Sus estúpidas reglas ✅

Extra: Muérdago falso y Suéteres de lana

Nota aclaratoria (porfa léanla): Este extra tiene lugar un año después del último capítulo (no del prólogo, el prólogo es después de 5 años) este extra muestra un poco cómo fueron las cosas durante esos cinco años que no vimos.

Ahora sí, disfruten mi regalo de Navidad para ustedes jou jou jou (risa de Santa).

~~*~~

ㅡNo, Mike. Te dije que no pienso disfrazarme de Santa para engañar a los otros niños de tu salónㅡrespondí a mi hermano pequeño mientras yo colocaba las luces en el árbol.

ㅡVamos, tomate. Cada uno me pagó cinco dólares para ver a Santa Claus. Los niños de nueve años son tan tontos. En Halloween me regalaron sus dulces porque les dije que el fantasma de Canterville los perseguiría si no lo hacían.

ㅡSe supone que los niños de nueve años normales están esperando su regalo bajo el árbol. Pero mi hermano está estafando a sus compañeros que aún creen en Santa. Eres un monstruo sin corazón.

ㅡLos cumplidos no van a salvarte. Ponte ese disfraz de una vezㅡme gritó cruzándose de brazos.

ㅡ¿Por qué me lo podría? ¿Qué gano yo?ㅡme giro hacia él levantando una ceja.

ㅡ¿Diez dólares?

ㅡDijiste que cada niño de tu salón pagó cinco billetes, enanoㅡrespondo entrecerrando los ojos.

ㅡVale, veinte. No pienso subir un centavo más.

ㅡVeinte y un paquete de Pringlesㅡnegocio un poco más.

Sí, soy una joven de 18 años que hace negocios con su hermano pequeño en Navidad para estafar a niños de nueve años, esa soy yo.

ㅡValeㅡacepto finalmente girando los ojos.

ㅡTenemos un trato, un placer hacer negocios con ustedㅡbromeó mi hermano.

ㅡ¿Qué negocios?ㅡescuchamos la voz de mamá y ambos nos giramos lentamente con una sonrisa nerviosa.

ㅡCosas de hermanosㅡrespondió Mike encogiéndose de hombros.

Mi madre sonrió y nos abrazó muy fuerte.

ㅡSon tan lindos. Me alegra saber que ya no se pelean cada media hora, todos hemos madurado un poco este año.

Sí, claro. Como si eso fuese posible. Eso de madurar es para frutas.

~~*~~

Luego de pasar la mañana fingiendo ser Santa frente a unos veinte niños, finalmente llego a casa lista para terminar de adornar el árbol.

Jason y Dash llegarán en cualquier momento. Los he extrañado más que a esos panes dulces que solo venden por Navidad y hay que esperar todo el año para volver a comerlos.

Ya entraron en la universidad. Y su año casi termina. En unos meses yo entraré también, pero ya ha pasado un año en el que nos vemos cada tres meses.

No ha sido fácil tener una relación a distancia, pero creo que sobreviviremos unos meses más.

Me acerco lista para poner el toque final: la estrella en la cima del árbol. Cada año la coloco y me hace sentir el espíritu navideño por alguna razón.

Pero al acercarme noto que ya está en el árbol. Miro a mi alrededor confusa, esperando la cámara oculta que me diga que esto es una broma pero solo escucho la risa de Mike.

ㅡ¡Oye! ¡Esa era mi parte favorita, renacuajo!ㅡ le grité y empecé a perseguirlo por el salón muy enojada mientras él solo reía.

Aceleré mi velocidad lo más que pude y de repente mi vista se nubló por un segundo. Sentí mi trasero chocar con el suelo y luego me di cuenta de que mientras corría alguien había abierto la puerta y me había dado un buen golpe.