XXXV

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Se subieron al avión y al llegar a la isla, SeHun lo bajó en brazos del helicóptero como si JunMyeon estuviera hecho de cristal. Lo llevo hasta la casa que había en la isla. Lo llevo directamente al cuarto.

—Permíteme... —SeHun se agachó para empezar a desvestirlo.

—¿Qué estás haciendo Hunnie? —preguntó sonriendo mientras con las manos sobre sus pechos desnudos al estar desnudo

—Voy a meterte en la cama y arroparte conejito. —SeHun retiró la colcha y la tendió sobre la fresca sábana—. Deja a un lado la modestia y déjame disfrutar de las vistas.

Con el corazón latiéndole muy deprisa, JunMyeon bajó las manos sintiéndose un poco tonto por haberse cubierto; después de todo, estaban casados y SeHun le había hecho el amor infinidad de veces.

—No quiero dormir Hunnie. —JunMyeon quería su boca, quería sus manos sobre su cuerpo... y mucho más. Sonrojado, sintió los pezones tensándose y poniéndose sensibles.

—Más tarde conejito. —susurró SeHun con la voz entrecortada y con una expectación sexual que se reflejaba en sus angulosos rasgos y en el brillo de sus ojos—. Si duermes ahora, por la noche haré de ti un banquete.

El rubor de sus mejillas aumentó y JunMyeon apartó la mirada de la de SeHun en un gesto de autoprotección, avergonzado de su susceptibilidad. Siempre había disfrutado de hacer el amor con SeHun. Unos largos dedos bronceados acariciaban en círculos y con delicadeza su tobillo y se deslizaban por la piel desnuda de su pierna. Un ligero temblor recorrió su frágil cuerpo y JunMyeon alzó la mirada para centrarse en el rostro anguloso de SeHun.

—Solo si tu te duermes a mi lado Hunnie.

—Eso iba hacer conejito. —SeHun retiró la colcha y la tendió sobre la fresca sábana—. Déjame disfrutar de las vistas mi amor.

Riendo JunMyeon se bajó las manos sintiéndose un poco tonto por haberse cubierto.

—Ahora hay más de ti que contemplar y eso que ya eras hermoso antes conejito. —susurró SeHun alabando los contornos de sus pequeños pechos antes de bajar la cabeza para lamer la prominente cúspide de un pezón rosado mientras le acariciaba la piel con delicadeza—. Pero esto es para placer tuyo, no mío. Quiero que te relajes.

A JunMyeon se le cortó la respiración y se dejó caer contra las almohadas, debilitado de deseo y más que dispuesto a dejarle jugar a SeHun con cuerpo.

SeHun jugueteaba con sus tensos pezones empleando todo su arsenal para despertar su sensible piel. El calor subió un peldaño más entre sus esbeltos y trémulos muslos mientras llevaba las caderas hacia delante y atrás en un movimiento que no podía controlar.

SeHun le quito los calzoncillos y deslizó las manos lentamente sobre sus nalgas para separarlas. Sin apartar la mirada de sus ojos, JunMyeon dejó escapar un gemido cuando la punta de los dedos de SeHun entró en contacto con la melosa humedad que había en sus paredes anales.

SeHun lo llevó hacia el calor de su terso y musculoso cuerpo a la vez que lo besaba. Su boca exploraba la de JunMyeon y el deseo ardió en JunMyeon como fuegos artificiales.

JunMyeon lo agarró por los hombros antes de aferrarse a su maravilloso cabello negro mientras SeHun seguía besándolo de un modo muy sensual y, con delicadeza y suavidad, comenzó a tocarlo entre sus temblorosos muslos.

En un instante el cuerpo de JunMyeon se convirtió en un amasijo de terminaciones nerviosas en alerta y tembló en respuesta entre gemidos y la respiración entrecortada. Podía sentir a SeHun duro y preparado contra sus nalgas incluso a pesar de la barrera de sus pantalones.

Entre el Amor y el Poder- SEHO {Terminada}Where stories live. Discover now