XX

68 14 0
                                    

    SeHun se inclinó sobre su montura y espoleó al caballo. Sintió el viento en la cara y se concentró en el sonido de los cascos. Había salido a montar después de dejar a JunMyeon porque necesitaba resolver el conflicto que lo enfurecía.

Aunque el caballo tenía energía suficiente, aminoró el paso después de poco más de un kilómetro. Pasó por el lago en el que sus hermanos y él solían ir a nadar de niños en verano y deseó volver a aquella época inocente.

¿Qué persona ante la perspectiva de no poder tener hijos no negaría la posibilidad? Especialmente alguien que adoraba a los niños. Había visto a JunMyeon con las gemelas. Había visto cómo sus hijas se encariñaban con JunMyeon. JunMyeon se las había ganado con su generoso y cálido corazón. Al igual que él, las niñas no habían podido resistirse a la dulzura que emanaba JunMyeon.

Sus padres debían de estar decidiendo cómo controlar la situación y qué hacer. Seguramente le aconsejarían que no se casase con aquel doncel cuya fertilidad estaba en cuestión, pero SeHun no tomaría ninguna decisión hasta que no conociera el alcance del problema de JunMyeon.

¿Y si JunMyeon no podían tener hijos?

Tenía que pensar en el trato que había hecho con su padre. El acuerdo con el multimillonario Sooman estaba supeditado a que JunMyeon se convirtiera en su esposo. Fuera cual fuese la decisión que tomara, le fallaría a su país.

Dos horas más tarde, entró en el salón familiar del ala sur y se encontró con todos reunidos.

Su hermana se acercó para darle un abrazo.

—¿Has ido a ver a JunMyeon? —susurro Seulgi.

—He salido a montar a caballo. —explico SeHun mostrándose cansado.

Su padre lo miraba con el ceño fruncido. Su opinión estaba clara. SeHun lo ignoró y fue a sentarse junto a su madre. Ya había tomado una decisión y sabía que no contaría con la aprobación de nadie.

—Necesito tiempo para pensar. —anuncio SeHun entonces.

El rey dirigió una mirada dura a SeHun.

—¿Cómo pretendes manejar este asunto? —cuestiono el rey.

—¿Manejar?

SeHun no se había parado a pensar en cómo tratar aquel asunto con la prensa.

—Podríamos empezar enviando un comunicado explicando los problemas de JunMyeon, pero no estoy seguro de que una vez conocidos los informes médicos eso nos vaya a venir bien. —reflexiono SeHun con pesar.

—Me refiero a JunMyeon. —dijo el rey.

SeHun se dio cuenta de que toda la familia estaba observándolo, a la espera de su respuesta. Era como si todos los presentes estuvieran conteniendo la respiración.

—¿Qué quieres decir? —preguntó SeHun.

Estaba seguro de saber lo que pretendía su padre con aquella pregunta, pero necesitaba oírselo decir.

—Necesitas un esposo o esposa que pueda darte hijos. —repitió el rey con seriedad.

En otras palabras, tenía que romper su compromiso con JunMyeon y volver a estudiar a la docena de chicos y chicas de linaje real que había rechazado al elegir a JunMyeon.

—¿Y qué voy a decirle a el multimillonario Sooman? —cuestiono SeHun con rabia—. ¿Qué solo quería a su hijo para que me dé herederos?

Por la expresión de su padre, SeHun supo que se estaba adentrando en terreno peligroso con su ironía. En aquel momento, no le importaba. ¿Qué podía hacerle su padre? Se sentía rebelde. De adolescente, había sido el hermano que mejor se había comportado y que nunca se había metido en problemas.

Entre el Amor y el Poder- SEHO {Terminada}Where stories live. Discover now