Relativamente Candente

El regreso a casa

¿Crees que dejaría que algo te pase?

Las palabras de Bakugo no paraban de repetirse en tu cabeza, de alguna forma te causaba un sentimiento cálido en tu interior.

El camino de regreso a casa fue callado, lo cual te dejo pensar y acomodar tus pensamientos en paz, te preguntabas si Bakugo de verdad se preocupaba por ti como tú de el, o si solo lo decía por qué de eso dependía su carrera como un gran héroe.

Aunque tus pensamientos hubieran estado debatiendo este tema por mucho tiempo, decidiste quedarte con pensar que simplemente lo hizo por su carrera de héroe, pues por como lo mencionó el primer día que se conocieron, parecía importarle de verdad, y con lo poco que se conocían, no creerías que el se hubiera apegado a ti lo suficiente como para preocuparse, era lo más lógico.

"Nos vemos mañana" Te despediste de Bakugo cuando llegaron a su casa, pues por el cambio repentino de dirección que habían tomado previamente, llegaron a su casa antes que la tuya, sin embargo, Bakugo se te quedo viendo raro.

El siguió caminando, lo cual te confundió bastante, pero aún decidiste seguirlo, no ibas a perderlo de vista otra vez, "Oye, ya pasamos tu casa" Le mencionaste, aún con mucha confusión de que se haya pasado su propia casa.

"Ya lo se, cerebro de arroz" Bakugo te respondió, de mal humor como siempre antes de al parecer respirar profundo como tú lo haces para calmarte, "Voy a llevarte a tu casa, idiota" Luego explicó, sonando extrañamente más calmado, aunque igual te haya insultado.

No le respondiste y simplemente lo seguiste, "Yo puedo ir a solas sabes" Le respondiste, y aunque no te molestaba su compañía, no podías evitar sentir la calma de ir con alguien, te causaba más seguridad.

"No me importa, es tarde, eres débil, algo puede pasarte" Bakugo respondió, de mala gana como siempre, y aunque te molestaba su tono y que te hablara como un infante, aún no pudiste evitar el cálido sentimiento en tu interior nuevamente.

Ahora estabas debatiendo si de verdad se preocupaba por ti, o solo era por su carrera de héroe, o si solo estaba siendo amable y caballeroso, de nuevo.

"Gracias" Le agradeciste, y aunque fuera de igual mala gana que el, no ibas a ser mal agradecido, pues aún estaba haciendote un favor y ayudándote, aunque no parecía muy contento con ello.

El resto del camino fue tranquilo, callado y bastante cómodo, "Bueno, nos vemos mañana" Te despediste de él nuevamente cuando llegaron ahora a tu casa, otra vez no te despidió de vuelta, pero al parecer eso era mucho pedir de el, simplemente seguiste tu camino para entrar en tu casa y por fin descansar del día que ya parecía hasta eterno.

Entraste a tu casa, y al tomar asiento en el primer asiento que te encontraste, lograste darte cuenta del cansancio que estaba en tu cuerpo, pues habías corrido buscando a Bakugo en la tarde y eso te había dejado bastante exhausta, aunque no te hubieras dado cuenta en el momento, probablemente por la adrenalina.

Pero aún sabías que debías comer, así que después de conseguir suficiente motivación para volver a ponerte de pie, te dirigiste a la cocina para preparar algo.

Tus pensamientos estaban confusos recapitulando todo lo que paso hoy, Bakugo te dio un susto de vida, y luego descubriste que al parecer se preocupaba por ti, aún sentías esa cálida sensación cada vez que recordabas sus palabras, suspiraste mientras tratabas de racionalizar lo que había paso mientras comías la deliciosa comida que ya habías preparado.

Y al finalizar tu comida y darte un merecido baño, te acostaste en la cama, aún pensando lo que había pasado, suspiraste de nuevo, no parecía haber mucho que explicara el extraño comportamiento de Bakugo hacia ti hoy.

Hasta que recordaste cierto aspecto, era posible que aunque hayan pasado apenas un par de días, Bakugo ya te considere como una amistad, y por ende, como buen amigo, decide protegerte y tomarte como una prioridad.

Era extraño, pues apenas se han conocido, pero por lo que sabes de su personalidad, era posible que no muchas personas se le acerquen en la UA, era posible que eras lo más cercano que el pudiera considerar una amistad.

Sonreiste al pensar en ello, habías logrado tu meta de tenerlo como amigo, eso te hacía bastante feliz, y como eras posiblemente la única persona con la que desarrollo una amistad, sentías una personalidad en tus hombros.

Si las cosas con el terminaban mal y cortaban lazos, era altamente probable que el no encontrará alguien más y se quede solo, el pensamiento te causo algo de tristeza, no querías que el terminará solitario y depresivo, puede que peleen y el tenga una pésima actitud la mayoría del tiempo, pero eso era probablemente por qué la soledad de seguro le afectó sus habilidades sociales a un grado preocupante.

Pensaste sobre la situación, si te volvías lo suficientemente cercano a el, podía empezar a copiar tus hábitos y volverse más agradable, quizá simplemente era tan malhumorado solo por qué no tiene a nadie, y aunque sabías que también era imposible cambiar a alguien, aún podías intentar hacerlo más amistoso, y sabías defender tu valor, por lo que si intentaba pasarse de la raya contigo, ibas a cortar lazos con el.

No había mucho que perder, y podías de verdad ayudarlo a largo plazo si salía bien, así que decidiste aceptar la gran responsabilidad, y con tu mente en calma, te fuiste a dormir, pensando en posibles temas de conversación que podías tener con Bakugo al siguiente día.

El cual llego rápidamente, al sonar de tu alarma para otro tedioso día escolar, solo que está vez, habías despertado antes de dicha alarma con el simple propósito de anotar los posibles temas de conversación que tendrías con Bakugo hoy después del día escolar.

No ibas a ir sin preparación, y nada iba a llegar por sorpresa, llenandote de confianza y orgullo mientras te preparabas para la escuela, ya te imaginabas las conversaciones que iban a tener, y las posibles rutas que podrían salir de ellas, saliste de tu casa en camino a la escuela.

Prepárate Bakugo, hoy tendrás la mejor conversación de tu vida