Pensabas que era alguien aterrador, gruñón y hasta peligroso en base a la forma en la que siempre murmuraba para si mismo sobre destruir a sus enemigos, eso es hasta que decide hablarte un día de la nada.
Todos los personajes pertenecen a Kohei Hori...
Tenías que detenerlo, no sabías cómo lo ibas a lograr pero tenías que, ya pagó por los ingredientes, ibas caminando detrás de él, si no lo detenías realmente iba a cocinarte en tu casa, que vergüenza te daba, apenas lo conocías, no podías dejar que pase, tenías que pensar en algo, y rápido.
"¿Te vas a quedar ahí de pie? Abre de una vez" La voz molesta de Bakugo te sacó de tus pensamientos, y no tomo mucho para que vieras que ya estaban en frente de tu casa, te congelaste, se te acababa el tiempo, si no actuabas ahora, no ibas a detener a Bakugo.
Tomaste un respiro profundo, "Gracias por traerme" Le agradeciste, Bakugo asintió, iba bien, solo falta el último paso de tu plan, abriste la puerta de tu casa y tomaste un ligero segundo para respirar profundamente, te preparabas para lo que estás a punto de hacer, "Bueno, ya puedes irte, gracias de nuevo" Volviste a agradecer, y Bakugo volvió a asentir, hasta que escucho lo último, pero antes de pudiera reaccionar completamente, entraste y cerraste la puerta con seguro, lograste evitar que entrara.
Casi te daba un susto al escuchar que Bakugo intento abrir la puerta, que bien que lograste poner seguro justo a tiempo, sin embargo, a los pocos segundos, Bakugo llamó a la puerta, pero no ibas a abrirle, no arriesgarías que viera el desastre que es tu casa, aún si ofrecía prepararte la comida, no querías que te insultara, no es tu culpa que no pudieras hacer limpieza, el te obligó a salir de todos modos, "Oye, extra, ¡abre la puerta!" Bakugo ordenó, su tono de voz era sonoro, casi tanto para hacerte dar un brinco, empezó a golpear la puerta más fuerte.
"¡T/N! ¡Idiota ojos de rana, abre la estúpida puerta de una vez!" Bakugo gritó, no habías escuchado una voz más sonora antes, casi temblabas, pero no podías, sería una vergüenza que el viera tu casa un desastre, ni siquiera tienes a quien culpar aparte de ti pues no vivías con nadie más, "¡Abre la maldita puerta de una vez o voy a tirarla!"
Te congelaste un momento, esa amenaza realmente daba miedo, tirar una puerta no era divertido y aparte iba a costar demasiado repararla, pero no podías seguir sus órdenes solo por eso, pues el pudiera estar mintiendo solo para que le dejes entrar, aunque tampoco sabías muy bien si Bakugo se atrevería a romper tu puerta.
"¡No estoy jugando, abre la maldita puerta de una vez!" Bakugo volvió a gritar, se estaba poniendo bastante molesto por no seguir sus órdenes, y golpeaba la puerta de forma que te dejo en claro que si quisiera, pudiera fácilmente tirarla y entrar.
No sabías muy bien, que elegir, en primera parte, no querías dejar entrar a invitados cuando tu casa era un desastre, pero tampoco querías que tu puerta fuera destruida, tal vez pudieras convencerlo, debía haber alguna forma de salir de esta...
...
Que vergonzoso
Bakugo se salió con la suya, decidiste abrir la puerta y dejarlo pasar cuando el empezó a patearla, le explicaste el porque lo habías dejado afuera pues este te cuestionó, y al escuchar tu razonamiento concluyó que era una razón estúpida y merecías un castigo por haber hecho eso.
Por lo cual te encontrabas en la esquina de tu cocina, sentandote en tus rodillas como castigo, no podías hablar ni moverte en lo que Bakugo preparaba la comida, realmente te puso como a un niño chiquito, lo cual te avergonzaba un poco.
Volteaste la vista hacia arriba un poco, viendo a Bakugo preparando lo que se que iba a hacer de comer, estaba cortando las verduras que acaba de comprar y mezclando todo en un bowl, parecía un profesional, su técnica y velocidad eran implacables, su expresión desinteresada daba a entender que era una tarea bastante fácil para él, te daba algo de envidia, ya quisieras tener ese talento.
Lo veías preparar la comida, y parecía que iba en serio cuando dijo que iba a prepararte algo que no necesitará calentarse en lo absoluto pues no ha tocado la estufa ni el microondas, de hecho te causaba un poco de curiosidad sobre que podría estar preparando.
El primer pensamiento que te vino a la mente alguna carne, pues acaban de entrenar, una idea llevó a otra y terminaste recordando el pollo y los huevos, entonces si iba a tener que usar la estufa, y que de verdad va a preparar algo con proteínas, si que sabe bastante sobre la cocina, y si que se dirigió a la estufa, no sin antes darte un ojo como para si ver tu expresión en lo que intentaba prenderla.
Claramente la estufa funcionó, tenías gas, la mirada de Bakugo se volvió más severa, parece que se enteró que estabas mintiendo, y no le gustó en lo absoluto, volteaste al otro lado, no querías sentirte como un niño castigado más, pero en lo que ko veías escuchabas sartenes, el crujido de las cáscaras de los huevos y el siseo de la sartén mientras Bakugo cocinaba lo que faltaba.
De curiosidad volviste a verlo, estaba cocinando el pollo ya cortado y los huevos, extrañamente parecía un profesional, incluso la comida sencilla parecía desprender un aroma bastante encantador que casi hacia que babearas, ¿qué clase de habilidad es esa?
Sacudiste la cabeza ligeramente, no ibas a querer creerlo, claro sabe cortar unas cuantas cosas a la perfección y puede hacer lo más simple parecer increíble pero eso no significa que lo que esté preparando sea bueno, no llegarías a creer que un agresivo que pasa más tiempo entrenando que respirando supiera hacer algo más que hacer ejercicios, "Oye, olvídate del castigo y ve a preparar la mesa, la comida ya casi está lista" Bakugo ordenó, su tono al menos ya no estaba tan enojado, aunque seguía igual de severo, rodaste un poco los ojos, no te agradaba que Bakugo te diera órdenes, pero decidiste seguirlas en esta ocasión, pues no querías otro castigo y tenías hambre.
No te tomo mucho poner la mesa, era una tarea simple después de todo, y solo eran dos, tomaste asiento y frente a ti en la mesa Bakugo puso un plato, era una ensalada de pollo con huevo, olía espectacular y ni sabías cuando Bakugo tuvo tiempo de preparar la salsa que decoraba tu alimento saludable.
No esperabas mucho de un platillo tan simple, y tenías mucha hambre como para tratar de ignorar la comida presente por lo que agarraste tu tenedor y le diste una probada a la comida de Bakugo...
...
No podías creer lo que estabas sintiendo, era bastante deliciosa la ensalada, era simple, pero por alguna razón el huevo y el pollo tenían un gran sabor que nunca antes habías experimentado mientras que la salsa le daba mejor sabor a las comúnmente insaboras verduras, no sabrías como describirlo a una persona, les recomendarías mejor probarla por ellos mismos, viste a Bakugo con confusión.
¿Cómo es que el puede cocinar tan bien?
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Hola, solo quería disculparme por haber tardado tanto con el capítulo, más de lo usual, pero estaba al borde del suicidio aparte de viciarme bastante en un juego, pero ya todo está más tranquilo así que espero poder actualizar más frecuentemente, pero no garantizo nada 🫣
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Un dibujo del rabioso para compensar, espero que les satisfaga 🛐
