05 // female disappointment

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―John te estuvo llamando segundos antes de terminar por el radio y no respondiste―comentó apoyando su espalda en una de las paredes frente a mi cruzándose de brazos. Tocaron la puerta.

―Persson, soy yo, Franz―dijo del otro lado y Jean no me dio tiempo de contestar.

―Danos un momento, Franz―respondio aun con la puerta cerrada y sin moverse de su lugar. Hizo una pausa y un silencio que me permitió escuchar como mi corazón intentaba calmarse. ―¿Será así toda la temporada? ¿O te harás cargo de esto y asumirás que necesitas ayuda?

Sólo pude mirarla a los ojos, porque las palabras no salían de mi boca.

Jean negó con la cabeza y salió de la habitación dejándole el paso libre a Franz quien cerró la puerta en cuanto entró con John. Ni siquiera me había quitado el uniforme.

―¿Qué sucedió?―preguntó Franz tomando una de las sillas para sentarse frente a mi con los codos apoyados sobre sus rodillas.

―Es una tontearía, no volverá a pasar―le reste importancia. ―De todas formas remontamos lo sucedido en pits, hay que celebrar―pretendí que todo estaba bien, porque es raro cuando tu jefe y tu ingeniero te miran con extrañeza, sumamente confundidos. ¿Cómo era posible que había adelantado 19 posiciones en 26 vueltas y había terminado de esta forma? Estaba segura de que ambos fueron informados sobre el veredicto acerca de lo que había sucedido, pero no sabía cuán grave lo veían. 

―Controlaremos lo que sucedió y lo hablaremos con el equipo ¿Si? Fuera de eso... Solo tengo felicitaciones para ti, Capri. Grandes y emocionantes felicitaciones. Lo que hiciste en esa pista, no tiene precio―sonrió Franz intentando animarme y yo le devolví la sonrisa con los labios apretados sabiendo que me esperaba un largo escrito sobre mi perspectiva de la carrera para la prensa.

"Hubiera sido muchísimo mejor si tan solo hubiera adelantado a Max y no me hubiera bloqueado de esa manera" pensé al sonreír. Y después de un par de horas, era en lo único que pensaba sentada en la cama de la habitación de hotel con el vestido puesto que Laila y Mick me habían comprado para asistir a la fiesta después de la carrera. Mi cabello se veía en las peores condiciones y mi rostro ocultaba una sensación amarga entre los labios de culpa, decepción y dolor. 

No quería irme a dormir esa noche, porque si los recuerdos venían a mi completamente lúcida y despierta, no quería imaginar cómo sería si dormía. Pero tampoco me atrevía a sentarme en una esquina de la habitación en silencio y revivir ese momento una y otra vez involuntariamente. Entrenar toda la noche iba a matarme, además de que dudo que me habiliten el gimnasio del hotel toda la noche. Caminar hasta el amanecer tampoco era una opción, así que observe la botella de champán que habían traido a mi habitación en cuanto llegue como felicitaciones y la abrí aun con el vestido puesto y el cabello despeinado. Le di un largo sorbo aguantando las ganas de respirar, hasta sentir que era suficiente. Media botella ya se encontraba en mi sistema.

Encendí mi teléfono y le marque a Mick.

―El vestido es muy lindo―comentó en cuanto contesta. ―Pero no podre usarlo si no me das la dirección de la fiesta.

―¿Hablas en serio? Ya te envio la dirección ¿Quieres que pasemos por ti?―habla con entusiasmo.

―Te aviso cuando este llegando. Nos vemos ahí―cuelgo la llamada y me quito el vestido para darme una ducha. No estaba lista para enfrentarlo por mi cuenta esa noche.

***

Si hay algo por lo que no me creía piloto, era por el lujo excesivo y desagradable que cada uno de ellos manejaba. Los relojes, las marcas, los atuendos, la actitud, las casas, los departamentos, las fiestas, lo autos. Máquinas sumamente veloces que pasaban mayor parte del tiempo guardadas en garajes por ser demasiado costosas y que esperaban el momento de las fiestas extravagantes para hacer su gran aparición. 

Capri Persson ⸻ F1Where stories live. Discover now