Todavía no

120 14 4
                                    

"No entreno con débiles" Fue la respuesta de Bakugo a tu proposición, eso definitivamente no fue lo que esperabas, de hecho fue completamente lo contrario a lo que querías que fuera a pasar.

"Pero sabes, no soy tan débil como pudieras pensar" Argumentaste, tratando de que cambie su opinión, no parecía molesto así que pensaste que podrías llegar a convencerlo.

"Estás de broma, ni siquiera tienes músculos" Bakugo contesto, haciendo un gesto que señalaba tu cuerpo, bueno ahora sí suena un poco molesto, "Cielos, parece que ni siquiera haz hecho ejercicio en tu vida" Luego añadió rodando los ojos.

"Bueno, pero es por qué tengo cosas más importantes que hacer" Respondiste, con un tono de molestia que se parecía al de el, "Ah, ¿si? ¿Haciendo qué?" Bakugo preguntó, cruzando los brazos, parecía que te estaba desafiando.

"Estudiando, pasatiempos, ¿Tú qué crees?" Le respondiste, a lo que Bakugo bufó, parecía estar irritado por un momento, "Pues puedes entrenar aún haciendo esas cosas" Argumentó de mala gana, antes de darte una sonrisa burlona, "A menos de que seas muy débil claro" Comentó, ¿Se estaba burlando de ti?

No ibas a tolerar ese comportamiento, y no ibas a darle la satisfacción de una respuesta así que rodaste los ojos y decidiste continuar tu camino, a lo cual Bakugo siguió rápidamente, caminando al lado tuyo como lo hacían siempre.

"Aunque, si llegaras de la nada y me pidieras ayuda para entrenar, o te haces fuerte, puede que considere darte unos tips" Bakugo luego dijo, sonando muy orgulloso de si mismo y de el hecho que al parecer te iba a hacer un favor.

Decidiste ignorarlo por ahora, pero no podías dejarlo sin responder, el aire se volvería incómodo rápidamente, "Quiero entrenar, ¿Cuáles son tus tips?" Le preguntaste, usando el mismo tono amable y calmado que siempre usaste con el, pero te arrepentiste al momento de notar su expresión de arrogancia total, como si te tuviera justo donde quería.

"Veamos" Bakugo empezó, tomándose un tiempo mirando alrededor y pensando, "Sígueme" Luego dijo, por el tono en su voz, sonaba más como una orden que una petición pero decidiste seguirle el juego por ahora, siguió su camino, y ya habías pasado tu casa pero continuabas siguiéndolo, incluso más allá de tu hogar, pues fue lo que te pidió.

Solo que al cabo de unos cinco minutos, te empezaste a preocupar, "Oye, si me llevas a tu casa-" Mencionaste, con un tono algo más agresivo, pues no ibas a tolerar que Bakugo te lleve a su casa, apenas lo conoces, sin embargo, el te interrumpió antes de que terminarás tu amenaza, "No vamos a mí casa, ya la pasamos" Con eso te interrumpió, su voz era fuerte pero tranquila, lo cual era algo extraño, sonaba extrañamente sereno.

Decidiste confiar en él y lo seguiste por unos segundos más hasta que el volteó a verte, te dió una sonrisa retadora antes de acelerar el paso.

¿Qué está haciendo? Aunque su acción te causará confusión, decidiste aumentar tu propio paso, siguiéndole el nuevo ritmo que acababa de tomar, no ibas a quedarte atrás después de todo.

"Nada mal" Él comentó, por lo que conocías de el, aunque no fuera mucho, no podías confirmar si era un cumplido o una burla.

El aumentó su paso, y tú aumentaste el tuyo a la par, aunque desconocías de a dónde quisiera llevarte, tenías la suficiente confianza en el para pensar que no te llevaría a ningún lugar peligroso, ¿Tal vez te lleva a un lugar en especial para entrenar?

Antes de que te dieras cuenta, estabas trotando a la par de Bakugo, ni siquiera sabías de tu trote inadvertido, solo te concentrabas en seguirle el paso, solo que una vez te diste cuenta, bajaste tu paso, pensaste que trotar era demasiado, y te cansarías fácilmente.

Bakugo noto tu cambio de velocidad y bufó, "¿Por qué te detienes?" Preguntó, el seguía al mismo trote, por lo que podía dejarte atrás, solo que una vez se puso unos pasos adelante de ti, parece que decidió bajar su paso también, posiblemente para no perderte.

"No quiero cansarme" Respondiste, sabías que esa era una razón valida, pues aunque te gustaría ir a entrenar con Bakugo, no entendías por qué debería haber prisa para llegar.

"Patético" Bakugo respondió, bufando de nuevo, no parecía feliz con tu respuesta, "¿Y así esperas que te considere compañero de entrenamiento?" Luego añadió en un tono condescendiente, pero al ver tu ceño fruncirse, sonrió de forma burlesca, "¿Vas a probarme lo contrario?" Te desafío de forma arrogante, como si fuera a ganar aunque ni siquiera fuera una competencia, empezó a trotar de nuevo.

Tú seguías a paso rápido, no querías cansarte, y sabías que Bakugo de seguro no te dejaría sola en la calle en medio de quien sabe dónde, pero tus pensamientos pudieron haberse equivocado cuando notaste que él ya se estaba alejando, "Vamos, alcanzame" Te volvió a desafiar.

Inhalaste profundamente, sabías que iba a tener que detenerse si se creaba mucha distancia entre ustedes, solo estaba asustandote, y aunque aumentaste tu paso un poco, aún no estabas trotando, pero antes de que te dieras cuenta, ya había mucha distancia entre ustedes.

Y antes de que pudieras alcanzarlo, dió una vuelta, y lo perdiste, vaya que era rápido, solo una vuelta y ya no estaba en tu campo de visión, "¿Bakugo?" Dijiste su nombre, no era posible que este tan lejos en tan poco tiempo.

"¡Bakugo!" Ahora empezaste a gritar su nombre mientras caminabas buscándolo, te estabas empezando a preocupar, no era normal que alguien desapareciera de esa forma, y ahora te encontrabas completamente por tu cuenta en un lugar que ni conocías, pero esa no era tu principal preocupación, con la tecnología podías saber dónde estabas y como volver a casa en cualquier momento que quisieras, tu prioridad y preocupación era Bakugo, pues no sabías dónde estaba.

"¡Bakugo!" Seguiste gritando su nombre, esperando que apareciera y te gritará por lo menos, ya sentías demasiada preocupación, "¡Bakugo!" Volviste a gritar, empezaste a correr mientras lo buscabas, querías encontrarlo rápido después de todo.

Ahora sí estabas entrando en pánico al no recibir ni un insulto como respuesta, y decidiste empezar a tomar riesgos y buscarlo por los callejones que habías evitado hasta ahora, tal vez estaba en uno de ellos, o había tomado uno como atajo, de lo poco que sabías de él podías asumir que no le tenía miedo a muchas cosas, por lo que era probable que sea el tipo de persona en pasar por un callejón.

Solo querías encontrarlo pronto.

Relativamente CandenteWhere stories live. Discover now