Parte sin título 32

52 4 2
                                    

A la mañana siguiente, uno de los oficiales entró corriendo en la casa con una caja.

Policía Xxx: Lo encontraron en la puerta hace un momento... Está dirigido a ti. - extendido a Enrique.

Marichello: ¡¿Qué hay ahí?! - preguntó angustiada y los demás se acercaron.

Henry respiró hondo y abrió la caja, encontrando una nota que leyó en voz alta.

"¡Prueba de que Anahí sigue con nosotros!"

A todos se les heló la sangre ante esa nota.

Marichello: Por el amor de Dios, Henry lo abre pronto. Ella lo miró aterrorizada.

Henry respiró hondo y sacó el contenido de la caja. Victoria tuvo que sostener a Marichello, quien casi se desmaya al ver lo que había dentro de la bolsa.

Era un pedazo del vestido que Anahí usó la noche en que fue secuestrada, manchada de sangre y combinada con su anillo de bodas y el de Poncho con un recordatorio.

"¡Tienes suerte de que el dedo no haya ido con el anillo!"

Poncho: Es el anillo que le di cuando la invité a salir. Miró el objeto con desconcierto.

Oficial Yyy: Tenemos que investigarlo, ver si hay pruebas en su contra. - advirtió uno de los policías

Henrio: No serían estúpidos si le enviaran objetos con sus huellas dactilares. - respondió preocupado.

Marichello: ¡¿Qué le están haciendo estos locos a mi hija?! - respondió llorando.

Derrick abrazó a Maite, quien comenzó a llorar. Ucker abrazó a Dul, todo conmocionado y temeroso de dónde había salido esa sangre y de que Anahí estaría en condiciones ahora.

Marcos tiró de Poncho y abrazó a su hijo, quien comenzó a llorar. Henry sacó los dos objetos de la bolsa de plástico.

Henrio: Si quieres conservarlo hasta que puedas devolverlo. - mostró la alianza.

Poncho estuvo de acuerdo y recogió el anillo, besándolo y colgándolo de la cadena que llevaba. Suspirando, agarró el anillo con fuerza, jurando que daría su vida para encontrar a su novia.

Anahí miró fijamente la herida en la palma de su mano derecha, envuelta en un trozo de tela manchada de sangre. Se secó las lágrimas recordando el pánico que había sentido la noche anterior cuando uno de los hombres le tiró del vestido y tuvo la impresión de que le iba a cortar la pierna, pero el mayor miedo fue cuando le tiraron de la mano. Pensó que cumplirían su amenaza.

"El jefe quiere que pongamos el anillo que lleva junto con el vestido", había dicho el líder.

"¿Le quitamos el dedo con nosotros?", bromeó el que había intentado violarla.

Y eso es lo que pensó cuando le tiraron de la mano, pero solo se quitaron el anillo. Pero entonces le levantaron la palma de la mano y ella gritó al sentir el cuchillo contra su mano.

"Genial, ahora tenemos un buen regalo", celebró el dirigente.

Luego le envolvieron la mano en ese paño y solo la soltaron y le quitaron la venda de los ojos cuando ya estaba en la habitación.

Any: Dios mío, por favor... Ayúdame a salir de aquí... Ya no soporto estar aquí. - susurró llorando.

Exhausta, se acostó en la cama y cerró los ojos tratando de dormir, la única forma que tenía de hacer que el tiempo pasara más rápido en su interior.

Izaaki llegó a la universidad y fue directo a la cuadra de Dulce.

Izaaki: Hola... ¿Estás demasiado ocupado?

gemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora