Me escuchas?

De pronto la tierra comenzó a temblar bajo sus pies, ambos miraron hacia las orillas del río en donde una ola enorme se hacía paso entre los árboles.

— ¡Corre!

Ambos chicos comenzaron a correr, el agua pronto iba a alcanzarles.

— ¿A dónde vamos? —Decía Will agitado sin saber realmente que hacer.

— ¡Por aquí! — Mike le tomó a Will de la muñeca y lo tironeo para llevarlo hacia la cornucopia — ¡Busquemos terreno alto!

El agua comenzó a llegar a sus pies y ambos creían que iban a ser devorados por aquella inundación, pero entonces Mike buscó entre su mochila una cuerda y con ella se amarró de la cintura mientras seguía corriendo.

— ¡Atala fuerte! — Le ordeno al ojiverde pasándole el otro extremo.

Will creía que era una locura, pero aún así le hizo caso, Mike tomó el sobrante y noto como en el extremo tenía lo que parecía ser un gancho.

Llegando a la cornucopia ambos subieron las escaleras, el agua estaba detrás de ellos, entonces Mike atoro aquel gancho de su soga en una argolla que se encontraba fuertemente fijada en la pared.

El ruloso abrazo al ojiverde con fuerza y entonces el agua los cubrió por completo, sentía como la corriente los movía de un lado a otro, pero no podía arrastrarlos hasta el fondo debido a la cuerda.

Mike abrió los ojos debajo del agua, los segundos se intensificarán y el agua no parecía querer irse, Will no sabía cuánto más aguantaría sin poder ahogarse y entonces Mike pegó sus labios con los de Will.

Comenzo a pasarle algo de aire abajo del agua y también podía sentir al chico entre sus brazos, sabía que si moría en ese momento estaría demasiado feliz como para importarle, pero tenía que sobrevivir, porque desde ese momento había decidido proteger a Will con su vida. ¿Así era como se sentía estar enamorado?

El agua comenzó a bajar de pronto, la inundación estaba pasando y a pesar de poder respira con normalidad aquellos chicos no parecían querer separarse.

Mike estaba dispuesto a transmitirle con ese beso todo lo que no podía decir, Will captó el mensaje y siguió el ritmo del beso sintiéndose en el paraíso.

Cuando al fin se separaron sonrieron con dulzura, no sabían cuánto se habían necesitado hasta ese momento, era perfecto estar juntos y sentían que así era como debía ser siempre.

— Te extrañé —Le confesó Mike — Yo... lo siento, fui un idiota y...

— Ya sé que eres un idiota Mike — Will lo cayó con un leve beso — Me gustas así.

Volvieron a sonreírse y entonces desataron la soga, no sabían cómo es que habían sobrevivido, pero presentian que no sería la única inundación del día.

— Esos imbeciles crearon campos de fuerza para que no pudiéramos huir de la inundación — Decía Will mientras comenzaba a colocar en su mochila algunas provisiones.

— Y también bajaron la temperatura para que nos de hipotermia por estar mojados — Informaba Mike mientras veía como sospechosamente el día comenzaba a durar menos y la noche se hacía paso — Malditos astutos.

— Gracias por salvar mi vida — Le decía Will finalmente, luego de un rato de revisar las cajas de provisiones que habían sobrevivido — Pero no podemos seguir juntos.

Habían necesitado demasiado valor para decir aquello ¿cómo podía alejarse de Mike si era obvio que era su única motivación para seguir?

— No creo que debamos estar solos en este momento — Carraspeo Mike — Al menos sobrevivamos juntos la noche.

Will quiso refutar, pero entonces dos cañones se escucharon. Tragó saliva y asintió y ambos comenzaron a caminar hasta poder encontrar un refugio en donde ponerse a salvo.

Esa noche se iluminó con la cara del chico del distrito 3 y la de Trevor, ambos chicos asumieron que habían muerto por la inundación, pero no estaban seguros.

— ¿Que harás cuando ganes los juegos? — Decía Will mientras se daba calor con la pequeña fogata que habían hecho en medio de los dos.

Las llamas del fuego iluminaban sus caras y parecían hermosos bajo esa luz.

— No lo sé ¿Que harás cuando tu los ganes? —Sonrío Mike

Will rodó los ojos, pero no pudo evitar soltar una pequeña risa.

— Solo puede haber un ganador — Le recordó el ojiverde — Y no seré yo.

— ¿Por qué estás tan seguro de eso? — Pregunto Mike.

Will lo miro con obviedad — No voy a matarte, Mike, prefiero que vengan los profesionales y me torturen.

Mike se recostó en las raíces de un árbol —Entonces... tendrán que matarnos a los dos, porque yo tampoco pienso matarte.

Se miraron fijamente, no sabiendo si lo que decían realmente lo sentían, pero confiaban uno en el otro, y eso era lo importaba.

— Que patéticos son, me dan náuseas.

Aquella voz hizo que Mike sé levantara rápidamente para tomar sus cuchillos, pero Lucas fue más rápido y le pateó las costillas para lanzarlo hacia el suelo.

— No se preocupen, tortolitos, cumpliremos sus deseos —Se burló Ámbar — Vamos a matarlos.

Los Juegos Del Hambre | BylerWhere stories live. Discover now