Un descanso por favor

50 8 0
                                    

Ya llevabas 15 lagartijas, y querías parar, te dolían los brazos, no sabías cuánto más ibas a poder durar, volteaste a verlo por la esquina de tu ojo, estaba al lado de ti, levantando unas pesas de, ¿¡90 kilos!?

Vaya, si que era fuerte, recuperaste tu miedo, pero parecía bastante entretenido en su ejercicio, se le notaba bastante concentrado en eso que en cuidarte por lo que pensaste que podías descansar, así que decidiste detenerte por un momento, tenías que descansar.

"¡Oye! Sin descansos hasta terminar" Bakugo te regaño, sonaba molesto como siempre, y aunque ni siquiera estaba volteando a verte, al parecer sabia que te detuviste, no querías que se enojara más, así que en contra de tus deseos de parar, seguiste con tus lagartijas.

Ya llevabas 17, no sabías cuánto más podías lograr antes de colapsar, Bakugo estaba haciendo ya otro ejercicio, de verdad era una máquina de entrenar, tu ni siquiera podías con una ronda, y el ya estaba haciendo sentadillas con sus pesas, te causaba un poco de envidia, tú también querías esa fuerza y resistencia descomunal, solo no querías el ejercicio necesitado para alcanzar ese objetivo.

Sentías que morías, tus brazos y pecho no respondían, se sentía como si ardieran, acabas de terminar tus lagartijas al fin, Bakugo iba a iniciar ya su tercer ejercicio, y al ver qué te tiraste en el suelo para descansar tan pronto terminaste, decidió darte algo más para hacer, "15 abdominales" Ordenó, su tono firme, acabas de terminar un ejercicio y el ya te había puesto otro, querías llorar.

Y al parecer harías este ejercicio con Bakugo, pues a tu ritmo el también se puso en posición para las abdominales, te parecía algo extraño que aún tuviera sus pesas, pero no le diste mucha importancia, hasta que viste que empezó a hacer abdominales, con las pesas, ¿Qué acaso era algún tipo de bestia?

Nunca habías visto ese tipo de fuerza antes, ni siquiera de tu compañero de clase quien era considerado el más atlético del salón, hasta te preguntabas si siquiera era humano, pero al ver qué como mínimo estaba sudando comprendiste que si era humano, bueno eso te daba aunque sea el más mínimo alivio de que no era completamente un monstruo.

"Ojos de pez, ¿te vas a quedar viéndome o vas a hacer el maldito ejercicio?" Bakugo te preguntó de mala gana, mirándote de mala gana, sabías que estabas mirando más de lo necesario, pero no podías evitarlo, ni siquiera parecía que le molestaba en lo mínimo su ejercicio, ¿Qué tan fuerte era?

Pero no pudiste quedarte pensando por mucho tiempo pues si no empezabas con tus propias abdominales, Bakugo se iba a enojar, y no querías enterarte que tipo de castigo este ser podía darte por eso, así que aún con tu dolor y cansancio, empezaste a hacer tus abdominales.

Pasando el tiempo, ya llevabas 10, casi acababas, no sabías cuántas llevaba Bakugo, pero ni siquiera mostraba signos de cansancio, sentías envidia, pues tú estabas que te morías, empezabas a entender por qué no quería entrenar con débiles, esto era demasiado.

Pero no ibas a rendirte, por orgullo o por miedo ibas a terminar tu ejercicio del día y luego irías a casa a tomar una ducha y descansar, ya extrañabas tu cama, acostarte sin tener que preocuparte por nada excepto la tarea, cuánto querías estar ahí en vez de aquí.

Tu respiración se volvía pesada, tus piernas temblaban y tú abdomen estaba matandote, pero aún así, seguiste, "¡15!" Exclamaste sin darte cuenta, sentías alivio pues al fin acabaste, tanto que ni te diste cuenta que habías gritado al finalizar, lo cual atrajo la atención de Bakugo.

"¿Acabaste?" Bakugo te preguntó, terminando su ejercicio también, y al menos parecía que ya se estaba cansando de tanto trabajo, evidente por su sudor, parecía que el también se está cansando, no tanto como tú claro, pero te hacía sentir un poco mejor que el estuviera cansado como tú.

Y ya acabados tus ejercicios, podías al fin descansar, miraste a la banca donde estaban sus botellas de agua y el gatito se encontraba acostado, lamiéndose las patitas para limpiarlas, ya te veías a su lado, acariciándolo si te dejaba, al fin ibas a poder respirar tranquilamente.

"20 sentadillas y terminas tu primer set, vas a hacer 3 más así que no descanses mucho" La voz de Bakugo te sacó de tus pensamientos, y sus palabras destruyeron tu sueño ideal, ¿aún faltaba más? ¿Y tendrías que repetir lo mismo otras 3 veces? No sabías cuánto más podías resistir, querías voltear a verlo para duplicar algo de piedad, pero el ya había dejado sus pesas para hacer una plancha, no podías creerlo parecía que nunca ibas a acabar.

"¿¡Vas a seguir mirando!? ¡Ponte a trabajar!" Bakugo ordenó, su mirada penetrante y llena de odio dirigida completamente a ti, tal vez el hecho de que se esté cansando lo hacía enfadar, y definitivamente no querías ser quien reciba ese odio por lo que te pusiste de pie para empezar a hacer tus sentadillas.

Pero sabías que debías pensar de forma positiva, o al menos pensar en algo que no fuera tu increíble cansancio y el dolor de tus músculos, ya casi acabas, solo tenías que terminar este set y luego repetirlo otras 3 veces, sonaba pesado pero sabías que podrías lograrlo.

Pensar positivo, eso de seguro te ayudará a al menos aguantar un poco más el dolor, ibas a terminar rápido te decías, si te concentrabas en el futuro y tu descanso en vez del presente y tu terrible dolor el tiempo se pasaría más rápido, antes de que te des cuenta habrás terminado, eso pensabas, eso querías pensar.

Con tu nueva determinación seguiste haciendo tus sentadillas, ya llegabas 13, casi acababas, un poco más de lo mismo y llegarías a tu anhelado descanso, no podías esperar, no querías esperar, pero seguiste pensando positivamente, esto también te ayudaría a más futuro probablemente y no era tan pesado como lo que Bakugo hacia.

¿Que tan pesado podría ser?

Relativamente CandenteWhere stories live. Discover now