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Any puso los ojos en blanco y se dirigió a la mesa del comedor, hundiéndose en la silla. Marichello sonrió y se sentó junto a su hija.


Marichello: Mi amor, no seas así... Giovanna solo está tratando de ayudarte.

ana: ¡lo sé! - suspiró, no muy convencida.

Marichello: Sé que a veces se pone dura, pero es su manera, no queda así, ¿vale? Le apartó el pelo de los hombros. - Eres hermosa a tu manera, querida, un día un chico se dará cuenta de esto y se fijará en ti.

Any: Imposible madre, siempre prefieren a Giovanna porque es más bonita, más enérgica, más extrovertida, más, más, más.

Marichello: ¡ Tú también tienes tus cualidades, solo necesitas verlas! - sonrió besando su cabello. - Ahora tómate tu café.

Any: ¡¿Papá ya se fue a trabajar?!

marichello: sí, ¿por qué?

Any: hice un modelo para la universidad y quería que él lo viera y diera su opinión.

Marichello: La forma en que trajiste su talento a la Arquitectura, estoy segura que fue increíble... ¡Me alegro de tener a Giovanna o a quién le daría clases de teatro?! - bromeó y Anahí terminó sonriendo.


Alfonso cerró el frigorífico de la cocina y se dirigió a la mesa llevando la botella de leche.

Poncho: Ucker tenemos que ir al mercado, nos estamos quedando sin comida.

Tucker: Sí, pero hoy no, ¿verdad? Acordamos hacer otras cosas, ¿recuerdas?!... ¡¿Viernes?! - él sonrió.

Poncho: Si, lo sé... Pero no podemos retrasarlo más, si no podemos ir hoy, iré mañana por la mañana.

Ucker: Bien, ve como quieras. - lo despidió con la mano mientras comía.

Poncho: Oye, vas conmigo, ¿sabes todas las cosas que tenemos para comprar? - preguntó, sirviéndose.

Tucker: ¡¿No?! - preguntó levantando las cejas y riendo.

Poncho: ¡Maricón! - le arrojó la servilleta. - Sabes, a veces pienso que deberíamos buscar a alguien más para que viva con nosotros, tenemos una habitación libre y ellos nos ayudarían con las tareas del hogar y las facturas. - tomó el sándwich.

Ucker: Bueno, los dos estamos bien conmigo, después de todo, si vienen a vivir con nosotros, se enterarán de nuestra aventura. - él sonrió.

Poncho: Di eso delante de cualquier chica y te arrancaré el cuello.

Ucker: Parece que voy a quemar mi película así. - él sonrió.

Poncho: Bueno, entonces termina de comer, yo me lavaré los dientes y luego saldremos, son casi las 9 de la mañana.

Ucker: Está bien, ya terminé. - sonrió y Poncho salió al pasillo.

Poncho: ¡ Ah, los platos son tuyos hoy! - advirtió y le dio la espalda.

Tucker: Hijo de puta. - sonrió, volviendo a comer

Después Anahí salía de la universidad con Dulce y Maite que seguían mirando por ahí.


Any: Estás buscando a tu novio, ¿verdad?

Maite: Ay, lo extraño. - sonrió derritiéndose.

Dulce: Nunca había visto gente tan dulce, ¿yo también seré así cuando me enamore? - preguntó y suspiró.

Maite: Oh, vamos... Me propongo burlarme de ti, como ahora te burlas de mí.

gemelasOnde histórias criam vida. Descubra agora